Jungkook no tenía escapatoria.
Lo supo desde un principio.
La primera vez que lo conoció a él, fue en un bar, aunque no fuese mucho de salir entre semana, Min Yoongi, su mano derecha y amigo, había insistido tanto en ir, luego de una larga semana de trabajo en sus aburridas oficinas, Jungkook siendo amante de la libertad qué apesar de estar casado con una preciosa mujer acepto gustoso sin dudarlo, él tenía claro algo, o al menos desde que inició su matrimonio, que a simple vista parecía perfecto.
Él no iba a ser limitado a una sola persona. Mucho menos a su esposa, siempre fue amante de su libertad y a lo que esta conllevaba.
Solo bastaron unas simples miraditas, descarados coqueteos y en cuanto menos se lo espero, tenía a un joven de cabellera azul, bajo su cuerpo, mientras él besaba cada parte de su delgada complexión, los deliciosos gemidos del bello chico que estaba siendo sometido esa primera noche, era lo que Jungkook anhelo oír.
No supo su identidad en esa primera vez que se vieron, tampoco pregunto por eso cuando lo llevó a un hotel y volvieron a intimar porque estaba tan embriagado por él, que eso fue lo último que quería saber , pero con el paso de los días su interés incrementó en demasía. Pues lo que parecía una noche llena de lujuria, comenzaría a ser parte de su rutina.
Desde la primera noche, Jungkook buscó por todos los medios a ese chico, con el deseo y ansias de verlo de nuevo, intento volver a ir al mismo lugar donde lo había visto por primera vez, y aunque se acostó con muchas más personas después de él, intento imaginarlo a él, al chico de identidad desconocida pero de belleza inimaginable, hasta que dio con él dueño de sus más sucias y despiadadas fantasias, supo a grandes ligas que un crío como él, caería tan rápido ante sus garras, pues la escasa madurez y la poca dignidad que le mostró en el primer momento en el que se vieron, le hizo saber que sería demasiado fácil tenerlo cuando, cómo y donde lo quisiera. Kim Taehyung, un joven universitario que estaba a dos años de terminar su carrera de medicina, vivía en Seúl, pero era originario de Daegu, no tenía familiares en la cuidad, todos estaban fuera del país y solo lo visitaban de vez en cuando, tenía amigos, muchos, era dedicado al estudio. Su interés hacia Taehyung incrementó, tanto que incluso pudo saber que Kim ha tenido a múltiples chicos como sus presuntas parejas amorosas, nada fuera de lo común.
Por otro lado, Jeon Jungkook, quien quedó encantado con el jovencito, es alguien que hizo crecer su negocio gracias a su inteligencia y lo rápido que era en conseguir la confianza de empresarios influyentes, consiguió tener éxito, uno que no muchos podrían lograr, conoció a Seo Yunha, en la preparatoria, fueron amigos, y sucesivamente surgió el amor, ella siempre estuvo para él, cosa que Jungkook agradeció, se casaron, fueron felices.
Eran felices, a pesar de todos los problemas y a pesar de que Jungkook disfrutaba el tener a más personas en su cama muy aparte de su esposa.
Yunha, era tonta y un poco ingenua, por no decir mucho, al creer su esposo había cambiado después de lo que fue. Aunque por otro lado eso no fue así, Jungkook era todo lo que no quisieras encontrarte, su cuerpo musculoso y su rostro tan atractivo dejaban mucho que desear, tenía un increíble físico pero su personalidad, sin embargo la poca lealtad que conformaba su persona dejaba mucho que desear.
Porqué cuando una persona llena de poder jamás se cansa hasta obtener lo que ellas consideran suficiente de otras personas.
Simplemente, aveces podemos ser unas tontos enamorados.
O en su peor caso, unos ambiciosos.
[...]
Un año después.
Taehyung supo que se había metido en la boca del lobo, desde que se independizó, le gustaba salir con quien quisiese aunque nunca fuera algo formal, solo sexo, sin compromisos, sin responsabilidades, sin ataduras, sin embargo nunca imaginó que una noche en la que se daba inicio el verano, en uno de los lugares que frecuentaba cuando estaba aburrido, conocería a esa persona que marcaría un antes y un después, a esa filosa navaja que dejaría una profunda cicatriz que sería difícil de borrar.
Taehyung parpadea una vez más, mientras está acostado en la cama de ese departamento que no es suyo, suspira, mientras se levanta abruptamente y entre la oscuridad intentó encontrar sus pertenencias, tanteando el suelo. Esta desnudo.
No quería quedarse ni un minuto más ahí, no cuando sabía que ella dentro de poco le llamaría para rogarle que llegase a su casa, a la casa de ellos, la misma que compartían desde hace años, él hombre que duerme en el otro extremo de la cama en esa oscura habitación, está casado, lo sabe. Porque si saberlo no era suficiente, él anillo en su dedo lo gritaba.
Es por eso que le quema, le duele mucho.
Taehyung lo observa con detenimiento, odia compartir todo lo que quiere y lo que cree suyo.
Se ríe de sí mismo, eso suena muy hipócrita.
Esas estupidas llamadas le recordaban que Jungkook no era suyo y que era un hombre comprometido, con una mujer que era su esposa esperándolo.
Mientras Taehyung es el tonto enamoradizo del esposo infiel.
Pero no tiene ni voz, ni voto, porque ahí, él solo es el plato de segunda mesa una aventura más. Se apresura a abrochar sus pantalones y sucesivamente también se coloca su abrigo junto a sus zapatos.
Quiere despedirse, aunque lo que más quiere, es quedarse.
— ¿A dónde vas? — Jungkook pregunta tan de pronto, mientras aún está acostado y con los ojos cerrados, le es inevitable no sentir su ausencia en la cama cuando su cuerpo es tan abrigador.
— Me tengo que ir, mañana tengo un proyecto que presentar y temo no llegar a tiempo. — Mintió sin tomarse el tiempo de mirarlo. Mientras trata de peinar su cabello, se limpia las lagrimas que amenazan por salir.
Jungkook estuvo a nada de abrir su boca para decir algo, pero simplemente no quiso hacerlo, igual tenía demasiado sueño como para decir algo, así que solo asintió a pesar de que sabía que su amante no le estaba mirando.
Porque ellos no eran nada, más que dos cuerpos desnudos.
— Bueno, nos vemos después, adiós. Te deposito mañana en la mañana.
Tal ves esas no eran las palabras que él quería escuchar, tal ves, por una ocasión espero que Jungkook le pidiera quedarse con él.
Que le rogara.
Taehyung asintió de igual manera y le dio un ligero beso en la mejilla a Jungkook antes de marcharse a su solitario departamento, al salir fuera del edificio del hotel en donde suelen frecuentarse, el viento frío soplo, le heló el cuerpo.
Hacia frío y el pecho que ardía de dolor, lo empeoraba todo.
Y la verdad, no estaba seguro si podría aguantar más. Sentía que el frío le estaba congelando el corazón.
— Y ni así dejo de pensar en ti, que estúpido. — Dijo Taehyung molesto, molesto por amar a la persona que no lo amaría de vuelta.
Porque esa persona, estaba atada a otro de por vida, y desgraciadamente, no era él.
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Secret ▸ 𝖪𝗈𝗈𝗄𝖳𝖺𝖾 ⎿𝗖𝗢𝗠𝗣𝗟𝗘𝗧𝗔⏋
FanfictionTener poder entre sus manos, era cualidad de poseer todo lo que deseaba, o al menos así pensaba Jungkook. Nunca fue fiel creyente de pertenecer a una sola persona, él amaba a su esposa. De eso estaba seguro. Pero también le gustaba Taehyung y todas...