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Con su amado en brazos Ludvig se levantó del piso, dirigiéndose a la puerta principal a pasos lentos, pero seguros mientras aún acariciaba la piel pálida de Erik lamentándose por no haberlo protegido bien gracias a sus rabietas por el frío y ahora la nieve había dejado nuevas cicatrices sobre su piel a pesar de la armadura.

No obstante, antes de que ambos se alejaran lo suficiente de la casa un estruendo provocó de forma extraña un cosquilleo en las costillas de Ludvig. Aquello había sido un disparo de escopeta, pero al ser un Shinria de fuego aquello no hizo mucho en Ludvig más que cosquillas y molestarlo al punto que se atrevió a voltearse notando a quien podría considerar su suegro recargando la escopeta que parecía poder desarmarse en cualquier instante.

Una enorme cicatriz que iba desde su frente hasta su barbilla, pasando sobre su nariz y ojo izquierdo. Dicha cicatriz estaba llena de sangre seca que resaltaba en su pálida piel ahora sucia por escombros.

―¿De verdad le acabas de disparar a un Shinria de fuego, Olsson?―susurró para sí mismo aun viendo a Felix.

El rostro de Felix no hizo más que comprimirse en una expresión de disgusto, no obstante guardó su escopeta y se escondió en el interior de la mansión nuevamente. Ludvig aprovechó ese momento para apoyar el cuerpo de Erik sobre su hombro y poder desenvainar su espada con su brazo libre antes de seguir caminando hacia el bosque.

No se escuchaba nada, ni siquiera a las personas del pueblo, solo el viento de invierno acompañando sus pasos lentos que se dirigían hacia una de las criaturas más cazadas y hermosas, un unicornio.

Al ser de mayor tamaño son usados por Shinrias al poder tolerar su peso y también el hecho de que al ser más altos los Shinrias no tendrías que alzar las piernas hasta el cansancio.

A la par de su unicornio estaba el de Linus, su hermano de vida sosteniendo un saco de patatas que brotaba sangre fresca.

―Es el cambiante, tenemos que llevarlo como prueba para ellos.

Ludvig asintió en silencio mientras se montaba al animal, sentado el cuerpo de Erik sobre el lomo del animal y acurrucándole en su pecho antes de partir hacia el bosque donde se encontraban varios Shinrias confusos por el incidente ocurrido.

No obstante, el pánico inundaba a los Olsson a la vez que la herida era sanada, además de Stella nadie más había sido lastimado por esa cosa. Joel y Sebastian estaban intactos por haberse escondido antes en uno de los armarios de una habitación antes de que empezara el ataque.

―Entonces nunca fueron mercenarios y fueron timados, ¿no?―habló Thomas Warzone, mirando a su reloj de bolsillo debido a la hora que lo habían llamado, casi media noche.

―Esos fueron enviados por mi padre, él sabe lo de Erik, que se lo llevó un Shinria―le respondió Felix, decepcionado.

Thomas frunció el ceño a forma de duda. Tenía una que otra teoría de por qué no se sintió alterado por el secuestro de Erik, una de esas era que llevó a su hijo directo al Shinria para que lo alejara del destino para el cual no estaba listo, pero Isak sí por su educación o Isak era su favorito y lo prefería como heredero puesto que desde su punto de vista Felix nunca había abandonado a ningún hijo.

También le daba curiosidad saber qué había pasado para que las cosas terminaran en el estado en que estaban porque Felix tampoco tenía una herida muy profunda que digamos, solo era un corte que recién le atravesaba la piel.

Por otro lado, Felix sí llegó a notar la mirada de Thomas sobre él, sabía que dudaba de su palabra, pero debía pretender lo contrario para no ser interrogado. Lastimosamente ya era tarde porque Thomas se acercaba a él mientras tronaba sus dedos, sabía lo que eso significaba y le aterraba a decir verdad.

Thomas se acercó lo suficiente a Felix como para susurrar a su oído.

―Quiero verte a solas, tengo un par de preguntas para ti.

Cuando la herida de Felix terminó de ser limpiada y vendada, dejándolo corto de vista, este se levantó con tal de seguir a Thomas mas no sin antes dar un discreta señal a su esposa de que los siguiera en secreto hasta la que sería la sala del té.

―¿Qué me querías comentar, viejo amigo?―preguntó el rubio como método para intentar calmar el tenso ambiente que había armado Thomas.

―¿Dónde está Erik y por qué tu cicatriz no es tan profunda? Me informaron que encontraron el cuerpo sin cabeza de un cambiante a unas cuadras de aquí y hay un muñeco de paja con una bata de Erik en el sótano, eso es muñeco vudú de gran tamaño y que estuvo vivo por tiempo.

Felix tragó en seco por los nervios, dejando el lugar en un silencio tenso hasta que optó por hablar.

―Lo ocurrido fue que esa cosa era muy rápida y en cuanto al muñeco de paja podría decir que esa cosa lo trajo para distraer.

―No te creo, Felix, nos conocemos desde básicamente nuestro nacimiento y ahora me dices eso.

―Warzone, yo no puedo decirte bien las cosas en este momento.

―¿Por qué? ¿Fue por la señal que le hiciste a no sé quién para que viniera a supervisar que yo te interrogara en total comodidad porque no puedo sentir feromonas?―preguntó y como respuesta el rubio se volvió a parar recto y asintió con la cabeza en alto―Bien, entonces no te interrogaré hasta que estemos solos porque oh créeme que ahora sí soltarás todo por las buenas o por las malas.

Un escalofrío recorrió la columna de Felix.

The pleasure of darkness [omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora