Capitulo 4. Tantos recuerdos por los que sonrojarse.

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Cuando incio el verano Patrick y yo eramos solo amigos, pero la verdad es que ya no se. No podia verlo igual desde la fiesta de July y de todo lo que siguió.
Verán, después de nuestro apasionado beso, no quise hablar con el durante una semana porque estaba muerta de vergüenza y porque necesitaba aclarar lo que sentía por él. Claro que siempre pense que era atractivo pero nunca me atreví a verlo como algo mas que mi mejor amigo. Ademas no sabia si yo le gustaba o por lo menos pensaba que era linda.
Pero ese beso hacía que me cuestionara sobre lo que sentia y lo que quería que pasara después.
Y cuando estaba sumida en mis pensamientos suena el telefono
*My life, you electrify my life*
Suena Starlight de Muse. Patrick se registro con ese tono porque decía que era muy importante en mi vida y lo era, pero ya no estaba segura de en que sentido.
*Llamada telefónica*
-Hola?- Dije nerviosa
-Ap! Hola. Solo... queria saber si.. si sigues molesta conmigo.-
-Pat, sabes que no estoy molesta contigo.. ni con nadie.-
-Perfecto! Entonces, ¿quieres salir? Creo que tenemos que hablar...-
-No lo se, yo...-
-Paso por ti en 30 minutos, nena..- Me interrumpió- digo.. esta lista ok?
-ok- supiere resignada
-Adiós-
-Adiós Pat-
*Fin de llamada telefónica*

Tenia que arreglarme, iba a venir! Que emoción! Digo, amm... Rayos..
Decidi meterme a bañar, por alguna razón me puse la ropa interior mas sexy que tenia, no es como si alguien la viera pero... (mejillas sonrojadas)
Me planche el cabello y me puse un top negro y unos jeans, estaba lista.
-April! Patrick esta aqui- Gritó mi papá.
-Voy!- Empeze a bajar las escaleras y entonces me puse nerviosa y me sonroje ligeramente. El corazón me dio un vuelco al verlo, Dios estaba tan sexy con sus atuendo habitual, jeans y chamarra de cuero.
-Hola April, ¿estas lista?- Pregunto con una sonrisa pícara. Me estaba provocando!
-Si, vámonos- Lo tomé de la mano y lo arrastre hasta su coche.
-Hija, cuidate. No llegues tan tarde.- Dijo mi papa desde el umbral de la puerta.
-No se preocupe Señor Joyce, estará conmigo- respondio el galán de mi amigo mientras me guiñaba un ojo, lo que hizo que me sonrojara.
Iba a ser una noche muy larga.

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