Jimin se frotaba contra el bulto bajo él mientras compartía un húmedo y exigente beso con Jungkook.
La silla rechinaba un poco cada vez que se empujaba y las grandes manos del pelinegro se aferraban a su cintura.
¿Se preguntarán como habían llegado a tal situación?
¿No era obvio?
Jimin también necesitaba desayunar.
Todavía recordaba como le gustaba cocinar cuando era un humano, ya que sólo debía preocuparse por él aprendió a hacer todo tipo de receta que hoy en día alguna que otra ya había olvidado, era extremadamente raro que cocinara ya que la comida y algunas bebidas se sentían simples.
Disfrutaba de beber, los sabores amargos eran detectados por su paladar y se aferraba a ellos para no olvidar su humanidad, el hecho de que le atrajera algo tan dulce como Jungkook fue toda una sorpresa para él, recordó por medio de ella que los sabores dulces existían.
Ya que Jungkook no tenía la gran cosa en el refrigerador, fue tarea difícil el cocinar, terminó tostando pan de caja, cocinando huevos picados mezclados con jamón y cortó un melón que encontró en el fondo del refrigerador.
Le vio comer en silencio, más bien lo admiró como tonto embelesado, esperando su turno para comer y cuando ese momento llegó, media hora después no pudo controlarse y se lanzó al regazo de Jungkook para besarle.
Aunque claro, si por él fuera sus labios se encontrarían en otra parte igual de apetitosa.
Con sólo el recuerdo de él con el pene de Jungkook en su boca le provocó un escalofrío placentero, se frotó con lentitud y Jungkook gimió, alejando su rostro para mirarle.
Ojos dilatadas, mejillas levemente sonrojada y labios rojos, Jungkook definitivamente era el espectáculo más hermoso que había encontrado.
-¿Podrías calmar tus hormonas?-preguntó Jungkook entre jadeos.-No voy a darte eso.
Jimin puchereó y pegó sus labios a la barbilla del pelinegro.
-Eres un aguafiestas.-refunfuñó.-Sé que también quieres, déjate de hacer el difícil.
-¿En que momento dije que quería? Yo solo te proveo alimento y quiero dejar algo en claro ahora que tengo la oportunidad, no esperes más de mi de lo que ya recibes y quiero que dejes de manipular mi cuerpo.
Jimin apoyó su espalda contra la orilla de la mesa que se encontraba tras él ¿Cómo podía Jungkook pasar de un momento caliente a discutir molesto? Aunque sabía que tenía razón, con el temperamento del pelinegro, sobre el hecho de manipular su cuerpo tan seguido, hasta se había tardado en reclamar.
-Lo siento.-murmuró Jimin.-Acostumbro manipular a los demás para recibir lo que quiero o en modo de defensa, no volveré a hacerlo.
Jungkook alzó una ceja, pasando de molesto a incrédulo.
-Eso espero, de lo contrario tendré que tomar ciertas medidas.-murmuró.
Jimin ladeó la cabeza y una sonrisa coqueta cruzó sus labios.
-¿Me castigarás? Por un momento olvido que eres mi amo, lo lamento, dejé mi collar de perro en tu habitación iré pronto por él para recibir mi...-Jimin dejó de hablar cuando Jungkook palmeó con un poco de fuerza su espalda, no le dolió, pero no pudo evitar reírse ante la expresión molesta del pelinegro.
-¿No puedes tomarte nada en serio?-preguntó con fastidio Jungkook.-Levántate, me voy.
-¿Te vas? ¿Adónde?-preguntó Jimin haciendo presión con sus muslos para no moverse.

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Sweet (CON ERRORES)
FanfictionSu sangre era lo más dulce que había probado durante todos sus años de vida. ****** Temática de vampiros Jungkook activo Jimin pasivo -ERRORES ORTOGRÁFICAS NO CORREGIDOS POR EL MOMENTO-