Tutores Divinos

24 - For the Dancing and the Dreaming 『I』

Finalmente. Luego de tantas dificultades, la nieve conteniendolos quedó solo como una memoria pasada.

Por fin habían llegado a su destino.

-Nosotras vamos a encargamos del curry, ¿Entendido? -Declaró Nino, específicamente mirando con severidad a cierto peli-negro de entre todos en el grupo de chicos haciendo una línea frente a ella. -Mientras tanto, ustedes van a preparar el arroz.

-Okay. Suena como una división de tareas razonable. -Axel, siendo sujeto al trato hiper "no te pases de listo o te partiré en dos como a una varita" por parte de la chica de listones gemelos, tan solo se quedó ahí parado y aguantó. Mantener su cara de siempre estaba siendo difícil por varias razones, pero de alguna manera se las estaba arreglando aún si algunas gotas de sudor comenzaban a notarse en su mejilla.

-Las bromas están fuera de la mesa cuando digo que si lo arruinas de cualquier modo no verás la luz del día otra vez. ¿Sabes lo que eso significa verdad?

-Oye yo trabajo en un restaurante, no me compares con estos tipos.

-¡Hey! -Protestaron los extras.

-Diria que no trataba de ofender pero creo que el daño ya está hecho.

-¡Estoy hablando en serio! -Nino alzó la voz, tomando un audible paso al frente mientras ponía sus manos a sus costados. -¡No eches esto a perder o te haré comida para oso!

-¡¿Por qué eres tan casual acerca de cometer crímenes de lesa humanidad en mi contra?!

-¡¿Algún problema con eso?!

-¡¿Qué clase de pregunta es esa siquiera?!

Los estudiantes viendo al par "discutir" se echaron para atrás. No tenían idea de cuál era la mala sangre entre esos dos pero si sabían que no querían ni una sola gota de eso para si mismos. Lo malo de esto es que nadie los detuvo y continuaron así por un rato más, pero era eso o arriesgar vidas humanas.

Estarían bien (tal vez) pero tiempos oscuros se acercaban, el día de pronto se hacía más largo en el horizonte.

-Red-kun, por allá necesitan ayuda moviendo los cubiertos. ¿Podrías?

-Sin problema. Te aseguro que lo tengo todo cubierto. -Contestó el nombrado, apuntando a su propio rostro con el pulgar y "brillando" al lanzar ese ultimo, uhm, comentario, al mundo.

-...Gracias. -La peli-rosa decidió no comentar por toda la consideración que le tenía al peli-rojo, pero vaya que su cara mostraba exactamente que pensaba acerca de ese chiste. -Ya que estamos, si puedes echar un vistazo al grupo que cocina trata de revisar que Miku no esté agregando agentes extraños a la comida otra vez, por favor.

-Seguro. ¡Vuelvo enseguida!

-Contamos contigo.

Para bien o para mal. Y es que por más que rechace la idea de pensar mal acerca de su hermanita, existían ciertas cosas que no eran negociables.

El bienestar de todos ahí, por ejemplo.

-Oh, eso de ahí está sucio, ¿Verdad? -Le habló la Nakano (luego de sacudir el Bad Ending que visualizó de su cabeza) a uno de sus compañeros. -Está bien, dámelo. Yo lo lavaré.

-Gracias, mis manos estaban comenzando a doler.

-Hehe. No te preocupes por eso.

-Man. Nakano-san es increíble en todo lo que hace. -Le susurraba un chico a su amigo que tenía al lado. -Tan amable, es como revivir memorias de la niñera buena onda que tuve de niño.

-Quisiera que ella limpiara mi habitación también.

Disclaimer por parte del autor para confirmar que efectivamente eso es un diálogo cien por ciento real del manga.