Capítulo 30

544 52 104
                                    

No sabía que hacer, no sabía cómo reaccionar. Sólo había una palabra para describir la forma en la que me estaba sintiendo: shock.

Estaba en shock total. ¿Qué se supone que hay que hacer cuándo tienes de frente una...una cosa así de extraña y tétrica? Abrazaba a Bon con todas mis fuerzas. Levanté la mirada, tenía mis ojos aguados y mi voz estaba quebrada

—Bo-Bon si este es el fin me gustaría decirte que desde que regresé he percibido sentimientos distintos sobre ti, al inicio me dabas muchísimo miedo pero ahora yo-yo—

Me detuve al notar que Bon ni siquiera me estaba poniendo atención.

—¡Bon! ¡Te estoy hablando! —

Le di un golpe en el brazo, al hacerlo, aquel animatrónico amarillo me gritó, o algo así. Bon se puso encima mio, cubriéndome con su cuerpo cómo una forma de protegerme.

—Tengo mucho miedo...mucho...—

Confesé aferrándome con fuerza a él. Aquel animatrónico dejó de gritar, y se dio la vuelta retrocediendo. Creí que ya con eso estaríamos algo a salvo, pero sentí cómo Bon empezó a gatear a través de aquel ducto de ventilación mientras me seguía sujetando. ¿Estaba siguiendo a esa cosa?

—¿Bon que haces? Estamos más seguros allá, ¿por qué sigues a esa cosa? Bon mejor deberíamos—

Sentí cómo puso su mano en mi boca. ¿¡Me estaba callando!? Si bien era cierto que aquel oso estaba ahí afuera, no me sentía tranquilo con este otro animatronico en los ductos. Aunque nos pasó una linterna... al menos a oscuras ya no estábamos.

¿Esa cosa nos estaba tratando de ayudar?

Solté un enorme suspiro dejando a Bon hacer lo que quisiera. Sentí cómo Bon abría una rejilla. ¿Una salida?

Bon me soltó.

—Entra...—

Iluminé con la linterna, ese lugar ya lo había visto antes. Es el cuarto dónde Bon se la pasó años encerrado. Entré cómo me lo pidió. Miré arriba en dirección al ducto donde Bon aún estaba con esa cosa. Ambos se estaban mirando mutuamente.

—Bon. Baja ya, aquí me da miedo—

Me estaba ignorando. Odiaba que me ignorara así. ¿Por qué le llamaba tanta atención esa cosa?

—Bon baja—

Repetí en un susurro un poco algo, no podía darme el lujo de gritarle ya que se supone estamos escondiéndonos. Fruncí el ceño, empezaba a desesperarme.

—¡Bon! Baja! —

Dije igual en un tono bajo, pero ahora más desesperado, tenía ganas de llorar, ganas que aumentaron al ver cómo Bon cerraba la rendija del ducto de ventilación.

—¿Me-me vas a dejar aquí? —

Seguía mirando a esa cosa, pude ver cómo extendió con cuidado su mano, tocándole el rostro de metal. ¿Qué putas? Tenia tantas ganas de golpearlo. ¿Por qué me estaba dejando a mi solo por esa cosa? Es un enfermo.

Cerró porcompleto la rendija y se fue. Yo inhalé y exhalé profundamente, tenia que hacerel menor ruido posible. Traté de despejar mi mente inspeccionando un poco loque había ahí, quitando el hecho de que era una habitación demasiado tétrica,había muchas cosas interesantes y seguramente me darían pistas para saber mássobre Bon. Tome una mochila que había ahí, revisé las cosas, no había nadainteresante, sólo comida podrida, saqué eso para poder guardar lo que yoconsiderara importante, cómo un álbum de fotos, y varias libretas, quizástendrían escrito algo importante. También había un bat de beisbol, lo tomé, seguro me serviría. Amarré mi cabello en una pequeña coleta, ya mesentía un poco más preparado para escapar de ambos animatrónicos. 

The ToyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora