REGALO DE BODA.

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Termino de cambiarme de ropa y salgo de mi recámara para bajar las escaleras. Hace un momento Beatrice me dijo que el desayuno está listo. Ella quiere que baje.

La verdad es que no quiero bajar. No quiero ver a Alessio. Me da mucho miedo el verlo.

El tan solo recordar lo que trato de hacer anoche me hace temblar de miedo. Parecía un maldito animal, una bestia salvaje.

Pero tengo que hacerlo. Tengo que tomar el desayuno con todos los De Luca. Si no quiero más problemas tengo que desyunar con Alessio y con su padre.

Termino de bajar las escaleras y camino hacia el comedor. Entro y me encuentro con los hermanos De Luca y con su padre ya sentados en la mesa.

—Me alegra mucho el que bajes a tomar el desayuno con nosotros —habla Angelo —. Esté será nuestro primer desayuno en familia. Anda Dominic toma asiento al lado de tú marido.

No digo nada y simplemente voy hacia la silla vacía que estaba a la izquierda de Alessio.

Tomo asiento y las servidumbre comienza a servir el desayuno.

—Tengo que comunicar algo muy importante.

—¿De que se trata padre? —cuestiona Beatrice.

—El próximo martes iremos de visita al orfanato del sagrado corazón. Iremos todos juntos cómo la feliz familia que somos.

—¿A un orfanato? —Alessio mira confundido a su padre —.¿Y eso por que?

—Es una visita laboral podría decirse. Cómo un buen candidato a la alcaldía de Florencia tengo que ir. He oído que ese lugar se encuentra en muy malas condiciones.

—¿E irás para prometer arreglarlo si ganas?

—Efectivamente hija mía —responde el padre de Alessio —. Eso me hará ganar más popularidad. Me dará más votos.

Maldito bastardo. Quiere usar a un orfanato para garantizar más votos. Quiere usar la necesidad de unos pobres niños sin hogar a su favor. Esté hombre cada día me cae peor.

—Y eso no es todo. Mañana muy temprano anunciaremos a toda la ciudad que la familia del intachable político Angelo De Luca ha crecido. Te presentaremos oficialmente cómo el esposo de Alessio, Dominic. Deberías de sentirte muy contento por eso. Por fin todos en la ciudad sabrán que ahora eres un De Luca.

—Disculpe que no me alegre. Pero cómo sabe muy bien no me da ninguna alegría ni satisfacción el llevar el apellido De Luca ahora —respondo cortante.

—Pues deberás fingir por lo menos durante la conferencia de prensa de mañana. No quiero errores. Estoy a un solo paso de ganarle a todos los demás idiotas la alcaldía. No pienso permitir que tú me eches a perder todo lo que he trabajado hasta el día de hoy. Quiero un buen comportamiento de tú parte, hijo.

—No prometo nada.

Angelo no responde, él solo me mira con demasiada seriedad y se puede decir que con mucho odio. No me importa en lo absoluto.

—¿Y cómo van los negocios? —mira a su hijo —.¿El cargamento de armas está listo para ser entregado a los turcos? —cuestiona.

—No te preocupes por nada padre. Stefano tiene todo perfectamente controlado. La próxima semana se hará la entrega con los turcos. No habrá ni un solo error así que concéntrate en tu principal objetivo.

—Eso espero Alessio.

Angelo deja de comer y se levanta de la mesa.

—Tengo que irme. Tengo trabajo que hacer.

—Suerte —le dice su hijo.

—No necesito suerte hijo, tengo esté juego ganado.

El hombre se va del comedor.

Arrogante. Es un maldito arrogante al igual que su hijo.

—Date prisa —Alessio voltea hacia mi —.Tenemos que salir.

—No quiero ir a ningún lado.

—Dije que te des prisa, vendrás conmigo.

—Ya te dije que no quiero ir a ningún lado contigo. No me importa si quieres o no.

—Alessio es demasiado temprano para tener que soportar tú mal humor. No me arruines el desayuno hermano —le dice Beatrice.

No quiero ir a ningún lado con él. No quiero que intente abusar nuevamente de mi.

—Hermana, céntrate en tus asuntos —responde —.¿No le comentaste a papá que querías abrir una boutique en la ciudad? Creo que es mejor que te concentres en eso que en mis asuntos maritales con Dominic.

—Tengo el tiempo suficiente para hacerme cargo de la apertura de mi nueva tienda y de cuidar a esté chico de ti, Alessio por favor no te preocupes por nada hermanito.

Hay mucha tensión entre ambos. Demasiada mejor dicho. Si las miradas mataran estos dos ya se habrían marchado de esté mundo.

Termino de desayunar al igual que Alessio, nos levantamos de la mesa y caminamos hacia la salida de la propiedad. Salimos de la casa y vamos hacia el coche que estaba esperando en la entrada. Alessio abre la puerta y voltea hacia mi.

—Sube.

—¿A dónde vamos?

—Sube —vuelve a decir.

—¿A dónde vamos? Quiero saber a dónde me quieres llevar.

—Dominic has lo que te estoy diciendo. Créeme que te conviene hacerlo. No me hagas perder la paciencia.

—No sabía que una piedra cómo tú tenía paciencia —avanzo hacia el coche y subo.

Alessio sube igualmente, cierra la puerta, el chófer enciende el coche y comenzamos a avanzar.

El nerviosismo no se hizo esperar. Él no saber cuál es ahora su maldito plan me está comiendo vivo. Todo se puede esperar de esté sujeto.

—¿A dónde vamos? —volví a preguntar.

—Eres molesto.

—Quiero saberlo.

—No te voy a lastimar si es lo que quieres saber.

—No confío en ti.

—Pues deberías.

—No, no debería. Mucho menos después de lo que trataste de hacerme anoche —le digo —. Trataste de violarme, actuaste cómo un auténtico animal.

El oji-azul no responde ante mis palabras. El coche siguió su camino por unos cuántos años. Ahora estamos en la ciudad, Alessio no ha dicho ni una sola palabra en todo el camino, ni yo tampoco. Lo menos que quiero es dirigirle la palabra.

El coche finalmente se detiene.

Alessio abre la puerta y baja.

—Llegamos —me dice.

—¿Dónde estamos? ¿Por qué me trajiste aquí?

—Por que aquí está tú regalo de bodas.

—¿Qué quieres decir?

—Baja y lo verás Dominic.

Bajo del coche y Alessio me hace un señal con la cabeza para que mirara hacia la derecha.

Volteo hacia allá sin decir nada.

—¿Es...?

—Tú regalo.

—Es el edificio de mi abuela.

—La vas a ver.

—¿Qué? —lo miro —.¿De verdad? ¿De verdad estamos aquí para ver a mi abuela?

—Si. Vinimos para eso.

—¿Por qué haces esto? ¿Por qué me dejas verla ahora?

Él no responde y avanza hacia la entrada del edificio.

¿Qué carajos le está pasando?

¿Por qué está haciendo esto?

De LucaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora