𝐘𝐞𝐥𝐥𝐨𝐰 𝐅𝐥𝐨𝐰𝐞𝐫𝐬 𝐚𝐧𝐝 𝐂𝐨𝐟𝐟𝐞𝐞 𝐂𝐮𝐩𝐬; 𝐉𝐲𝐕

Capítulo 17.

Valentina se encontraba en su cuarto privado, las ventanas estaban abiertas y el sol iluminaba el cuarto.

Se sentía feliz, el tiempo pasaba rápido y ella era feliz, rápidamente cumplió un año Juliana de llegar a casa y sus cachorros eran felices llevaba unos meses de relación con ella y su alfa era feliz a su lado.

Había manchas de pintura por todas partes y los lienzos estaban en el piso ahora mismo era un proyecto el cual llevaba meses trabajando en este, era un paisaje grande, un bosque en el cual denominaban colores como el verde y el azul.

Planeaba colgarlo en su habitación, arriba de su cama que compartía con su omega.

Golpecitos en la puerta se escucharon haciendo a Valentina detenerse y voltear su pintura hacia la pared para que quien entrara no la viera.

—¡Adelante!

La pelinegra se asomó cubriendo sus ojos, Juliana sabía que Valentina no enseñaba sus pinturas, eran algo personal de Valentina y ella quería respetarlo.

—Los cachorros estarán fuera todo el día.

Valentina sonrió y vio confundida a Juliana. —No sabía. —Realmente no ha abandonado su estudio estos días, ya quiere terminar su pintura.

—Tus tíos llamaron y llevaron a Derek y a Ian al zoológico, y ya sabes que Mark ha estado pasando los días en casa de Alex desde hace unos días. ¿Quieres salir o nos quedamos a ver películas todo el día?

Muy en el fondo la omega quería quedarse en casa descansando y teniendo mimos por parte de su alfa todo el día, con el verano los cachorros han estado incontrolables, incluso Ian quien empezó a caminar ahora huye cada que puede de los lugares donde Juliana lo pone para esconderse y jugar a las escondidas con una omega asustada por no encontrar a su cachorro.

Ahora que Derek estaba todos los días en casa le gustaba saltar por todas partes y correr con Juliana, claro que no le molestaba a Juliana, solamente cuando el cachorro se sentaba afuera de la puerta de Juliana todos los días despertándola muy temprano para salir al parque.

—Presiento que tú no quieres salir, omega. —Juliana sonrió aun con sus ojos tapados.

—Quiero salir, pero no hoy. Lamento ser una omega tan aburrida para ti, alfa. —Valentina limpio sus manos y empezó a salir del cuarto jalando a su omega con ella.

—Tú nunca serás aburrida, yo soy la aburrida. Tengo 36 años, Juliana. Créeme que desearía tener tu energía.

Juliana sonrió y jalo su alfa a la habitación.

—Justo ahora desearía tener energía, pero por favor toma una siesta conmigo. —Valentina asintió y se acostó en la cama tomando a su omega entre sus brazos y dejando un beso en su cabeza.

Las dos se acurrucaron para tomar una siesta, al despertar Valentina se dio cuenta que eran las 11am y por lo tanto aún quedaba una buena parte del día.

—Amor. —Susurró acariciando el cabello de la omega.

—¿Qué pasa, Val? —La voz adormilada de la omega hizo sonreír a Valentina.

Ambas se levantaron y prepararon un almuerzo para las dos Valentina siempre admiro la forma en que Juliana se desenvolvía en cualquier lugar Juliana era Juliana, era una persona genuina y segura de sí misma.

—Conseguiré un trabajo en la cafetería que está a unas cuadras. —La omega confesó sin prestar realmente atención.

Valentina la vio un poco confundida.

—No es necesario que trabajes, Juls. Yo te puedo dar todo lo que quieras. —La alfa hablaba seria.

Juliana suspiró. —No se trata de eso, alfa. Toda mi vida he trabajado, y hacer nada cuando los cachorros están fuera de casa me hace sentir inútil.