XVI.

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— Te está mirando — susurro Porsche, inclinándose hacia atrás para mirar al otro extremo del salón.
— Déjalo ya, tonto, te va a ver.

Porsche sonrió y agitó la mano.

— Ya me ha visto. Sigue mirando hacia aquí.

Dude durante un momento y entonces, finalmente hice acopio del suficiente valor como para mirar hacia donde él estaba. Parker me estaba mirando directamente a mi, sonriendo.

Le devolví la sonrisa y después fingí escribir algo en mi laptop.

— ¿Sigue mirando? — susurre.
— Si — respondió Porsche entre risas.

Después de la clase, Parker me paro en la salida.

— No te olvides de la fiesta de este fin de semana.
— No lo haré — dije, intentando no parpadear ni hacer cualquier otra cosa ridícula. Porsche y yo seguimos nuestro camino hacia la cafetería, donde habíamos quedado con Vegas y Kinn para comer. Él seguía riéndose por el comportamiento de Parker cuando Kinn y Vegas se acercaron.
— Hola, bebé — dijo Porsche, justo antes de besar a su novio en la boca.
— ¿De que se reían?— preguntó Kinn.
— Ah, es que un chico se ha pasado toda la hora de la clase mirando a Pete. Fue adorable.
— Mientras fuera a Pete a quien mirara — dijo Kinn con un guiño.
— ¿Quien era? — dijo Vegas con una mueca.

Me reajuste la mochila e indique a Vegas que me la quitará de los brazos y la tomará. Sacudí la cabeza.

— Porsche se imagina cosas.
— ¡Pete! !Pedazo de mentiroso! Era Parker y resultaba evidente. El chico estaba prácticamente babeando.

La cara de Vegas se torció en una mueca de disgusto.

— ¿Parker Miller?

Kinn tiro a Porsche de la mano.

— Vamos a comer. ¿Se unen hoy a nosotros?

Porsche lo besó de nuevo como respuesta. Vegas y yo los seguimos algo más atrás. Deje mi bandeja entre Porsche y Arm, pero Vegas no ocupó su lugar habitual delante de mi. En lugar de eso, se sentó algo más lejos. En ese momento me di cuenta de que no había dicho mucho durante nuestro paseo hacia la cafetería.

— ¿Estás bien, Vegas? — le pregunté.
— ¿Yo? Si ¿por qué? — dijo, relajando el gesto de la cara.
— Es que has estado muy callado.

Varios miembros del equipo de fútbol americano se acercaron a la mesa y se sentaron, riéndose estruendosamente. Vegas parecía algo molesto mientras jugaba con la comida de su plato. Uno de los jugadores de nombre Chris lanzó una papa frita al plato de Vegas.

— ¿Que hay, Vegas? He oído que te tiraste a Tawan. Hoy a estado arrastrando tu nombre por toda la universidad.
— Cierra la boca, Chris — dijo Vegas, sin levantar la mirada de su comida.

Me incline hacia adelante para que el musculoso gigante que estaba sentado enfrente de Vegas pudiera experimentar la fuerza de mi mirada.

— Ya cállate, Chris.

Vegas me fulmino con la mirada.

— Se defenderme solo, Pete.
— Lo siento, yo solo....
— No quiero que sientas nada, no quiero que hagas nada — me espetó , levantándose de la mesa y cruzando furioso la puerta.

Arm me miro con las cejas levantadas.

— Eh, ¿que bicho le picó?

Yo pinche una papa frita con el tenedor y resople.

VegasPeteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora