Especial: Navidad
Eran las 9 de la noche, Leo estaba preparando el asado. Estaban en Argentina, junto a los padres de Leo y la madre de Cris. Sus hijos estaban jugando con la pelota en el patio junto a su abuelo. Mientras las madres hacían ensalada.
Leo y Cris estaban en la habitación, el menor apenas se había terminado de bañar en cambio, su pareja solo le faltaba peinarse. El menor recientemente había salido del baño y estaba en el vestuario preparando su ropa. En un momento, sentía como lo tomaban de la cintura y besaban en el cuello.- Jajaja, Cris, dejalo- reía el menor.
- ¿Sabias que me encantas?- decía con un tono seductor.
- Si, pero esto lo podemos seguir en otro momento- Leo sentía un cosquilleo por los lamidos que su pareja dejaba- ahora están nuestros padres con los niños.
- por eso, una vez que podemos estar nosotros tranquilos- decía Cris hablándole al oído.
- Luego hacemos lo que tu quieras, te lo prometo- le dijo Leo con una sonrisa.
- ¿lo que yo quieras?- pregunto seductoramenre.
- Si, lo que tu quieras- lo miraba con una sonrisita pícara.En ese momento, se escucho como tocaban la puerta de la habitacion, así que Cris molesto fue a abrir.
- Pa, el asado casi termina- le dijo su hijo Mateo.
- Bueno, yo le digo a tu madre que se apure- respondió.
- ¡Bueno!, pero pa, ¿después podemos jugar con la pelota?- pregunto el menor.
- Si, luego de comer jugamos. Ahora ve y ayuda a poner la mesa- dijo su padre.
- Bueno, los esperamos- y así se fue.
- Ya estoy- Dijo Leo desde atrás de su pareja.
- Bien, vamos- respondió.En el comedor, las madres ya habían puesto la ensalada en la mesa, mientras el padre de Leo cortaba el asado. Los cuatro menores ya se habían sentado, lo mismo que hicieron los mayores al llegar.
Luego de comer, los mayores se quedaron charlando, mientras los pequeños se iban al patio a jugar, menos Ciro, el cual, se había dormido y Leo lo tuvo que llevarlo hasta su habitación donde lo dejó.- Callo muerto pobre chico- reía el padre de Leo, Jorge.
- ¿Como?- pregunto la madre de Cris, Maria Dolores.
- Es un dicho de por acá, no te preocupes- le explico Celia, la madre de Leo.
- Ooh, lo siento- pedía disculpas la portuguesa.
- no hay de que pedir disculpas- decía con una sonrisa Leo.Siguieron así, hasta que llegaron las 11:50, faltaban 10 minutos y era navidad. Los niños estaban ansiosos por sus regalos y se habían sentado junto a su familia esperando la hora.
- Feliz navidad- dijo Leo con una enorme sonrisa.
- Feliz navidad- decían todos, saludando entre ellos.
- ¡Los regalos!- grito de la nada Mateo.Así los tres pequeños fueron hacia el arbol, Leo había ido a buscar al menor de los Ronaldo pidiéndoles a los otros que lo esperaran.
- Esperen a su hermano- les decía Cristiano a sus hijos.
- ¡Pero mamá no se apura!- decía Thiago.
- Hay muchos regalos- dijo Cristiano jr.
- Ya llegue, dale, empiecen a abrir los regalos- les dijo Messi llegando con Ciro en brazos.
- ¡Mira la pelota que me regalaron!- grito emocionado Mateo.
- ¡mira estos botines!- le dijo Cris Jr.
- Ma, acá hay algo para vos- le dijo Thiago a Leo.
- ¿para mi?- pregunto.
- ¡si!- le respondió.Cuando Leo abrió ese regalo, se emociono. Era un anillo, pero no un anillo cualquiera, ese anillo que una vez su pareja le había regalado para una promesa, "Amarse por siempre".
- ¿que es ma?- le pregunto Cris Jr.
- Nada importante- respondió para luego, darle un beso a su pareja.
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