𝐘𝐞𝐥𝐥𝐨𝐰 𝐅𝐥𝐨𝐰𝐞𝐫𝐬 𝐚𝐧𝐝 𝐂𝐨𝐟𝐟𝐞𝐞 𝐂𝐮𝐩𝐬; 𝐉𝐲𝐕

Capítulo 12.

Juliana se encontraba disfrutando de una película de Disney con Ian y Derek.

Específicamente la princesa y el sapo, los cachorros desarrollaron una especie de obsesión con la película unas semanas atrás por lo cual la omega ya se sabe las canciones de memoria. Definitivamente su favorita es la de 'lograremos ser humanos'.

El verano estaba cerca y los cachorros estaban emocionados.

Derek no podía esperar a dejar de ir a sus aburridas clases y Mark había tomado un trabajo en la heladería del centro comercial, seguía ahorrando para conseguir su auto.

—Mami. —Derek llamó la atención de Juliana jalando un poco su suéter. Los tres estaban acurrucados en el sofá, Ian veía entretenido la película, pero la atención de Derek estaba fuera.

—Si, bebé.

—¿Cuándo sabes que te gusta alguien?

Juliana rio nerviosa.

—C-creo que cuando quieres lo mejor para esa persona, te gusta su forma de ser, su físico tal vez también es importante que te interese lo que la otra persona piensa.

—Entonces, ¿te gusta mamá?

Juliana vio sorprendida a Derek.

—Derek, y-yo...

Las llaves de Valentina se escucharon en la puerta, entrando la fuerte alfa quitándose su abrigo.

Al encontrar a las tres personitas en la sala sonríe.

—Hola, mis personas favoritas. —Le da un beso en la frente a cada una.

—Mamá, —Derek llamó la atención de su madre. —¿Te gusta Juliana?

Valentina vio confundida a Derek, pero rio. —Yo adoro a Juliana, Derek. —Le guiñó un ojo a Juliana quien solamente se sonrojó.

Los tres tuvieron un momento agradable terminando de ver la película, hasta que Juliana y Valentina decidieron empezar con la cena mientras los niños jugaban un rato.

—Los niños están emocionados por el verano. —Juliana le sonrió a Valentina.

—Siempre ha sido así, adoran nadar en la piscina. Espero puedas quedarte este verano, Juliana. —Juliana vio confundida a Valentina.

—Valentina, adoro estar aquí, es mi trabajo, pero cuidar a tus cachorros me parece lo mejor en este mundo.

Valentina vio con cariño a Juliana, quien seguía cortando en forma de estrella las zanahorias de Ian.

—¿Q-quieres ir a una cita conmigo? —Tartamudeó Valentina, sus mejillas estaban rojas y podía jurar que se su voz desafinó al final.

Juliana le dio una sonrisa cálida a la tímida alfa que estaba junto a ella.

—Me encantaría. —Juliana dejó lo que estaba haciendo para tomar la mano de Valentina y atraerla a un abrazo.

La omega se acomodó en su pecho disfrutando del calor que irradiaba la mayor y su delicioso olor a café.

La alfa estaba sonrojada y acariciaba la cintura de Juliana.

—¡Mamá! —Llegó corriendo junto a Juliana, Mark, la arrebató de los brazos de Valentina y lloró en su pecho, agachándose. —¡Los niños son muy crueles y sus padres insoportables!

Las lágrimas pesadas bajaban por las mejillas manchadas de helado de chocolate de Mark, y su cabeza tenía un gorrito celeste con rosa y el dibujo del un cono de helado en el centro.

Juliana consolaba alarmada a Mark quien ignoró totalmente a Valentina quien bufó por dejar de tener la atención total de Juliana. Juliana alejo un poco al alfa quien tenía su delantal blanco lleno de helado de fresa, por lo cual Juliana ahora estaba llena de helado de fresa.

—Mark, ¿qué sucedió? estabas bien hace unas horas.

Mark secaba sus lágrimas y tomó un trapo de cocina con el cual sorbió su nariz.

—¡L-los niños! Hicieron una guerra de comida en el local ¡Eran tantos vestidos de karatecas! —Sollozó Mark y se volvió a poner en el pecho de Juliana quien acarició su cabello. Se separó un momento y tomó a Juliana de sus hombros. —¡Sus padres me gritaron a mí, y una madre se rehusó a pagar así que lo tuve que hacer yo! —Siguió llorando en el pecho de Juliana quien solo acariciaba su espalda.

—¿Quieres que vaya a hablar con tu jefe?

Valentina negó con su cabeza llamando la atención de Juliana.

—Juliana, Mark tiene que aprender lo complicado que es tener un empleo, especialmente tiene que aprender a lidiar con gente que no es exactamente educada.

Mark siguió sollozando.

—¡¿Cómo nos soportas, mamá?!

Juliana rio y separó a Mark un momento.

—Porque los adoro, mi cachorro. —Dejó un beso en la frente de Mark quien detuvo un poco su llanto. —Ahora... sé que no puedo ir a tu trabajo a hablar con tu jefe, —Vio a Valentina quien asintió seria. —Pero puedo prepararte tu cena favorita, bebé. —Mark le sonrió débil y Juliana sonrió.

Mark salió de la cocina y Juliana se quedó cocinando lasaña y ensalada, con un Valentina viéndola.

—Valentina, me pones nerviosa.

—¿Eso es malo?

Juliana le entrecerró los ojos.

—Si, me desconcentras. —Juliana le ofreció una sonrisa a Valentina quien solo rio bajito.

Juliana dejó lo que estaba haciendo otra vez y se acercó al alfa, rodeó el cuello de la alfa con sus brazos y la abrazó, la rubia tomó su cintura y la apretó hacia ella. —¿Qué tal si vas a pensar en nuestra cita? ¿A qué te gustaría llevarme?

—¿A dónde quieres ir, omega?

—Sorpréndeme, alfa.

La alfa dejó un beso en la mejilla de la omega y salió de la cocina feliz.