El gran cascanueces o algo así

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Dylan

Es increíble que lleve diez minutos esperando a una loca de la navidad. Es extraño porque con otras personas ya me hubiera retirado.

Sin embargo, aquí estoy, parado bajo un faro que ilumina la calle de la plaza, mientras observo cómo las personas pasan.

Esta chica es muy impuntual y no creo que Iris me haya dado un papelito distinto, comienzo a ubicar la letra de la niña genjibre. Lo detesto.

—Perdona la tardanza —llega corriendo —estaba en una... reunión familiar.

—¿Siempre eres así de impuntual?

—Un poco... sí.

Ruedo los ojos y ella esboza una sonrisa al ver dos niños jugando con la nieve. ¿Por qué sonríe ante eso?

—Muy bien, supongo que viste la nota que dejé junto con el...

—Horrible cascanueces, sí.

—¡Oye!, no es horrible.

—Como sea, ¿Por qué un cascanueces?

—Ya lo verás, sígueme.

Comenzamos a caminar y después de quince minutos de caminata nos detenemos frente a un gigante cascanueces. Que horror, esto da miedo.

La miro extrañado y cómo siempre, ella mantiene su sonrisa mientras abre la puerta de aquel lugar.

Al entrar el olor a café y a jengibre invaden mis fosas nasales; el lugar es rojo con blanco y dorado, las mesas tienen detalles algo... vintage y en cada rincón hay un árbol de navidad decorado al estilo del cascanueces.

Tomamos asiento quedando frente a frente y a un lado de un enorme ventanal dónde la nieve comienza a caer. Lo que faltaba.

—Sean bienvenidos a cascalandia.

¿Enserio?, ¿no tenían otro nombre peor?

—Si es su primera vez les explicaré la dinámica; número 1: si desean tomar un libro deben pedirlo por la zona norte, les darán una nuez la cuál deberán entregar en cuanto se retiren; número 2: en cuánto estén listos para ordenar solo deben tocar el botón con forma de sombrero; número 3 y última: disfruten y diviértanse. Por cierto... la sección de juegos está por arriba.

—Vaya, muchas gracias. —la niña jengibre le sonríe.

—Estaré para atenderlos. —se retira.

—¿Y bien?, ¿Quieres un libro?

—Al menos evitará que vomite sobre este lugar.

—Lo tomaré como un sí.

Ambos nos levantamos y dirgiéndonos a la zona norte, pedimos los libros que se nos son entregados junto con esas espantosas nueces navideñas.

Al regresar tomamos asiento y comenzamos a leer la carta.

Ella parece bastante concentrada leyendo cada una de las bebidas. Es algo lindo ver como se concentra, ya que entrecierra los ojos.

—¿Ya viste?, hay una bebida que se llama "Grinch", es perfecta para ti. —comienza a reírse.

Búfo restándole importancia. —¿Ya viste?, hay una bebida que es para curar a todas aquellas adolescentes locas por la navidad.

Rueda los ojos algo molesta. Me encanta verla enfadada, es bastante divertido.

Después de unos minutos nos trajeron nuestras bebidas y un pequeño pastel que hemos optado por compartir. Me parece que lo ha pedido de coco con chocolate o algo por el estilo. Muy ella.

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⏰ Última actualización: Jun 16 ⏰

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