Tutores Divinos

17 - Generando Avances.

Muchos dioses pueden volar y por el espacio viajar, pero ellos pueden ca-mi-nar.

Ca-mi-nar~♪.

Era temprano, habían salido unos minutos antes de lo que lo hacían normalmente y como resultado de eso ahora tenían bastante tiempo para relajarse antes de llegar a la escuela. Llegaron a analizar sus opciones incluso y por una vez escogieron el agradablemente normal y pacífico rumbo de simplemente caminar hasta su destino mientras hablaban, haciéndose compañía los unos a los otros.

Cómo de costumbre, individuos como ellos llamaban muchísimo la atención casi por naturaleza, por ello fueron blanco de miradas por parte de todos los que los tenían en su rango de visión, básicamente. Pero como este tipo de cosas son una ocurrencia considerablemente habitual, a ninguno parecía molestarle en lo absoluto.

—Esto es ridículo. —Desgracia. La voz de Axel se hizo más presente que las del resto por un segundo, y se notaba un poco acomplejado por lo que sea que estuviera pasando ahí—. Somos literalmente Dioses, ¿Por qué estamos teniendo ésta conversación?

—¿Porque es natural? —Red respondió, mirando al otro sujeto con ojos rojos en el grupo como si no acabará de decir una estupidez.

Pero claro, no es como si eso fueran noticias nuevas.

—¿Natural? —El peli-negro debatió, frunciendo el ceño y masajeandose la frente. La migraña era potente—. ¿Qué tendría natural que un actual DIOS esté preguntándose cosas acerca de religión?... ¡¿Por qué nos importa esto en primer lugar?!

—No lo hace. —Habló Gaiou, volviendo rápidamente a atender la galleta en su mano.

—Pues si. Fué Red quien sacó el tema. —Y Arck lo apoyó. La mayor parte de la conversación solo habían sido ellos haciendo sus cosas, Gaiou comiendo y él dejándolos ser, así que no había participado mucho hasta ahora—. Creo que es claro que ninguno aquí, además de Red obviamente; era precisamente "creyente" antes de que se hiciera oficial nuestro estado como deidades.

—¡¿Entonces?! —Frente a la exasperación del Furro, Arck se encogió de hombros sin mucha más idea de qué decir.

—Pues simple. —Turno otra vez de Red—. Yo creo que es netamente natural que las personas escojan creer en algo antes que nada. Todo este tema de la divinidad medio se metió en el camino, pero funciona, ¿Así que que hay de malo en eso?

—Red literalmente te voy a golpear. —Axel amenazó.

—Aquí no. —Por suerte tenían al único consciente de los cuatro ahí asegurándose de que no se metieran en problemas—. Muchos testigos.

—Si, si. Pero ya en serio. Ni siquiera es que esto me moleste, porque por mi todo el mundo puede creer en lo que le dé la gana, no sirve de mucho tratar de negar eso. Pero me sigue pareciendo redundante.

—No es tan malo.

—No lo sería si no te hubieras propuesto darnos a todos una presentación de una puta hora de por qué la humanidad necesita esto. —Y ahí estaba, la verdadera razón por la que estaba aburrido de la mierda del rojo—. Yo solo quería comer mi desayuno en paz mientras voy a la escuela, no escuchar a alguien poniéndose filosófico sin opción para evitarlo.

Esa breve explicación no hizo más que hacer reír al tipo con armadura y de pronto Mister entendía un poco mejor por qué Gaiou no los soportaba a ninguno de los dos.

—No pues, si me extendí un poquito. —El grupo entero lo miró con una ceja levantada, pero el tipo ni se inmutó—. Aún así, ¿Acaso no creen que tengo razón?

—Meh.

—Supongo. Digo, no es que importe mucho a estas alturas.

—Tomaré eso como un: "Si, Red. Tienes toda la razón, eres un genio". —Exclamó con un orgullo que no se sabe de dónde salió, inflando el pecho y todo.