/Male/
Hoy es 24 de noviembre, mi vuelo sale en unas horas, llego cuando en Qatar son las 10am del 25, mi hermano dijo que me pasa a buscar y de ahí vamos directo a su entrenamiento, así que decidí que voy a intentar dormir todo el viaje.
Subí al avión, me senté, me puse mis auriculares y me dormí. Me desperté 5 horas después y noté que llovía, no era una lluvia fuerte pero aún así me daba miedo. Desde ese día me asusta viajar en cualquier medio de transporte un día de lluvia, era un viaje de más de 12 horas, yo solo había dormido 5 y ahora no podía volver a dormir. Me quería morir. Unas horas después volví a quedarme dormida, pero la pesadilla llegó.
Era casi de noche, estaba lloviendo muy fuerte.
-Dale Male no seas mala- un Rodri de 24 años me insistía en que lo acompañe a un partido amistoso de su club.
Yo, en ese momento con 16 años insistía en que llovía mucho para salir.
-Pero ya es casi de noche y llueve mucho.
-Vamos en auto, no te vas a mojar.
-Pero en la cancha si me voy a mojar. Mirá si me enfermo.
-Ay hija, llevo paraguas, no seas pesada. Vamos a ir igual, es importante para Rodri este partido- mi mamá habló con tono autoritario.
-Si, el nuevo DT de la selección está fichando en mi club, sabes que es mi sueño jugar ahí.
-Está bien, pero me llego a enfermar por mojarme mucho y te mato Rodrigo.
Salíamos por la puerta y automáticamente era de noche, estábamos en el auto, mi hermano en el asiento del copiloto, mi mamá manejando y yo atrás de mi hermano. Podía ver por el espejo la sonrisa de Rodri, un tal Scaloni le había dicho que le interesaba tenerlo en la selección, había asumido hace poco.
-No es fácil entrar en la selección nacional estos años, te lo mereces hijo, vas a ser el mejor fichaje de 2018- lo alentó mi mamá.
-Gracias por venir Male, viste que sos mi amuleto de la buena suerte- se dió vuelta y me miró por detrás de su asiento.
-De nada, te lo mereces hermanito.
En ese momento, todo se volvía negro, solo veía a mi mamá y sangre.
Me desperté de golpe, sudada y con el corazón a mil.
-Solo fue la pesadilla Male, tranquila- me repetí varias veces a mi misma.
Miré la pantalla del asiento del avión, faltaban 30 minutos para aterrizar, agradecí en mi mente y traté de tranquilizarme tomando agua.
Al aterrizar mi ataque de ansiedad después de la pesadilla había parado, ya no llovía y el echo de ver a mi hermano al bajar me tranquilizó aún más.
Después de buscar mi valija subimos a un taxi y fuimos a la cancha de práctica.
Todos me saludaron con una sonrisa, menos el idiota de Enzo obviamente, y me fuí a sentar para observar el entrenamiento.
Cuando terminaron todos fuimos al hotel, subí para llevar mi valija y encontré la habitación, el cartel decía "E. Fernández - M. De Paul" rodé los ojos, entré y deje mis cosas en la habitación, salí y abajo me encontré con todos esperándome para comer.
-¿No se piensan bañar primero sucios?- les pregunté.
-Nah, tenemos hambre, bañarse puede esperar- respondió Tagliafico y yo me reí.
Después de comer todos subieron a sus habitaciones y yo salí a tomar un poco de aire. <Probablemente Enzo se vaya a bañar así que prefiero estar acá un rato y después subir> pensé. Una media hora más tarde entré al hotel y subí, intenté abrir la puerta de mi habitación con la tarjeta... Pero no funcionó.
Golpeé la puerta... Nada.
-¿Enzo?- pregunté mientras golpeaba -si estás ahí adentro abrime, me dió de frío y no tengo campera.
Nadie respondió.
-ENZOOO- golpeé mas fuerte.
Escuché una risa detrás mío, me di vuelta y estaba Julián.
-¿De que te reís pelotudo?
-No creo que te escuche, debe estar en el baño. ¿Tenés frío?
-Si, salí sin camperita y afuera está medio fresco.
Julián se sacó su campera de la selección y me la dió. No sabía si agarrarla o no, pero al final la agarré, justo en ese momento escuché la puerta de mi habitación abrirse, me di vuelta y estaba Enzo con un pijama negro y el pelo mojado.
-Estaba en cuero en plena habitación morocha, no te podía abrir así- se rió.
<Otra vez su estúpido morocha>
Me di vuelta para mirar a Juli de nuevo y le devolví la campera que no me había puesto.
-Ya puedo entrar a buscar mi ropa, ya no hace falta, gracias Juliansito- le di un abrazo muy corto y entré en la habitación.
Cerré la puerta atrás mío.
-La próxima pone cartelito afuera de que no puedo entrar.
-Igual no entiendo por qué no abriste con la tarjeta.
-Intenté, pero no abrió- le mostré la tarjeta que tenía en la mano.
-Ni una puerta sabes abrir.
Ya empezó.
-Nah bueno, ¿y vos? "estaba en cuero en plena habitación"- imité voz de hombre -¿Que no te podés llevar la ropa al baño? Mirá si la tarjeta abría y vos ahí desnudo.
-A veces me olvido de agarrar la ropa y meterla al baño. Además, que te hacés, ya quisieras encontrarme como dios me trajo al mundo- dijo con tono engreído.
-JAJAJAJA que buen chiste.
-Como te gusta pelear che.
-No estamos peleando.
-¿Ah no? Pero me estás hablando con un tontito elevado y enojado- arqueó una ceja.
-Estamos discutiendo, discutir no es pelear.
-Ahh, tiene un re sentido lo que decís- se dió vuelta y caminó hasta su cama.
Yo hice lo mismo. El se tiró de manera brusca y se acostó, lo miré y noté como su pelo mojado empezaba a mojar la almohada.
<Me voy a volver loca>
-¿Sos mogolico o te hacés nomás?
-Ahora que te pasa, no te hice nada.
-Como te vas a acostar con el pelo mojado, mojas todo, te vas a enfermar.
-Ah bueno, se hacía mi mamá de la nada- habló con tono sarcástico y se rió.
-Ay dios, te odio.
-Odiame, es mutuo, malcriada de mierda.
-No voy a pelear con vos, estoy cansada por el viaje.
-Discutir no es pelear- trató de hacer una voz femenina para imitarme.
-Yo que vos duermo con un ojo abierto Fernández.
-Me aseguré de que no haya cuchillos cerca De Paul.
Me di vuelta en el colchón y, sin entender por que, sonreí. Un ratito después me paré y fui al baño a cambiarme, me puse un pijama y cuando salí noté que Enzo estaba dormido. <Quien diría que dormido hasta parece que no es un idiota> volví a mi cama y me dormí.
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Mí Mujer (Vos y Enzo Fernández 💕)
FanfictionIntento de fanfic o algo así de Enzo Fernández y la scaloneta