12 ─── Drinks too many

2.8K 312 46
                                        

Pelearon nuevamente, y lo cierto era que no se volvieron a encontrar después de esa fuerte discusión.

Ninguno parecía que quería arreglar las cosas, Jungkook era un hombre que siempre había estado acostumbrado a que las personas fueran hacia él, sin necesidad de mover aunque sea un dedo.

Taehyung por otro lado, había decidido no ir esta vez aunque en el fondo de su ser, era lo que más deseaba.

Comenzó a hacer ejercicio sin descanso y a hacer dieta sin saber que eso afectaría su salud, hasta a su estado de ánimo de forma fraudulenta, hay veces en las que extraña comer cualquier cosa sin necesidad de preocuparse por subir de peso.

Solo quiere que Jungkook lo acepte, pobre iluso.

- Taehyung, ya me cansé. - Se quejó Rosé, ambos amigos habían salido a correr justo en la mañana. - Ya no aguanto.

- Rosé, recién hemos empezado, no llevamos ni 5 minutos corriendo. - Le respondió, intentando ignorar que su estómago pedía ser alimentado.

- Podríamos salir a algún lugar. - Pensó un momento más al decir las cosas y casi se besa a sí misma por su grandiosa idea - Como tú amiga, te recomiendo ir a un restaurante de carne. - Sonrío. - Solo si tu quieres. O iríamos a mi departamento y miramos una película.

- Pero... - Fue interrumpido.

- ¡Necesitas distracción! Puedes distraerte conmigo cuando quieras. - Le sonrió tomando su mano, aunque también sintió frías estas y más delgadas de lo recordaba.

Objeto por no decirle a Taehyung lo que se sentía tomar la mano de un esqueleto.

- Estas más delgado - comentó borrando todo rastro de felicidad.

Kim apartó sus manos de las de su amiga nerviosamente, y le sonrió amargamente.

-Estoy a dieta.

- ¿Por qué? - Quiso saber.

- No me siento bien conmigo mismo. - Jungkook no se siente bien con mi cuerpo.

- Tae... - Ella sostuvo sus mejillas ó más bien lo que quedaban de ellas, entre las calidas palmas de sus manos y acarició con sus pulgares la piel de su rostro- éstas perfecto como sea, el físico solo es subjetivo, es idiota que te menosprecies o quieras cambiar para complacer a la sociedad.

- Pero Jungkook dijo-

- Ahora todo tiene sentido. - De repente se apartó de Taehyung, le miró con enojo reflejado en el rostro. - No vale la pena decirte algo respecto a él, porque yo se que no me vas a hacer caso.

Rosé se dio media vuelta antes de mirar por el rabillo de su ojo a su amigo.

- ¿Vienes?, ¿ó prefieres estar aquí? En busca de una aceptación de parte de ese sujeto, si de verdad te quisiera entonces te querría tal y como eres, no intentaría cambiarte. - Dijo Rosé.

Taehyung le sonrió ligeramente, antes de tomar su mano y ambos se marcharon del lugar.

[...]

Bendito el día donde Rosé dejó que su hermano y Taehyung fueran a ese maldito lugar de mala muerte donde su amigo conoció a Jungkook. Al llegar al departamento, Taehyung se llevó la sorpresa de que ver a su mejor amigo ahí también, aunque era de esperarse pues Jimin y Rosé son hermanos, aveces incluso se quedaba a dormir con ella. En toda la tarde que estuvieron juntos los tres fue demasiado fácil para él recordar el tiempo en el que solo eran ellos, de hecho fue lo último que recordaba, la estaba pasando bien.

Aunque le confundía el comportamiento que esté le mostraba. Le ponía nervioso que su amigo de toda la vida le coquetee de forma sutil desde aquella vez que se vieron en esa cita a ciegas, claro que Taehyung se hace el tonto y lo ignora, pero teme no hacerlo más.

La pequeña reunión de amigos se tornó un poco extraña, de un reperente los tres se encontraban bebiendo licor a más no poder, mientras hacían chistes tontos y bromas graciosas.

- Yo... yo, nunca... nunca me he besado con un hombre. - Dijo Jimin seguido de una sonrisa tímida, producto del alcohol.

- Claro. - Rosé se burla de su hermano. - Olvide que eras virgen, virgen.

Jimin la mira mal.

- ¿Cómo que no? - Preguntó Taehyung, ganándose la mirada de ambos Park, él parpadeando confundido. - ¿Nunca, nunca?

- Nunca. - Respondió el rubio.

- Entonces quiero ser el primero en besarte. - Dijo Kim, mientras se limpiaba torpemente las mejillas, luciendo tan malditamente adorable, provocando que Rosé casi soltara un chillido de emoción, los tres estan tan jodidamente ebrios que probablemente mañana no recuerden lo que pasará esa noche.

Park le miró confundido, estaba tan mareado, pero su pecho latió de manera desenfrenada como si quisiera salir de su lugar, al escuchar las palabras de su amigo el alcohol que había ingerido anteriormente había dejado de hacerle efecto.

Siendo sincero a Park Jimin le llenaba de felicidad extrema que su amor imposible quiera besarlo o mejor aún, ser su primer beso.

Ahora que estaba así tan cerca de alguien a quien él consideraba inalcanzable, se pudo dar cuenta de qué no era bueno que se aprovechara del estado de su amigo.

Pero se tragó la culpa y le hecho la culpa al alcohol.

- Creo... - Él peli azul se acercó a su amigo, sentándose en su regazo, las manos de Jimin lo atrajeron a su cuerpo por su estrecha cintura, ambos sintiendo el tembloroso aliento del contrario - Creo... que voy a besarte.

- ¿Y por qué no solo lo hace? - Se quejó la chica, mientras se contenía a lanzar un cojín a su hermano. - No sólo lo digas, solo bésalo.

Sus ojos se encontraron, estando así de cerca les ponía los pelos de punta, sus mejillas se llenaron de rubor, sonrieron tontamente.

- L-Lo haré, ahora.

Park asintió embobado por los labios en forma de corazón de su mejor amigo, ahora sintiendo sus narices y respiraciones chocar, los párpados de ambos se cierran completamente.

Y entonces sin más preámbulos y con ansias, ambos juntaron sus labios. Se movieron con delicadeza, solo tocándose y disfrutando del tacto, sus belfos danzan como una hermosa melodía.

El tacto es tan íntimo y extraordinario, que pronto la tercera presencia sintió que estorba.

- Oh, mierda, de verdad lo hizo. - Rosé susurró para sí misma. La pelirroja miraba la escena estupefacta, mientras se ponía de pie con dificultad a causa del alcohol e intentaba huir de aquel lugar. - Yo soy la que sobro aquí. - Miró con una leve sonrisa a Jimin. - Bien hecho, hermanito.

Rosé abandonó el departamento, dejando a la pareja en su propio mundo, a quienes poco les importó su ausencia. O más bien, siquiera habían notado que ya no encontraba más ahí.

El ambiente no es intenso, para nada incomodo ni mucho menos explícito, el romance atrapado en forma de una amistad de años es el protagonista que reina en ese entonces, mientras ambos amigos se besan con tanta dedicación y con todo el amor del mundo, dándose cuenta de que probablmente no se arrepentirán al día siguiente.

Tal ves dentro de ellos, muy en el fondo, ambos lo deseaban desde hace tiempo.

Solo tal ves, Taehyung estaba consciente de lo que acababa de hacer.

Y le gustó.

Secret ▸ 𝖪𝗈𝗈𝗄𝖳𝖺𝖾 ⎿𝗖𝗢𝗠𝗣𝗟𝗘𝗧𝗔⏋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora