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¡
Las edades cambian completamente! Algunos son más grande en la vida real pero acá son más chicos y viceversa.
Lionel Andres Messi Cuccittini, un chico de 15 años, proveniente Rosario el cual actualmente vivía en la provincia de Buenos Aires.
El, junto a sus padres, estaban pasando desde hace un tiempo una situación económica difícil. Su padre se había quedado sin empleo y con el sueldo de su madre había veces que no llegaban a fin de mes, por lo que sus padres tomaron una decisión muy difícil para su hijo.
- Vas a ir a vivir con tu tía al campo- le dijo su padre.
No respondió, no sabía que responder.
- Sabes lo que nos cuesta mantenernos y deseamos el mejor futuro para vos. No queremos que pases carencias en tu adolescencia, por lo que es el mejor camino para esto.- siguió el mayor.
- Amor- le llamo la atención su madre- ve a preparar tus cosas. Mañana a la mañana te vas- su madre enserió se notaba triste, aunque no sacaba su sonrisa que llegaba a tranquilizar a cualquiera.
Se paro y sin decir nada se fue a su habitación.
En una mochila puso unas remeras, una bombacha de campo, dos jeans, dos buzos, un joggin y otras cosas. La cerró, la puso al lado de su cama y se fue a dormir.
A las 7 se levantó gracias a la voz de su padre. Desayuno, se lavo los dientes, agarro su mochila y los tres bajaron al auto para irse directo al campo.
El camino fue silencioso, nadie hablaba. Leo miraba por la ventana, su madre iba cebando mate y su padre tenía la mirada fija en la ruta.
Cuatro horas y media después entraron a un pequeño pueblo con calles de tierra y campos a su al rededor.
- Llegamos al pueblo Leo- llamó su atención Celia, su madre.
No respondió.
A los minutos llegaron a la casa de su tía, Marcela. Su primo, Julian, lo estaba esperando sentado en la puerta de la casa.
Los tres bajaron y Leo fue recibido con un abrazo de su primo.
- ¡Leo!- Juli lo abrazo.
- Hola Ju, ¿Cómo andas?- sonreía falsamente.
Julian se dio cuenta de eso, pero prefirió no decir nada. Suponía la situación de su primo mayor. En ese momento salió si tía.
- ¡Hola Marce!- saludo su madre.
- Hola corazón, ¡hace cuanto no nos vemos!- tenía su sonrisa pegada a la cara. Como siempre.
Pasaron a su casa, Juli lo llevó a la pieza la cual iba a compartir con sus dos primos.
- ¿Y Pau?- pregunto.
- Se fue a jugar a la pelota con unos amigos temprano, supongo.
En la habitación había una litera y habían tirado un colchón en el piso hasta traer una cama.
- Vamos, bajemos y si queres buscamos a Paulo- ofreció su primo.
Leo asintió y los dos bajaron. Vieron a sus padres charlando, les avisaron que ya volvían y se fueron.
Juli vestía una remera se River y una bombacha de campo de color marrón claro. Leo, en cambio, vestía una remera blanca y unos joggin negros.
- ¿A donde estamos yendo?- pregunto el mayor.
- A la canchita donde están todos los chicos.
- ¿Por qué vos no fuiste?
- Quería esperarte a vos- le sonrio- Paulo supuestamente iba a venir temprano para saludarte pero me parece que estuvo en la suya- reía Juli.
- Gracias Ju, no te ubieras preocupado por esperarme igual- agradecía Leo.
- No digas eso, mira si no te voy a esperar, hace banda que no nos vemos, con Pau te re extrañamos.
- Yo también lo re extrañe, hace como dos años no nos vemos- hizo una pausa para pensar- casi tres.
- Es una banda, pero como estamos y la situación no está buena es difícil, además, la distancia no nos ayuda mucho- rieron los dos. Se llevaban muy bien entre ellos.
