Mariam.
-” ¿Se puede saber, Mariam, cuando te he criado yo tan egoísta?”- la frase de mi alma gemela, ósea mi padre, me dejo totalmente descolocada, tras contarle lo que había pasado, porque me había ido de la oficina de Kevin, sin hablar con él, la forma como me había comportado, a mi entender era correcta y pensé que mi padre así lo entendería. Lo miré extrañada ante su pregunta, a lo mejor mi padre no me había entendido lo que yo quería decir.-” ¿Qué dijiste? No entiendo. ¿Egoísta, yo?”- le pregunté. Mi padre me miró muy serio a los ojos.
-” Si tu madre en vez de hablar conmigo sobre nuestro futuro y vida juntos, ósea sobre lo de tener hijos, sobre donde trabajaría, o si yo no podía reclamarla como mi mujer en el trabajo, sino tratarla como una desconocida, una empleada más, lo hubiera hablado con tu abuelo antes de conmigo, tú ahora mismo, Miriam Lugo García, esposa de Kevin junior Powell, no estarías aquí. Ni nos hubiéramos casado.”- la frase de mi padre me dejo descolocada, pensé que tal como es mi padre de liberal y fiel a sus ideas, me comprendería y me daría la razón, pero ¿A que venía esto?.
Mi padre debió de ver mi confusión en la cara, y miró a mi madre que estaba sentada a su lado, no solía compartir mis cosas personales con la intensa de mi madre, pero estaba tan mal cuando llegué a la casa de mis padres, estaba tan furiosa, que me dio igual contarle todos a los dos.
Necesitaba que alguien me calmara, y me diera la razón para después ir a hablar con Kevin y mostrarme más tranquila, para que no me pasara con el castigo que pensaba darle, por ser tan inseguro, y tan niño de mamá. Yo la miré también, y su cara no demostraba nada. Sólo me miraba seria.
-” ¿Mamá?”- le pregunté para que me diera su opinión.
-” Estoy con tu padre, Miriam, creo que deberías reflexionar de tu actitud, para con tu marido. Te lo voy a poner con un ejemplo para que lo entiendas, porque creo que estas tan enfadada por lo actitud de Kevin al saber la noticia, ¿ Es que no te has dado cuenta que la tuya es aún más reprobable?.”- me dijo mi madre haciendo que alucinara más, no entendía nada.-” ¿ Qué hubiera pasado si Kevin antes de la boda concuerda con nosotros que tras la boda se va ir a Seattle a vivir, y que te vas ir con él, y luego en una reunión familiar lo suelta sin antes haberlo hablado contigo en ningún momento?”- me dijo mi madre muy seria.
-” El sería incapaz de hacerlo, es un hombre que siempre va de frente, por muy influenciado que este de su madre, prometimos que siempre no lo compartiríamos todo.”- le dije a mi madre muy segura de mí misma, en mi interior sabía que, aunque Kevin era un niño de mamá, nunca me fallaría en eso.
-” ¿Y tú por qué si le has fallado?, y dos veces, no pensaba que fueras tan egoísta hija.”- las palabras de mi padre me cayeron como una jarra de agua fría, al darme cuenta que tenía razón, ninguna de las tres habíamos hablado con nuestros maridos sobre lo de trabajar en la empresa de incognito, ni lo de usa métodos anticonceptivos para no quedar embarazadas, hasta que nuestro matrimonio se hiciera más sólido, ninguna habíamos pensado en lo sentimiento de nuestros maridos, al sentirse excluido de las decisiones que afectaban a los dos como pareja, más bien asumimos que nuestra guerra era contra el abuelo de Kevin, y como llevábamos haciendo toda la vida, nos enfrentamos a nuestro problema de frente pero solas, sin darnos cuenta que esto era una cosa de dos, era algo únicamente la de pareja.
Me sentí fatal, aunque mi vena liberal intento por todos los medios quitarle importancia.
-” Bueno no creo que deba consultarle todo a Kevin, quizás si lo de los métodos anticonceptivos, pero ¿Por qué también debe saber dónde debo trabajar y en qué? Eso es algo que yo sólo puedo decidir.”- dije para refutar la idea de mis padres, pero hasta yo me oía insegura mientras daba esta respuesta.
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Matrimonio concertado del CEO: La Arpía y el CEO.
RomanceEsta es la continuación de la novela Matrimonio Concertado con el CEO. En ella contamos la vida de casados de Kevin J. y Miriam. Donde desde una madre entrometida, una rival peligrosa y el miedo a perderlo le haram a la protagonista, hara que haga...