IV

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La alarma comenzó a sonar. Eddie normalmente soltaría un quejido y apagaría de un golpe ese estúpido ruido que lo había despertado de su dulce sueño, pero hoy no ¿Por qué? fácil: hoy estaba decidido a ir solo al trabajo de Steve e invitarlo a algún lado cuando su turno acabara.

Habían pasado ya dos días desde ese incidente en la casa de Dustin y durante todo ese tiempo solamente estuvo repitiendo ese recuerdo en su cabeza. Estaba confundido y a su vez fascinado con Steve, no le importaba que sólo hubieran tenido conversaciones "irrelevantes" o que las únicas veces que se reunieron ni siquiera hayan estado completamente solos. Harrington le hacía sentir cosas inexplicables.

Pero no siempre fue así, al principio se negaba a aceptar todo lo que Steve le hacía sentir, cuando en su mente se colaban pensamientos sobre él siempre trataba de distraerse con cualquier otra cosa, pero siempre fallaba en el intento. Así que ahora estaba decidido a aclarar sus sentimientos con el castaño, quería sentirse seguro acerca de él.

Apagó la alarma y se levantó de su cama. No sabía que ponerse, cualquier otro día no estaría preocupado por lo que vestiría, pero ese día en especifico se sentía en la obligación de verse bien o por lo menos aceptable para Steve.

Al final optó por vestirse como normalmente lo hacía: jeans negros, una playera de manga corta con el logo de Metallica con su chaqueta negra encima y sus botas. En realidad no sabía porque se apuraba tanto, eran apenas las 10:00 de la mañana y, según la información que Dustin le había dado, Steve los viernes salía de su trabajo a las 5:00 de la tarde.

Hablando de Dustin, Eddie no le había dicho que tenía pensado ir a ver a Steve, de hecho ni siquiera le había contado a cerca de todo lo que había estado sintiendo últimamente, no era por ser mal amigo ni mucho menos, pero él nunca había sido bueno en cuanto a abrirse sentimentalmente con otras personas.

La razón por la que estaba tan nervioso de afrontar a Steve era precisamente porque no sabía expresar sus sentimientos. Desde pequeño estaba acostumbrado a que lo que sintiera fuera minimizado de alguna manera, así que prefería no decir nada.

En fin, las horas pasaron más lento de lo normal, aunque de alguna forma todo ese tiempo le ayudó para serenarse un poco y pensar en lo que haría cuando llegara a ver al castaño. Había pensado en que tal vez podría preguntarle sobre alguna película y de ahí sacaría más platica, después lo invitaría al Arcade o le preguntaría directamente a él lo que le gustaría hacer.

En este momento eran casi las 4:30 PM por lo que casi terminaba el turno de Steve, sin embargo, Eddie necesitaba llegar antes para que así saliera bien lo que tenía planeado.

Eddie salió de su casa y se dirigió al "Family Video", llegando al cabo de unos 10 minutos.

— Muy bien Eddie, no es tan difícil, no vayas a echarlo a perder.—Susurró antes de adentrarse en el establecimiento.

Abrió las puertas y a la primera persona que encontró fue a Robin.

— Hey.—Saludó la castaña con una sonrisa en el rostro una vez que lo vio.

— Hey, ¿Qué hay?

— Nada fuera de lo normal, es un milagro que no vengas con Dustin, ¿Vienes a ver a Steve?—Sonrió de nuevo, pero esta vez de manera pícara.

— N-no, digo, no me molestaría verlo.—Dijo nervioso.— pero vengo a buscar una película que me pidió mi tío.—Mintió.

— Está bien, ¿Quieres que te ayude o puedes tu solo?

— No te preocupes, lo hago yo.—Respondió mientras se iba por un pasillo.

Una vez dentro de los pasillos comenzó a ver los distintos VHS que estaban colocados, a su vez también pensaba en que le agradaba Robin, era un pensamiento que había llegado a su mente cuando la vio en la entrada, le gustaba su humor y la forma en la que las palabras salían de su boca antes de que siquiera ella las analizara primero, le recordaba un poco a él.

Don't you, big boy? (Steddie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora