Don't you, big boy? (Steddie)

IX

Las horas pasaron hasta que había llegado la hora de cerrar. No había pasado nada trivial en ese lapso de tiempo, solamente habían seguido charlando y atiendo a los clientes que entraban al local.

— Eso es todo por hoy, iré a cambiarme.

Dicho eso, Steve entró por una puerta dejando a Robin y Eddie.

— ¿Entonces es oficial que son novios?—Soltó.

La pregunta tomó por sorpresa al chico.

— Eh... en realidad no lo sé. A excepción de ti, nadie más sabe la clase de relación que llevamos.—Explicó.

— Bueno, no hay que ser muy inteligente para notar la forma en la que se miran o se comportan cuando están cerca del otro.

— ¿Tan obvio es?—Se llevó las manos al rostro.

— Un poco sí... sólo digo que si no quieren que nadie más se entere deberían de tener más cuidado, ¿Qué hubiera pasado hace unas horas si otra persona en lugar de mí los hubiera visto besándose?

El chico se quedó callado.

— Bien, vámonos.—Dijo Steve mientras salía de uno de los cuartos.

Los tres salieron a la acera y cerraron el lugar como se debía.

— Yo tengo que ir a comprar algunas cosas así que los veo luego.—Robin se despidió y se fue alejando.

Después de eso los chicos subieron al auto de Steve y se quedaron unos minutos en silencio.

— ¿A dónde quieres ir?—Habló por fin Steve.

— No lo sé.

— ¿Quieres que vayamos a tu casa?

— No, hoy mi tío llega temprano.

— ¿Quieres ir a la mía?

Eddie se quedó unos segundos pensando.

— ¿Crees que estaría bien?

— ¿Por qué no lo estaría?

Ante esa pregunta las palabras de Robin resonaron en la cabeza de Eddie: "Si no quieren que nadie más se entere deberían de tener más cuidado". ¿No sería muy raro ver de repente a Eddie Munson y Steve Harrington saliendo juntos?

— No creo que sea buena idea.—Respondió.

— ¿Por qué no? Vamos, no va a pasar nada.

Steve ni siquiera lo dejó responder, solamente puso en marcha el auto.

No tardaron mucho en llegar. Steve se estacionó y salió del auto, el otro chico lo imitó. Ya frente la puerta de la casa, abrieron y se adentraron en ella. Eddie veía a su alrededor, era una casa bastante grande, bonita y limpia, pero muy fría y vacía de cierta forma.

— Mis padres no están, somos libres de hacer lo que queramos.—Sonrió.

— ¿No se darán cuenta de que estuve aquí?

— Eso no importa, ¿Quieres una cerveza?

Asintió y lo siguió a la cocina donde lo vió abrir el refrigerador y sacar dos six de cervezas. Después Steve le hizo una seña con la cabeza para que lo siguiera y él solamente obedeció.