Desafortunado. //BL//

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Nuevo día... genial... estaba llegando a la Universidad, hoy llevaba puesto un sombrero Beret color borgoña, una sudadera que me llegaba por debajo de los glúteos, un short corto de color negro, que casi lograba ser cubierto por completo por mi sudadera, por debajo de la sudadera llevaba una camiseta color vino que combinaría a la perfección con mi short si tuviese que quitármelo. En mi mano derecha llevaba la chaqueta de Edward totalmente lavada, planchada e incluso perfumada con las fragancias más caras que había en mi casa para perfumar la ropa. Así eran los métodos de lavado que había en mi casa... dependiendo de la marca, la tela, el color, el tamaño y a quien pertenecía la ropa, de esa manera se tenía que lavar... cada prenda llevaba su método de lavado.

- ¡Nos vemos, Edel! -Se despidió Chris dejándome sin habla, pues solo salió corriendo dejándome abandonado... de nuevo-.

Solté aire con frustración y comencé a caminar adentrándome a los pasillos del edificio, varias personas me veían con lascivia... ¿y cómo no? Hasta yo me enamoraría de mí.

Mi tranquilidad se vio más que interrumpida al cerrar la puerta de mi casillero y encontrarme con un Zack de brazos cruzados apoyándose en otro casillero mientras me veía detenidamente de pies a cabeza hasta mirar mis ojos.

-Buenos días -Saludó, lo miré con resentimiento- Te ves jodidamente lindo hoy.

-Nada de buenos días, mi día ya fue marcado como malo desde que te vi. -Le dije enojado, noté una sonrisa elevarse en su rostro-.

-Pues me alegro de eso. -Me guiñó un ojo provocándome mucho más enojo-.

Negué con la cabeza, me di la vuelta y comencé a caminar en dirección al aula mientras sentía como era seguido por ese acosador... vi a quien podría convertirse en mi salvador, Edward estaba hablando con un chico, me acerqué a él y lo llamé.

-Edward. -Hablé, el mencionado se giró, me miró y sonrió-.

-Edel, que bueno verte. ¿Qué tal?

-Bien... eh... aquí está la chaqueta de ayer. -Le dije tendiéndole la prenda, él la tomó y asintió con la cabeza-.

-Muchas gracias. -Sonrió- Pero pensé que venías a darme una respuesta por lo de ayer. -Suspiró-.

Miré hacia atrás en donde me di cuenta como Zack se había quedado apoyado en una pared esperando a que terminara de hablar, fruncí el ceño... ese chico sí que me molestaba.

-Sobre eso... en serio lo lamento, Edward. -No, en realidad no lo lamentaba en lo absoluto- Pero dudo mucho ser parte del consejo.

-Oh... bueno... -Me miró con cierta decepción en sus ojos- No te preocupes solo... piénsalo mejor, ¿sí?

Suspiré y asentí con la cabeza comenzando a caminar de nuevo, sentí a alguien caminando a mi lado.

- ¿Aceptaste hacerme el favor?

-Estás loco si crees que sí.

-Ah... por un momento pensé que sí lo harías... juro que incluso te vi más lindo que antes... -Dijo, lo miré enojado-.

-Ya déjame en paz, no te haré ningún favor.

- ¿Ninguno?

-Ni uno solo. -Él rio... ¡AGH! Tenía muchas ganas de soltarle un puñetazo-.

Entramos al aula y con enojo me senté en la silla, Zack se sentó a mi lado y apoyó su rostro en una de sus manos mientras me miraba en silencio provocando que me comenzara a sentir incómodo.

- ¿Qué tanto ves? -Pregunté con enojo sin mirarlo-.

-Hoy te ves muy adorable... te podría comer de un solo bocado... -Jadeé por la sorpresa y lo miré con enojo... él rio fuerte y dejó de mirarme... sí que sabía cómo fastidiarme- Es la verdad...