𝐘𝐞𝐥𝐥𝐨𝐰 𝐅𝐥𝐨𝐰𝐞𝐫𝐬 𝐚𝐧𝐝 𝐂𝐨𝐟𝐟𝐞𝐞 𝐂𝐮𝐩𝐬; 𝐉𝐲𝐕

Capítulo 11.

Los globos de colores estaban por todas partes, una mesa llena de regalos y muchos niños corriendo de un lugar a otro.

Jared estaba junto a Juliana acariciando su cintura por arriba del corsé rojo con dorado, la falda azul y el lazo dorado en colgando en su cintura completaban el disfraz. Jared estaba disfrazado de aquaman.

Conversaban felices y Juliana ignoraba las miradas lascivas y de molestia de Jared por su falda.

—¿No pudiste encontrar una falda más corta? —Susurró Jared.

—No empecemos a discutir, Jared. —Juliana rodó los ojos y su voz era apenada.

Jared rodó los ojos y se mantuvo serio.

Valentina llegó junto a ellos con una brillante sonrisa.

Estaba emocionada, le agradaba supergirl y estaba feliz de que su cachorro cumpliera otro año.

—¡Soy la mejor mamá del mundo, Juliana!

Juliana rio.

—Si, creo que la fiesta es adorable.

—Creo que te ves asombrosa —Le ofreció una sonrisa adorable.

Juliana se sonrojó un poco y Jared gruñó.

Juliana vio apenada a Valentina quien levantó una ceja al escuchar el gruñido de Jared. Estaba a punto de decir algo cuando Mark llegó con ellos diciendo que era momento de partir el pastel y tomar las fotos.

Todos cantaban alrededor de Derek quien veía emocionado su pastel de cumpleaños con betún de mantequilla.

Al terminar la canción el fotógrafo se acercó a la mesa y apunto su cámara. Valentina tomó la cintura de Juliana, quien se sonrojó y sonrió más grande.

Este gesto no pasó desapercibido por Jared quien gruñó en voz baja.

—Iré por más platos para el pastel. —Dijo Juliana. Se agachó a la altura de Derek. —Feliz cumpleaños mi cachorro. —Dejó un beso en su mejilla.

Cuando Juliana entró a la cocina de la casa dejando el patio donde estaban los invitados, tomó los platos del pastel.

Jared venía detrás de ella.

—¿Es en serio, Juliana?

Juliana vio asustada al alfa que entró enojado a la cocina.

—¿Qué sucede?

Jared señaló afuera enojado.

—Sonreír porque una alfa te abrazara la cintura, como una zorra necesitada.

Juliana bajo la cabeza.

—N-no me di cuenta de que hice eso, sonreía para la foto.

Jared bufó.

—¡Claro, como si no supiera lo mucho que te gusta tu jefa!

Juliana negó con la cabeza en repetidas ocasiones. —Jared, yo te respeto, respeto nuestra relación. —Tartamudeó.

Jared se acercó a la omega acorralándola en una esquina.

—Eres una perra necesitada que quiere la polla de su jefa, tus miraditas con ella no me engañan, de seguro cuando no puedes verme es porque estás follandotela. —El tono de voz enojado de Jared hizo a la omega encogerse en su lugar.

Juliana negó. —N-no, y-yo te respeto, Jared. N-nunca te engañaría. —Jared le gruñó fuerte haciéndola temblar de miedo, se escuchó por el silencio que se encontraba en el cuarto.

—No me engañas, pe- —Un gruñido llamó la atención de los dos.

Los ojos llorosos de Juliana vieron a Valentina en el marco de la puerta, veía con rabia a Jared quien se separó rápidamente de Juliana.

—Largo de mi casa.

Jared rio y puso su sonrisa más carismática. —Estábamos jugando, Valentina.

Valentina se acercó rápido y se puso entre él y Juliana, quien temblaba de miedo.

—Sal de mi casa y no vuelvas a buscar a Juliana.

Jared vio serio a Valentina.

—Ella es mi omega, Valentina. —Valentina gruñó. —Tú no puedes decidir si puedo verla o no.

—No vuelvas, Jared. —La débil voz de Juliana se escuchó detrás de Valentina.

Jared frunció el ceño, empezó a enojarse y se quiso acercar a la omega para tomarla del brazo y reclamarla como suya, pero Valentina evitó que tocara a la omega al empujarlo fuertemente haciéndolo caer al suelo.

—No te acerques a Juliana, ni a mi casa, ni a mis cachorros. Juliana no es tu omega, porque es mía. —Le gruñó a Jared con su voz de alfa.

Jared vio asustado a Valentina quien se veía muy diferente a la alfa nerviosa y agradable que conocía, estaba furiosa, con sus ojos perdiendo ese azul característico, su voz sonaba más como un gruñido que hizo temblar a Jared.

Este se levantó y salió de la casa con rapidez.

Valentina se volteó y vio a la omega que temblaba en su lugar. La tomó en sus brazos y la abrazó tan fuerte como pudo, llenándola de su aroma.

Los tíos de Valentina siguieron vigilando la fiesta mientras ella estaba en la habitación de la omega consolándola.

—No te preocupes, omega. Yo siempre te protegeré. —Beso las mejillas de la omega en su regazo.

La pelinegra temblaba y se acurrucaba en el pecho de la alfa tomando el calor que podía y llenándose de su esencia.

—No me dejes sola, Valentina. P-por favor. —La omega susurró, la rubia alfa dejó un beso en la frente de la omega.

Después de unos minutos la menor se quedó dormida en sus brazos, se sentía protegida y cálida.

—Omega, tenemos que regresar con los cachorros.

La omega de Juliana se alarmó despertando a Juliana.

—S-sí, alfa.

Valentina tomó la mano de Juliana y la levantó junto con ella.

El resto de la fiesta Valentina mantuvo su mano envolviendo la de Juliana, quien se sentía un poco feliz por tener a Valentina junto a ella y a sus bellos cachorros.

—Valentina, ¿y-yo te gusto? —La omega pregunto con miedo al rechazo.

—Me gustas mucho, omega. Me gusta tu olor, tus ojos, la forma en que ríes y como eres una de las personas más inteligentes que he conocido en mi vida. —Valentina besó la frente de Juliana.

Se mantuvieron abrazadas durante todo el tiempo que tuvieron con un Derek feliz por ver a su mamá abrazando a la omega.

Su deseo de cumpleaños se cumplió, y su mamá al fin sería feliz con la omega.