Es solo una ilusión...

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Estaba sentada en el mueble de la casa de mi tía viendo televisión y terminando la pizza de la asquerosa panadería en la que siempre compra mi tía. Eran alrededor de las seis con treinta. Siento unos pasos bajar por las escaleras.

-¿Mañana irás a la universidad? - dice mi tía con dirección a la cocina.

-.Si tía... Mañana tengo examen- le dije.

-Bueno, necesito que te quedes cuidando a mi hija, me iré de viaje y no pagaré una niñera teniendo a alguien, tienes que servirme para algo si te vas a quedar- dijo haciendo no sé que cosa en la cocina.

Me paré del mueble y salí corriendo a mi cuarto sintiéndome humillada por mi tía ¿Por qué siempre tiene que ser así ? desde que cumplí dieciocho mi tía quiere que me valla, yo también me quiero ir por dos razones.

La primera, es porque no quiero ser una carga para mi tía y la segunda, ser una mujer independiente. Ya no soy una niña y creo poder arreglarmelas sola para lo que me queda de vida.

*********
Era de madrugada y de repente siento algo bajo mi espalda. Claro que era el puto cepillo de mi tía que cuando le da la gana me lo tira en la cama cuando estoy en la Universidad.  Lo tomo y lo tiro con frustración.

Me imagino que ahora no dormiré.

Los mensajes a esta hora son casuales en adolescentes según mi experiencia con libros y películas. Así que decido escribirle a Ana.

-* No puedo dormir *- Yo

-*¿Estás despierta?*- Ana.

-*¿Quién sabe?*- Yo

-*Serás odiosa*- Ana.

-*Mi tía volvió a tirar su cepillo en mi cama*-Yo

*-Deberías quemarlo-*Ana

*-Deberías dejar de pensar en quemar todo-* Yo.

*-Duerme, ya son las dos de la mañana-*Ana.

Suena mi alarma y despierto con ganas de meterme el sol por el bolsillo.

Borro esa idea ridícula de mi cabeza y con mi cabello hecho mierda me dirijo al baño.
Trato de peinar mi cabello, lo cual parece imposible. Sin parpadear me enredo con mis pantuflas y en seguida mi trasero se da un beso con el suelo.

Ya valió nada... me dejo caer completa al suelo.

Una vez cambiada ya estaba en la sala para observar a la muy acomodada de mi tía.

-Usted se va a quedar cuidando a mi hija ya le dije- Dice en un susurro.

- Tía estoy en los examenes finales, no puedo estar perdiéndolos-Dije seria.

-¡Bueno! Entonces ve pero me debes una, mal agradecida no sirves ni para hacerme un favor... no sirves para nada-salió con sus maletas y se fue.

Perfecto yo perdono pero a mi ¿quién? No importa, supongo que la entiendo. Me ha mantenido por mucho tiempo, ya no puede. Yo estoy de sobra.

Me preparé un cereal y me senté en la mesa con el teléfono al lado del cereal.

Pensar que tengo un montón de pruebas y no me sé ni siquiera la fecha de hoy.

Dos golpes en la puerta de madera. Me levanté de la mesa y abrí la puerta. Era una chica rubia ojos grises blanca y traía un bolso.

-Buenos Días- dijo amablemente entrando a la casa.

-Buenos días ¿tú eres la niñera?-le pregunté cerrando la puerta.

-Si- dijo y se quedó viendo mi teléfono que empezó a sonar.

Cambiando mis pensamientos (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora