Que engañoso.
La manera en que poco a poco el sol se asomaba en el horizonte, cubriendo con su calor a las personas llendo con la corriente en el inicio de su día a día a pesar de no hacer mucho para ocultar el cambio de estación. Millones de pasos inundaban con su ruido las calles de la ciudad, marcando así la inevitable continuación del camino que todos los seres vivos en la tierra seguían con rumbo a su destino.
Precisamente se trataba de toda esa normalidad. Tan usual como se veía para cualquiera que se molestara en detenerse un momento para apreciarla, esto probaba que realmente las apariencias engañan.
Ya que por más pacífico que parezca, ese mismo día sucederían cosas increíblemente complicadas para ciertas personas... En formas con las seguramente tendrían problemas.
De cualquier manera, el ajetreo afuera creaba una curiosa comparación con como iban las cosas dentro de esa particular residencia. Mientras que las calles se aceleraban - metafóricamente hablando. - por aquí todo pasaba con gran lentitud.
Honestamente, se escuchaban más bostezos que palabras.
—Haa... Buenos días a todos.
—¡Buenos días!
—Buenos días Itsuki.
—Días.
—¿Está listo el desayuno? —La peli-roja caminaba mientras se estiraba, tratando de deshacerse de la pereza de recién levantada.
—Yep. ¡Nino estaba en ello para cuando llegué! —No era sorpresa que Yotsuba tuviera tanta energía, aunque igual estaba manteniendo su uso al mínimo posible para ella—. De verdad me sorprendió, normalmente es de las últimas en despertar después de todo.
—El fin se acerca. —Agregó Miku.
—Dejen eso. Simplemente tuve que salir de la cama antes porque tengo cosas que hacer. Que se me hiciera fácil hacer el desayuno vino luego. —Al terminar de explicar, también terminaba de guardar las cosas que usó para cocinar, inmediatamente acercándose a la recién llegada para darle su parte—. Ten. Para ti hice algo más liviano, temo que arruines tu figura con el poco ejercicio que haces últimamente.
—¡Woah!, ¡¿Tanta agresividad desde temprano?!
Hubo bastante poco comentario mientras comían. Incluso ellas encontraban agradable sentarse en el mismo sitio sin interactuar demasiado cuando no tenían los medios para que fuera de otra manera. No obstante cabe mencionar que con el pasar de los minutos y el desayuno ahora llenando sus estómagos, sus reservas de energía aumentaban y con ello también lo hacían sus ánimos.
Poco a poco pequeñas conversaciones se dieron aquí y allá de a momentos. No era nada realmente importante, solo Yotsuba llendose de tangente acerca de sus planes para el día, Nino aportando algo de información acerca de sus propios planes y las dos hermanas restantes simplemente escuchando. Miku porque, bueno, ella es así; e Itsuki porque a pesar de las rarezas que se ha encontrado últimamente, seguía considerando hablar con la boca llena como algo increíblemente descortés y desagradable.
Sin embargo con todo el avance de la charla, la misma Itsuki no pudo evitar notar que algo faltaba.
Algo importante.
—Oh. —A buena hora cayó en cuenta—. Cierto. Ichika no está aquí. Eso es raro.
Sus hermanas captaron a lo que se refería de inmediato, lo que cambió el objeto de interés en las cuatro bastante rápido.
—Ahora que lo dices, Gaiou tampoco está aquí. —Yotsuba dijo sujetándose la mandíbula como si estuviera buscando por más detalles que se le escaparon, aunque no existieran—. Siendo sincera pensé que lo veríamos antes. No sé en qué me basaba para eso la verdad.
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Tutores Divinos
Фанфик¡Re: Make! Pereza, Caos, Fuego y Fantasía. Esas cuatro cosas componen la fórmula perfecta para un dia a día de estupideces y desmadre absoluto. Y ahora, los cuatro seres que las representan terminaron, por tonterías suyas, en un lugar que probableme...