Dentro de mi había una pequeñita voz que me decía que los perfectos momentos vienen después de haberte casi muerto en la tristeza.
-Ale.
|Riley
Mirarse en el espejo y darse cuenta de nuestros defectos; y ver en nuestros ojos las cicatrices de nuestros errores y fracasos, que aún después de tanto tiempo se sienten vivos en nuestro portal.
Es como tratar de no caer mientras caminamos por la cuerda floja. ver que en cierta forma todos somos tan iguales y nos sentimos uno en un millón. Tal vez, en lo físico seamos similares pero... ¿que hay de los pensamientos, sentimientos, ideas, he inquietudes que nos reservamos por miedo al rechazo? El amor es algo que ya no nos llena. Y, por suma mediocridad buscamos cosas que no necesitamos.
Lloramos con una almohada en el rostro como si esa almohada fuese la dueña de nuestras lagrimas, pensamientos, he incomodidades.
Como llegamos hasta ese punto en donde queremos escapar del mundo, cuando el mundo no quiere que huyamos. Hasta si la inseguridad y nuestra debilidad nos obliga a ser esclavos de mandatos sin ningún tipo de reglamento.
Pienso en miles de cosas, me alejo de ellos, y me asomo en la ventana que se encuentra en mi habitación. Mentir es común. Hoy más que nunca. Es tan común que nos resulta muy difícil identificar la verdad. Esta se ha tornado en una especie en extinción en el concierto de virtudes proclamadas por los antiguos moralistas. No tan sólo los políticos lo hacen. Todos competimos con ellos. Y es que el mentir es el pan nuestro de cada día en un mundo en el que los antivalores les han ganando la batalla a los valores: la verdad es desplazada por la mentira; el amor por el odio, la ternura por la violencia, la sinceridad por la hipocresía, la lealtad por la traición.
Mentir se ha convertido en una telaraña en la que ha quedado atrapado el hombre de hoy, que sólo aspira a acrecentar su fortuna material sin que le importe ya la otra, la fortuna espiritual, la que nos exige —para dejarse conquistar— que seamos artífices de la verdad, de la honestidad.
Guardo silencio mientras Harper y Matt siguen hablando, Es curioso, creo que la vida de August era tan, pero tan difícil que decidió ocultar todo lo que sentía. De alguna forma decidió oprimir cualquier cosa que pudiera o no sentir. Nunca antes me había sentido de la manera en la que me siento ahora mismo.
Es un raro he inexplicable sentimiento de decepción, y a al vez desconcierto y decepción.
—¿Porque simplemente no me lo dijo y ya?—Dije a media voz.
—Quizá, el ni sabe todo esto—Añadió Matt.
—Tienes razón, lo más probable es que August no tenga idea de nada de lo que esta pasando con sus padres.—Hablo Harper.
Harper me hablo por atrás.
—Hey, ¿sucede algo?—Pregunta colocándome su mano izquierda en mi hombro derecho.
—No es nada, solo que...—Guarde silencio, pues no supe que responder. —Todo es tan pero, tan confuso—. Hable.
Ella me miro y torció una sonrisa.
—Comprendo, aveces no todo es lo que parece ser ¿sabes?—Dice con delicadeza
—y ahora... ¿que sigue?—Solé.
Guardamos silencio un par de segundos y luego hablo.
—Solo tu sabes la respuesta, yo no mando en tus pensamientos... Pero, estaré aquí por si lo necesitas ¿ok?—
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La Imperfecta Unión de Dos Opuestos© [En edición] |¡NUEVA VERSIÓN!|
Ficção AdolescenteOs presento la nueva versión de la historia, si eres nuevo o nueva leyendo, no sabes lo feliz que me siento de que me des una oportunidad. ¡Espero les guste! ¿Has sen...