𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 6
Año 2008
¿Que se hace con los sentimientos una vez que consigues etiquetarlos en tu cabeza?
¿Los ordenas por colores?
¿Los guardas en un cajón?
¿Dejas que te acompañen en tu día a día y aprendes a llevarlos encima como si fuesen una bufanda que cada vez te aprieta más y más?
Por desgracia, en ese momento, en ese instante no sabía que hacer. No sabía que decir... no sabía que pensar.
Me encontraba malditamente atrapada en mi propia cárcel mental. Una que yo misma había creado. Quería salir adelante pero no podía. Sentía en mi pecho un raro sentimiento de ira, de miedo, de dolor que se apoderaban por completo de mi.
Nunca antes había visto la idea del suicidio como una de las mejores alternativas para escapar de todo el caos en el que me encontraba. Sin embargo, lo sentía de esa manera. Sentía que acabar con mi vida era una pequeña solución a mis problemas. Pero no podía hacerlo.
porque la muerte es así, te pilla desprevenido, te zarandea, y se va dejándote con una sensación de dolor y vació tan intensa que, en ese instante uno ni siquiera es capaz de pensar en las personas que se han marchado. Es un escudo protector, la única forma de seguir avanzando en el día a día como si no acabase de suceder algo que ha hecho temblar el suelo en el que caminas. Pero después el tiempo pasa; días, meses, años... Pestañeas y te das cuenta de que ya hace ocho años todo cambio.
—Riley...—Hablo la voz de mi hermano mayor.
No voltee a verlo.
Me encontraba en el cuarto de mis padres con la vista fija en el retrato que estaba en su mesa de noche.
—...hermanita...—El insiste
Voltee cuidadosamente, hasta mirarlos.
—Es hora—Hablo Sander con una mano en la cerradura de la puerta.
Aquel día 28 de diciembre era el entierro de mis padres...
—Tenemos que irnos—En ese momento mis ojos se llenaron de lagrimas y mi mente de recuerdos.
—¡No!—Exclame en voz alta. —No puedo ir a ningún lado, le prometí a papá que no me movería de acá—Digo con los ojos llenos de lagrimas.
Ellos dos caminaron hasta donde me encontraba yo y me abrazaron muy fuerte. Fue uno de los abrazos más dolorosos, pero a la vez reconfortarle que en mi vida pude haber dado. Me sentía mal, llena de odio y miedo, sentía que todo lo que estaba pasando era completamente injusto. Que de alguna forma la vida estaba siendo muy cruel y caprichosa conmigo.
—Riley, mamá y papá se han ido, ya no están con nosotros físicamente, pero si están acá—Sander me toco el pecho. —Siempre y cuando los mantengas en tu corazón nunca, pero nunca desaparecerán—Dice limpiando mis lagrimas.
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La Imperfecta Unión de Dos Opuestos© [En edición] |¡NUEVA VERSIÓN!|
Teen FictionOs presento la nueva versión de la historia, si eres nuevo o nueva leyendo, no sabes lo feliz que me siento de que me des una oportunidad. ¡Espero les guste! ¿Has sen...