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Creo que alguien no desayunó hoy- dije sonriendo a Maiah. Maiah es mi mejor amiga desde hace 10 años cuando mi tía y yo nos mudamos a Vancouf, dicen que si una amistad pasaba los siete años sería para toda la vida, y nosotras estábamos seguras que seríamos amigas sin importar que un día una despierte en tokyo y la otra en Buenos aires, eramos amigas de verdad, peleamos nos dejamos de hablar por unos días pero siempre volvemos a estar sentadas en la misma mesa del cafetín como todos los religiosos días.

Mi madre no me dejó traer el auto esta mañana, me tuve que venir con ella- dijo soltando un pesado suspiro y sentándose en la mesa.

Y por eso estas molesta?- comenté haciendo un ligero puchero para luego llevarme la vaso de jugo a la boca.

Nos conocíamos jodidamente bien, siempre bromeaba diciendo que me daba miedo que alguien que no era mi tía Mac, supiera tanto de mi. Pero Maiah me conocía a la perfección, de niña le pedí que me acompañara a mis consultas, ahora veo al psicólogo creo que una vez al año, y es para verificar y si hay algún pensamiento de convertirme en una asesina, esa es otra de nuestras burlas, reírme de mí y de ese estatus ganado en el colegio como una posible mujer asesina, nos hizo popular.

Mi tía Mackenzie Cooper me trajo a Vancouf dos años después de aquel accidente, la casa a la que llegamos a pesar de ser grande no era la más bonita, parecía no haber sido habitada en siglos, así que ha sufrido unas cuantas transformaciones al punto de llegar a ser la casa de los sueños de mi tía Mac y el mejor hogar para mi.

Maiah y yo nos conocimos 2 días después de haberme mudado, vive justo dos casas a la derecha de la mía, y aunque Jamie, su madre al principio me veía como si fuera una cosita rara, con el tiempo supongo que me tomó cariño, y comenzó a dejar a Maiah dormir en mi casa, sin el miedo de que mi perturbada mente se levantase en la madrugada y la degollara.

A pesar de ser Vancouf un pueblo pequeño, la casa que daba justo al frente de la mía tenía la historia más espantosa, solo la imagen del hombre disparándole a mi papá, superaba y porque yo lo había presenciado todo, la del niño que mató a su padrastro y a su mamá, el mismo día que yo vi morir a mis padres.

Siempre creía que alguna luz se encendía o escuchaba alguna puerta cerrarse, pero todo era obra de mi imaginación, yo había entrado varias veces con Maiah y Gerard mi otro mejor amigo, y habiamos recorrido cada rincón, el cuarto donde según ellos sus papás le dijeron que habían encontrado a la mamá y el cuarto del niño, donde había matado a su papá, de esa parte de la historia si estoy segura pues a un lado de una cama individual con edredones de pokemon había una marca de lo que podía ser sangre del hombre. Habían vídeo juegos de playa station armados en pilas dentro del pequeño cajón donde estaba la TV. Habían estampitas de comics y un closet con unos cuantos pares de zapatos. Había un guante, una pelota y un uniforme de béisbol guindado, lo que dio a entender que el niño practicaba ese deporte. Maiah y Gerard no recuerdan bien al niño, solo cuando vimos varias fotos de el en su cuarto ellos decían que si les parecía haberlo visto pero según la historia el tenia 10 años y este par 8 así que de la posibilidad de al menos haber compartido en la escuela era nula, porque Harry como se llamaba el niño iba dos años adelante.

De algo estaba segura, su cara se me hizo haberla visto antes, pero no recordaba de que, por mas que pensara en una situación nada venía a mi mente. Así que me quede con la teoría de mi tía Mac, quizás cuando paso todo eso yo había visto su foto en algún periódico y sea eso.

Paranoia (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora