Mí Mujer (Vos y Enzo Fernández 💕)

1- Día de entrenamiento

-Male-
Hoy, como todos los días este mes, mí hermano tiene que ir a entrenar porque la semana que viene empieza el mundial y tienen que estar preparados.

Cómo siempre, yo lo voy a acompañar, el dice que soy su amuleto de la buena suerte y que sin mí viéndolo jugar probablemente se lesione o algo así.

-MALEEE- escucho los primeros gritos del día -¿YA TE DESPERTASTE NO?- se lo escuchaba subir la escalera mientras continuaba gritándome.

La verdad, me había despertado hace poco y todavía me encontraba inmóvil y con los ojos cerrados dentro de mí cama.

-Malenaa despertateeee- bajó el tono de voz, ya que estaba afuera de mí pieza, y golpeaba la puerta con un ritmo raro - Male arriba, Male despertate, dale Male, dale Male, que hoy entreno, dale dale- inventó su propia canción.
-PASÁ- le grité desde adentro.
Abrió, entró y yo abrí los ojos para verlo. Sonreía de una manera... rara.
-¿Que te pasa mogólico? Tenés cara de psicópata
-Epaa ¿Te despertaste violenta? Encima que te tengo una sorpresa me tratas mal- dijo con tono de víctima -no sé que hice para merecer esto- fingió llorar.
-Dale boludo ¿Que sorpresa?
-No, ahora por mala vas a tener que esperar hasta la noche. Ahora preparate que en 1 hora nos vamos.
-¿Y si no quiero ir?- traté de sonar desafiante, pero el sueño en mí voz me lo impidió.
-Daaaale, van todos, Leo y Juli seguro te van a sacar el mal humor que tenés.
-Si, ellos me lo sacan, pero el tarado de Enzo me lo devuelve y multiplicado por 1000- rodé los ojos recordando a ese espécimen del mal.
-Deja de joder con que te cae mal, nunca te hizo nada.
-Ajá. Salí de acá, me cambio y bajo- parándome de la cama lo eché para ir al baño a cambiarme.

Unos 15 minutos después bajé con un pantalón negro y mi camiseta de la selección, obvio el número 7, porque soy la fan N°1 de mí hermanito. Cuando bajé Rodri estaba en la mesa con el celular esperandome para desayunar.

-Me gusta que seas mí fan, me subis el ego
-¿Tu fan? La uso porque es la única que tengo- le dije con un tono de maldad, pero con una sonrisa
-¿Ves que sos mala conmigo?- hizo cara de perro triste -sentate y comé chirusa malvada

Me reí y me senté al frente suyo, desayunamos y después nos fuimos a la cancha. Cuando llegamos Scaloni todavía no había llegado así que los chicos estaban hablando mientras estiraban un poco.

-Malee- dijo Juli cuando me vió, al decir eso todos me miraron
-¿Que onda peti?- Emi fue el primero en acercarse
-Todo bien- lo saludé
Fui saludando uno por uno, para mí fortuna Enzo no estaba ahí.
-Chicos, ahí lo llamé a Scaloni y dice que se le pinchó la rueda, que llega en 15.

Maldije en mí mente, <para que pensé en el, lo invoqué>
Enzo entró con el teléfono en la mano y se acercó a los chicos, cuando te vió puso cara de asco

-¿Desde cuándo los entrenamientos los puede venir a ver cualquiera?
<¿Cualquiera? Cualquiera tu vieja> quería decirlo, pero me limité a pensarlo y decirlo con la mirada.

-Ay callate un rato querés, viene siempre, dejá de joder- Julián pasó su brazo por mis hombros -es nuestro amuleto de la suerte.
-Claro, mirá si no viene y se nos muere Rodri- agregó Lean abrazando a mí hermano -no podemos jugar sin nuestro motorcito
-Bueno gente, se terminó la joda, 10 minutos de trote al rededor de la cancha, el que para hace 50 flexiones- la voz de Scaloni se hizo presente en el lugar, al momento que terminó de hablar todos los chicos empezaron a correr -hola Male ¿Cómo andás?
-Bien ¿vos?
-Para el orto, $15000 pesos le tuve que pagar al de la grúa para que me arregle el auto, me sentí estafado.

Me tenté por su comentario, hablamos unos segundos más, me fui a sentar para no estorbar y miré el resto del entrenamiento sentada en las gradas de la cancha.