QUIERO PAZ PARA TI.

4.3K 414 3
                                    

Bajo las escaleras de la casa y me encuentro con Dante.

—Buenos días —me dice.

—Buenos días.

—¿Vas a salir?

—Dentro de un rato. Iré a ver a mi abuela.

—Muy bien. Cuándo estés listo avísame para ir contigo.

—Está bien ¿Dónde está Alessio?

—En el estudio. Ha estado encerrado ahí desdé muy temprano. Posiblemente debe de estar pensando en cómo solucionar en problema de su tío —contesta el pelinegro.

—Ok gracias.

Camino por todo el pasillo hasta llegar a la puerta del estudio.

—Alessio soy yo, Dominic ¿Puedo pasar?

No escucho ni un solo ruido.

Tomo la manija, la giro y abro la puerta.

Entro en el estudio y me encuentro con un Alessio totalmente dormido en su silla.

Debió de haber pasado aquí toda la noche ya que hay una botella de vino vacía sobre el escritorio. Todo esto de Alessandro lo está volviendo completamente loco.

Alessio ha estado los dos últimos días tratando de encontrar a su tío. Toda la carga de esté problema en estos momentos está sobre él.

A su padre no le importa lo que está pasando. Para él lo único importante es conseguir la alcaldía. No le importa todo el estrés que su hijo debe de estar pasando.

—Mamá...—lo escucho decir —. Mamá.

Debe de estar soñando con su mamá.

—Lo siento mucho... lo siento.

¿Por qué dice eso?

—Alessio —me acerco a él y me coloco a su izquierda —.Alessio —lo llamo pero no logro hacerlo despertar.

Veo un par de lágrimas salir de sus ojos y deslizarse por sus mejillas.

—Alessio despierta. Estás soñando, favor despierta ya.

Nada funciona. Su sueño es demasiado pesado.

—Alessio...—tomo su hombro.

El oji-azul despierta demasiado asustado.

—Tranquilo, tranquilo. Soy yo, todo está bien.

Alessio nota las lágrimas en sus mejillas y las limpía con una de sus mangas.

—¿Estás bien? —le pregunto.

—Si. Estoy bien ¿Qué estás haciendo aquí? —me mira.

—Quería ver cómo te encontrabas. Alessio no has salido de esté lugar en dos días.

—Cada segundo que dejo pasar puede ser el último —me dice —. Mi tío en estos momentos debe de estar planeando algo para matarnos a todos, tengo que ser rápido y encontrarlo.

—Pero no es bueno para ti estar todo el día aquí. Alessio no has comido nada.

—¿Acaso te preocupas por mi? Dominic.

—Si. Me preocupo mucho por ti. No puedes seguir así Alessio, tienes que tomar un poco de aire.

—Por favor Dominic entiende.

—Alessio no. No estoy dispuesto a ver cómo decaes lentamente. Mira nada más esas ojeras no has dormido bien.

—Estoy bien.

—No. No lo estás. Por favor ya no me mientas.

—Dominic...

—Alessio ya no digas nada. Has estado bajo demasiado presión desdé que tú tío Alessandro regreso de entre los muertos. Necesitas tomarte un pequeño descanso —tomo su mano y hago que se ponga de pié —. Necesitas salir. Tienes que alejarte un poco de todo esto.

—¿Qué quieres decir? —pregunta sin entender.

—Vamos a salir. Tú y yo.

—¿Los dos?

—Si. He salido con Beatrice pero nunca contigo. Vamos a salir a un lugar tranquilo. Alessio quiero que estés bien, quiero paz para ti.

—¿De verdad es lo que quieres?

Alessio se veía muy sorprendido.

—Si, de verdad —sonrío.

—Bien...—sonríe igualmente —. La ciudad en estos momentos no es un buen lugar al que podamos ir tranquilos.

—¿Entonces a dónde vamos?

—Hay una pequeña cabaña, está algo lejos pero es demasiado tranquila.

—¿Es el lugar en dónde me tenías antes de aquí? —cuestiono al oji-azul.

—No. Jamás me atrevería a llevarte de nuevo a ese lugar, mientras más lejos estemos de los antiguos recuerdos mejor. Estamos empezando de nuevo Dominic —responde.

—¿Entonces?

—La cabaña de la que te estoy hablando era propiedad de mi madre. Antes era de mis abuelos mantenernos pero con su muerte paso a ser de ella. Es algo pequeña pero es demasiado acojedora. Está rodeada de muchos árboles y no está lejos de un lago. En pocas palabras es... un lugar muy pero muy hermoso.

—Suena a que así es.

—¿Quieres ir? —pregunta.

—Si, si quiero ir.

—Muy bien. Entonces vamos. Será un momento de paz y tranquilidad solo para nosotros dos.

Espero que está pequeña ida a la cabaña de su madre realmente le sirva de algo. Espero que todo ese estrés que tiene ahora mismo se vaya con eso. No me puedo ni imaginar cuánto ha tenido que soportar Alessio, el perder a su madre, el verse obligado prácticamente a entrar en esté mundo y el tener un padre desgraciado cómo Angelo son demasiadas cosas horribles que un corazón no puede soportar.

Quiero que esté tranquilo. Quiero que se olvide por lo menos por un momento que es un De Luca. Quiero que por un solo día sea nada más, Alessio.

Yo también tengo que poner de mi parte en esté nuevo comienzo. No puedo dejarle toda la responsabilidad a él solo.

Tiene que ser un día de paz y de absoluta tranquilidad para él. Tengo que lograrlo.

Puedo hacerlo.

Él tiene que descansar de toda está maldita vida de mierda a la que su padre lo arrastro.

De LucaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora