Cap: OmegaVerse
Estaban de viaje, hacía un clima templado y Cris había bajado para reservar una mesa en el bufete del hotel. Mientras este hacía lo planeado, Leo estaba en su habitación cambiándose, tenía mucho calor y no entendía el porqué. Al salir de su habitación, unos brazos lo tomaron y pusieron contra la pared. Leo no entendía que pasaba, no sabía quién era ese tipo, y mucho menos, por que se sentía tan caliente si supuestamente, su celo llegaría en dos semanas.
Era un tipo pelirrojo de estatura mediana y ojos negros, que la verdad, no se le hacía nada familiar. Ese desconocido comenzó lamiendole el cuello y de poco a poco iba levantando su camisa, en esa situación, el menor se preguntaba por qué Cris todavía no lo había marcado. El sabía que llevaban poco tiempo y que en este viaje se iban a dar las cosas, pero el pensaba que con Cris, no con un desconocido. Leo comenzaba a sollozar... No podía soltarse del agarre del desconocido y habrán estado así por unos 10 minutos, los 10 minutos más largos de su vida...
En un instante inesperado, ese agarre se rompió, y al abrir los ojos, noto a su pareja dándole unos golpes en la cara a ese tipo, Leo en ese momento comenzó a llorar y abrazo rápidamente a su pareja para que dejara de golpearlo.
- Leo... ¿¡este idiota te hizo algo!?, ¿¡TE MARCO!?- preguntaba el mayor enojado mirando fijamente al tipo.
- No... Solo... me dio chupetones...- dijo bajo el menor.
- ¡Por favor!, ¡déjenme ir!, ¡juro no volverlo a hacer!- decía sollozando ese tipo pelirrojo.
- Si te vuelves a acercar, el Leo o a mi, te mataré, ¿me escuchaste?, y que no me entere que estas por aquí esperando a mi pareja, por que ahí, si que te mato‐ le dijo antes de darle una última cachetada y llevar a Leo de la muñeca hasta su cuarto.
Ya en su cuarto, los dos se sentaron en la cama, Leo estaba sobre las piernas de mayor, el cual, no lo dejaba de abrazar. El menor se había reflejado en su pecho, estaba temblando por el suceso que había pasado y se sentía muy mal, no dejaba de llorar.
- Lio, perdón... Si no uniera sido por mi... Todo esto no ubiera pasado...- Le decía triste Cris a su pareja - si yo te ubiera marcado... No ubirrad pasado por esto- le volvía a decir.
- No cris... Nada de esto es tu culpa... Yo soy un omega completamente idiota que no se sabe defender...- contestó su pareja.
- Lío... Tu estas apunto de entrar en un celo, lo podía oler hasta en el restaurante, cuando sentí ese hermoso olor que se convertía en un olor de desesperación, sentí que estabas en peligro... Lío, no quiero que vuelvas a pasar por todo esto...- hablaba el mayor.
- ¿entonces...?- le corto su pareja.
- Si tu quieres y si accedes... Te marcare- hablo decidido.
- Por favor Cris... Lo necesito- decía entre sollozos el menor.
Cris comenzó a quitarle esa hermosa camisa blanca con unas hojas verdes, Leo cada vez se sentía más caliente, su cuerpo ardía y no aguantaba más. Cris rápidamente se sacó la suya y comenzó a darle unos lamidos en el cuello del menor. Leo sentía ese tacto y cada vez se sentía más exitado.
A lo siguiente, el mayor comenzó a juntar sus labios con su pareja con un beso tierno y suave, el cual, prosiguió a ser brusco y húmedo. Mientras eso sucedía, Cris le iba sacando el pantalón al menor, el cual, concentrado en el beso, no se daba cuenta. Y así siguieron, hasta que por fin, luego de tanto, Cris marcó a su pareja, era algo que había esperado hace mucho, Leo era de el y solo de él, de nadie más, y si alguien llegaba a tocarlo, sabía que si fuera por el, lo mataría.
