Sweet (CON ERRORES)

Veinticinco

Trataba desesperadamente de abrir sus ojos los cuales los sentía excesivamente pesados, todo él se sentía pesado, todo estaba silencioso a su alrededor y su costado se sentía... Un tanto helado.

¿Qué sucedió? ¿Dónde estaba? ¿Dónde estaba Jimin? ¿Se encontraba bien?

Jadeó cuando trató de moverse, estaba débil, eso era más que obvio, hasta respirar dolía como no debería.

Algo helado tocó suavemente su mejilla y sus sentidos se pusieron en alerta al escuchar un bajo y lastimero gimoteo.

Abrió los ojos exactamente al sentir unos suaves labios sobre los suyos.

-Jungkook..-lloriqueó el pelirrojo.-Estás bien, estás bien....

El pelinegro trató de hablar, pero su garganta estaba reseca, Jimin le arropó con todo su cuerpo mientras lloraba desesperado sobre su pecho, aquello no hacía más que dañarlo, sabía que era el culpable de su dolor.

Observó a su alrededor y frunció las cejas recordando lo que había pasado, castillo, pasillos infinitos, Jimin corriendo y... Un vampiro...

Entonces ¿Por qué estaba en un cuarto completamente blanco y demasiado espacioso? Por lo que lograba ver no habían ventanas en ninguna pared y la camilla donde estaban era la única dentro, aun un poco desorientado sabía bien que se trataba de un cuarto de laboratorio en la sede de cazadores.

En su brazo izquierda mantenía un catéter en la parte interna del codo, le siguió con la mirada hasta llegar una bolsa cristalina que colgaba de un tripie porta sueros.

Trató de nuevo de decir cualquier cosa y se quejó cuando su garganta dolió, bajó la mirada y observó una jarra con agua y dos vasos sobre una mesita blanca.

Jimin se alejó de golpe, mirándole preocupado.

-P-Perdón, no quise lastimarte.-murmuró.

Jungkook negó y volvió su mirada a la jarra.

-¿Agua? ¿Quieres agua? De inmediato.-dijo Jimin levantándose rápidamente de la camilla para acercarse a la mesita, tomó la jarra con una mano y con la otra le dio vuelta a uno de los vasos de vidrio para luego verter el liquido.

Jungkook por su parte deseaba alcanzar el control que divisó en la orilla de la mesa, lo reconocía sin problemas y sabia que le ayudaría a mover el colchón hasta que la parte superior se alzara lo suficiente como para que pudiera tomar agua.

Jimin le extendió el vaso una vez estuvo semi sentado, Jungkook la tomó al instante y Jimin subió de nuevo a la camilla, sentándose en el espacio que dejó entre sus piernas para mirarle atento.

El pelinegro agradeció con una sensación de alivio cuando el líquido cristalino tocó su paladar, se terminó el vaso en un solo trago y todavía deseó más cuando lo alejó de sus labios.

-Jimin..-murmuró cerciorándose de que ya pudiera hablar correctamente, luego carraspeó.-Yo...¿Qué es lo que pasó? ¿Estás bien? ¿Todos están bien?

Los ojos del pelirrojo parecieron cristalizarse de nuevo y Jungkook pensó lo peor

-¡T-Tú! Casi te pierdo.-exclamó Jimin.-Fue mi culpa Jungkook, por favor perdóname, fue toda mi culpa.

Jungkook le miró un tanto afligido ante la desesperación del vampiro quien se acercó más y tembloroso tomó su rostro

-Jimin no...

-Fue mi culpa.-le interrumpió.-Yo sabía que con un brazo herido no podrías solo, algo que también fue mi culpa y yo me atreví a dejarte atrás.

-Yo... Entendí..