Capítulo 15

1.4K 164 48
                                    

Base desconocida, EEUU

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Base desconocida, EEUU

    Un mes y medio había pasado desde que te fuiste; para Soap, había sido el doble, sin poder contactarte y ocupado con la búsqueda de Makarov.
Había desarrollado la necesidad de verte pasado un tiempo, que Laswell le dijera que estabas bien había dejado de servir, todo eso sumado a la frustración de no obtener buena información había creado un cúmulo de emociones en el pecho del soldado, quién se encontraba en ese momento entrenando con el teniente de máscara.

— Me encanta cuando dejas salir tu ira— felicita Ghost tras recibir un puñetazo.

    John se aleja de él y se recarga contra las cuerdas del ring, respirando hondo. Gaz niega ante la situación.

— Qué raritos que sois — se burla.

— Todavía no te he visto luchar contra él en este estado— le reprime Ghost.

— O no, tengo su habitación al lado y tengo metidos en la cabeza los sonidos de los golpes en el saco de boxeo— ríe Kyle—. Estoy deseando que aparezca la española para que se calme.

— Sigo aquí— Soap les frunce el ceño.

— Sigamos — Ghost lo alienta poniéndose en posición de pelea.

    Mientras ellos proseguían con el entrenamiento, Kate y Price veían descender el helicóptero y luego como bajabas de este.

— Es bueno verlos de nuevo— les sonríes quitándote las gafas de sol y acercándote. La carpeta que sostiene Laswell te dice que no vas a tener mucho tiempo para descansar.

— Te sienta bien el uniforme, sargento— te felicita Price con una sonrisa cariñosa—. Enhorabuena por el ascenso.

— Es gracias a ustedes.

— ¿Preparada para incorporarte oficialmente?— te pregunta Laswell.

— Después de lo de Hassan me pongo ante todo.

— Perfecto, algunos están deseando de verte— Price se burla de tu sonrisa nerviosa y el pequeño sonrojo que aparece en tu rostro.

— Está algo frustrado, las misiones no han ayudado— Laswell habla mientras los tres os ponéis a caminar hacia el coche militar.

— ¿Qué tanto me he perdido? — tú superiora te da la carpeta y la abres.

— No mucho en verdad, los rusos saben ocultarse bastante bien— te responde. A su vez, te dedicas a leer los nombres y anilizar los rostros de las personas que se muestran delante—. Esos son sólo unos pocos.

    Llegas al coche junto a ellos y te montas en la parte trasera; Price como conductor y Laswell de copiloto.

— Por ahora tenemos una reunión en un hotel de lujo en Nueva York— te informa—. Llegaste justo a tiempo.

Entregados a la guerra [John "Soap" MacTavish]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora