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La luz solar que se había colado por un espacio entre las cortinas fue a dar directamente al rostro de Steve. Este comenzó a despertar lentamente, se movió en la cama aun con los ojos cerrados hasta que sintió algo cálido a su lado, fue entonces cuando abrió los ojos para encontrarse con Eddie aun durmiendo.

Los recuerdos empezaron a llegar a su cabeza, sus mejillas se tornaron de un color carmín y se cubrió el rostro con la sábana de la cama. No podía creer que le había rogado a Eddie para que lo tocara, sentía vergüenza y más aún teniéndolo a lado suyo, ¿Qué se supone que iba a decir cuando despertara?

Se descubrió el rostro y se levantó de la cama para encaminarse al baño, no se había cambiado, así que lo haría ahora. Una vez dentro del baño, se quitó la playera y notó que su abdomen estaba pegajoso. La vergüenza regresó a él cuando recordó que la noche anterior se había corrido y parte del líquido había caído en su abdomen, por lo que necesitaba ducharse.

Aproximadamente después de unos 20 minutos, minutos en los que había estado luchando consigo mismo para concentrarse en limpiar su cuerpo y no en llenar su cabeza de recuerdos obscenos, terminó de ducharse, se vistió con ropa limpia y regresó a la habitación donde Eddie seguía durmiendo.

El reloj marcaba las 10:15 AM, lo que no sólo significaba que iba a llegar tarde a su trabajo, sino que también Eddie iba a llegar tarde a sus clases.

— ¿Eddie?—Se acercó a la cama.— Hey, tenemos que irnos.—Habló mientras movía un poco el cuerpo del chico.

Eddie fue despertando poco a poco hasta llegar nuevamente a la consciencia.

— ¿Steve, qué pasó?—Dijo mientras se tallaba los ojos y se sentaba en la cama.

— Ayer nos quedamos dormidos sin poner la alarma, ahora son más de las 10:00 de la mañana y no estamos donde deberíamos de estar.

— ¿Qué?—Lo miró.— No puede ser, hoy por la mañana tenía un examen.—Se levantó de un salto.

— Puedo pasar a dejarte a la escuela.

— Sí, estaría bien.—Terminó de ponerse las botas.

Salieron de la casa y subieron al auto. No hablaron en el camino, ambos iban pensando en la excusa que pondrían por haber llegado tarde, Steve a su trabajo y Eddie a sus clases.

— Gracias por traerme, nos vemos después.—Se despidió y bajó del auto.

Eddie aún pensaba en que diría para que le dejaran hacer el examen más tarde, era difícil encontrar una excusa que sonara creíble viniendo de él, ya que, debido a la reputación que tenía como estudiante, los profesores no le tenían mucha confianza.

Pasó de largo de su aula y se dirigió a la oficina de la profesora encargada del examen, tocó la puerta y tras escuchar un "adelante", la abrió.

— ¿Qué se te ofrece, Edward?

— Emm, bueno, supongo que notó que no estuve en la aplicación de su examen...—Hizo una pausa.— Quería saber si habría alguna posibilidad de que pudiera hacerlo más tarde.

— ¿Por qué no estabas cuando lo apliqué?—Tomó unas hojas entre sus manos y comenzó a guardarlas.

— Tuve que ayudar a mi tío con algunas cosas de su trabajo, por eso no pude llegar a tiempo.—Mintió.

La profesora dejó lo que estaba haciendo y fijó su mirada por unos segundos en el chico.

— Bien, pero tendrás que hacerlo en la hora del almuerzo ya que no podré en otro momento. Ahora regresa a tus clases.

Don't you, big boy? (Steddie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora