Capítulo 24

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La mañana llegó, ya tenía lista mi maleta con todas mis pertenencias, estaba listo para irme y volver a mi antigua vida, al lado de Owynn, cómo en un principio. Definitivamente había sido una pésima idea haberse alejado así de mi ciudad, a estas alturas ya no me importaba nada, ni siquiera el hecho de que rompería mi palabra con Toddy, no tenia noticias de ella, quizás Bon tenía razón y no volvería, pero eso ya no me importaba, yo solo quiero mi antigua vida, donde todo era mucho menos caótico y no tenia que estar rodeado de aun ambiente tan tenebroso cómo el de aquí. Sé que Bon estará bien, me queda claro que un niño no es y que definitivamente indefenso tampoco, él estará bien sin mi; aunque lo noto extraño desde que estuvo hablando con ese tal "Puppet" que mencionó, lo noto perdido, pero eso es mejor, así no podrá impedir que me vaya.

Pero eso no impedía que no me doliera. Traté de ignorar el dolor.

—¿Listo? —

Me preguntó Owynn en el marco de la puerta de mi habitación. Asentí con mi cabeza cerrando mi maleta, no había traído muchas cosas, no es cómo que tuviera mucho.

—Genial, déjame ayudarte—

Sugirió acercándose para cargar mi cabeza, a lo cual yo negué, diciéndole que podía solo, ya que no era pesada, pero me miró de mala forma arrebatándome la maleta.

—Yo trato de ser amable contigo y sales con tus mierdas. Vámonos. —

Reprochó molesto, tomándome de la muñeca hacia la salida de la mansión. Puso mis cosas en la cajuela de su auto, ni siquiera sabia que tenía auto, quién sabe a quién se lo robó este loco, aunque el loco soy yo supongo, por el hecho de subirme a un auto que sé es robado. Miré atrás, dándole un último vistazo a la tenebrosa mansión, había vivido muchísimas cosas ahí en poco, al menos ya tendré algo para contar en mi ensayo de "Qué hiciste en tus vacaciones". Quería despedirme de Bon, pero no era tan buena idea considerando que no estaba de acuerdo en que dejara la mansión, o al menos así era, hace unos minutos ni siquiera me miraba, estaba embobado con el cielo. Pero ni me importa, él ya no es problema mío.

Escuché cómo Owynn cerraba la puerta de la cajuela, me ayudó a subir al coche abriéndome la puerta caballerosamente, sonreí por aquel acto, encendió el motor y empezó a conducir alejándose cada vez más de la mansión, yo miraba por el espejo retrovisor cómo cada vez aquél lugar se hacía más y más pequeño a medida que avanzábamos. Owynn movió el espejo, cambiando el ángulo para que no pudiera seguir viendo, agradecía eso, al menos ya no me torturaba a mi mismo viendo cómo me alejaba del que fue mi hogar estos últimos meses. Ni siquiera pude despedirme de Fox, ya no supe nada de él desde que Owynn llegó, quería preguntarle a profundidad, pero no quería ponerle de malas, decidí mejor quedarme callado.

Me preguntaba si Bon estaría bien, si comería o siquiera sabría que se quedó solo. 

¿Por qué me importaba tanto? Me dolia el pecho solo de pensar que algo malo podría pasarle, pero me molestaba la idea de estar preocupándome por él. Pero ese dolor en mi pecho no parecía querer quitarse pronto, así que solo lo dejé ser.

Sabía, en el fondo de mi mente que el no era un niño, y por eso le molestaba aun mas estarme preocupando por el.

Mis sentimientos eran demasiado contradictorios en este momento, y quería apagar mi cerebro un rato.

Pero parecía imposible.

Luego de un par de horas de viaje en carretera llegamos a la ciudad, había olvidado lo colorida que era, me gustaba bastante de hecho, nunca he sido fan de la sociedad o las personas, pero si que extrañaba este ambiente de ciudad, miraba por la ventana todo, teniendo recuerdos no tan agradables de lo que había vivido aquí, ya empezaba a recordar porque quise alejarme así de todo esto: los recuerdos.

The ToyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora