XIII.

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— Cállate y baila.



Porsche y Kinn aparecieron a nuestro lado. Kinn se movía como si hubiera visto demasiados videos en YouTube. Estuve a punto de dejarme llevar por el pánico cuando Vegas me apretó contra el. Si usaba alguno de esos movimientos en el sofá, entendía por que tantas chicas y chicos se arriesgaban a sufrir una humillación por la mañana.

Puso sus manos alrededor de mis caderas, y me di cuenta de que su expresión era diferente, casi seria. Le pase las manos por el pecho y por los impecables abdominales, mientras se estiraban y tensaban bajo la ajustada camiseta, al ritmo de la música. Me puse de espaldas a él y sonreí cuando me agarró por la cintura. Por todo ello y por el alcohol que me corría por las venas, cuando apretó mi cuerpo contra el suyo, me vinieron ideas a la cabeza que eran cualquier cosa menos de la de un simple amigo.

La siguiente canción se unió a la que estábamos bailando, y Vegas no dio señal alguna de querer volver al bar. Tenía el cabello cubierto de algunas de gotas de sudor, y las luces multicolores me hacían sentir algo mareado. Cerré los ojos y apoyé mi cabeza contra su hombro. Me agarro las manos y me las subió hasta su cuello. Sus manos bajaron por mis brazos, por mis costillas y finalmente regresaron a mis caderas. Cuando note sus labios y su lengua sobre mi cuello, me aparte de él.

Él se rio, algo sorprendido.

— ¿Que pasa, Pete?

Mi ánimo se enardeció, pero las duras palabras que quería decir se me quedaron atascadas en la garganta. Me retire al bar y pedí otra cerveza. Vegas se senté en el taburete que había a mi lado y levantó el dedo para pedirse otra copa. En cuanto el camarero me pasó la botella de cerveza, me bebí la mitad del contenido antes de volver a dejarla sobre la barra.

— ¿Crees que esto cambiará la opinión de alguien sobre nosotros?

Soltó una carcajada.

— Me importa una mierda lo que piensen de nosotros.

Lo fulmine con la mirada y después me moví hacia adelante.

— Pete — dijo tocándome el brazo.

Me aparte de el.

— No, nunca podría emborracharme lo suficiente para dejar que me llevaras a ese sofá.

Su cara se retorció en una mueca de ira, pero antes de que pudiera decir algo, un tipo se acercó a él.

— Vaya, vaya, si es Vegas Theerapanyakul — dijo el sonriendo.

Dio un trago y clavó los ojos en mi.

— Hola, Tawan
— ¿No me presentas a tu novio? — dijo el sonriendo.

Puse los ojos en blanco por lo transparente y lamentable que resultaba. Vegas echo la cabeza hacia atrás apara apurar la cerveza y después lanzó la botella vacía por la barra. Todos los que estaban esperando para pedir la siguieron con la mirada hasta que cayó en el cubo de basura que había al final.

— No es mi novio.

Cogio a Tawan de la mano, y él lo siguió feliz a la pista de baile. Lo manoseó por todas partes durante una canción, otra y otra. Estaban montando una escena en como el le dejaba meterle la mano y, cuando lo inclino, me volví de espalda a ellos.

— Pareces enojado — dijo un hombre que estaba sentado a mi lado — ¿Ese de ahí es tu novio?
— No, es solo un amigo — murmure.
— Pues menos mal. Podría haber sido bastante incómodo para ti si lo hubiera sido.

Se volvió hacia la pista de baile y sacudió la cabeza ante el espectáculo.

— Y que lo digas — asentí, apurando lo que me quedaba de la botella.

Apenas había notado el sabor de las últimas dos gotas de mi cerveza, y tenía los dientes adormecidos.

— ¿Te apetece otra? — preguntó. Lo examiné y él sonrió — Soy Time.
— Pete — dije, estrechando la mano que me tendía. Levantó dos dedos al camarero y sonreí — Gracias.
— Entonces ¿eres de aquí? — me pregunto.
— No, de Chumphon.
— Yo tengo un apartamento en Chumphon.
— Esta muy lejos ¿Que haces por aquí?
— Mi hermana pequeña vive en esta ciudad. Me quedo con ella esta semana mientras busco trabajo.
— Vaya...., la vida en el mundo real ¿eh?

Time se rio.

— Y es tal como nos cuentan que es.

Saque un bálsamo de labios del bolsillo y me lo extendí con esmero, usando el espejo que forraba la pared que había detrás de la barra.

— Un bonito color — dijo el, mientras me observaba apretar los labios.

Sonreí mientras sentía la ira de Vegas y la embriaguez del alcohol.

— Tal vez puedas probarlo después.

A Time se le iluminó la mirada mientras se acercaba más, y yo sonreí cuando me toco la rodilla. Aparto la mano cuando Vegas se interpuso entre nosotros.

— ¿Estás listo, Pete?











Tarde en actualizar lo se, pero en mi defensa andaba con parciales y apenas tenía tiempo

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Tarde en actualizar lo se, pero en mi defensa andaba con parciales y apenas tenía tiempo.
Espero que les guste este nuevo capítulo, gracias a las personas que siguen la historia a pesar de los retrasos, besitos y feliz navidad 🎄<33333

VegasPeteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora