Tutores Divinos

14 - Las Luces en el Cielo son Estrellas [Parte Uno].

Espero que quien esté leyendo esto tenga un par de horas libres... Porque esto va para largo.

[ 21810 PALABRAS ]

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Un nuevo día, nuevas oportunidades de terminar arruinando cada aspecto de sus de por sí ya jodidas vidas.

Había pasado muy poco tiempo - bajo la perspectiva de seres a los que el paso del tiempo en si no les genera ningún tipo de complejo. Que se contentaban con saber que era algo que existía y ya. - desde que llegaron a ese mundo y ya les habían sucedido un montón de cosas, de las cuales la mayoría no fue para nada planeada. La cantidad de problemas en que se habían metido nada más empezar fue épica, pero preferían no pensar en ello demasiado. Había sido divertido - la mayoría de veces. - después de todo.

Peeeero, ¡¿Qué punto había en pensar en eso justo hoy?! ¡Ninguno, con seguridad!

Era su día libre. Que se jodan las crisis existenciales, lo único que querían era flojear todo el día... Y quizá morirse de paso, pero eso era un tema distinto.

—¡Axel! ¡Tú y tus amigos controlense ya! —Que curioso. Empezamos con un tipo mayor gritando... Y es curioso que no sea tan extraño—. ¡Si me van a espantar los clientes entonces ya no los dejaré venir aquí!

—¡Gaiou!

—¡¿Y yo qué mierda tengo que ver esto?!... No, más bien: ¡¿Por qué tendría que ser especialmente mi culpa?!

—¡Todos aquí sabemos que eres el único que mira a conocidos y desconocidos con intenciones homicidas!

—No me vengas con esas mamadas ahora, estoy comiendo mi pescado frito muy tranquilamente >:^

—Ya lo sé. Me hiciste ir allí a cocinarlo aún sabiendo que hoy no tengo que trabajar >:^

La discusión sin sentido tampoco podía faltar.

—¡Zeus! Larai larai Lala, lalalaira lalaira lalaira~♪ —Luego estaba Red, que ni siquiera estaba prestando atención por hacer un dibujo de algo que nunca en su vida podrá tener.

Genshin Impact.

El dueño del local tuvo un para nada sutil tic nervioso en el párpado únicamente por ver cómo uno de sus empleados - el único ahí... Sin tener que estarlo. - salía volando por la puerta junto a un par de sillas desafortunadas. Sumando a su impresión el contraste que se presentaba con los otros dos.

—Al menos esta vez no lo lanzó por la ventana. —Mientras tanto, Arck solo disfrutaba de la tranquilidad en medio de ese caos tan usual en sus vidas.

—...¿Así son siempre? —Se atrevió a preguntar el hombre a cargo de todo el lugar.

—Oh. No tiene ni idea. —El peli-azul se limitó a soltar una pequeña risa. Demonios... De verdad no tenía ni idea—. Esto es un domingo perfectamente pacífico si me lo pregunta a mí.

—¿Qué? ¿Esto te parece pacífico?

—Nada ha explotado, así que sí.

—...

En efecto era un día totalmente tranquilo para todo el mundo. Los cuatro Dioses convivían en perfecta armonía... Y diremos eso porque vamos a ignorar las sillas rotas y el asfalto quebrado; gastando el poco dinero que tenían en comida, cosa que es bastante normal la verdad. Simplemente perdiendo el tiempo como el grupo de vagos que son cuando no tienen ninguna responsabilidad que atender.