Capítulo 25

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Bon.

No sabía cuál era el último día donde había comido bien.

No recordaba ni cuántos días habían pasado.

No entendía nada en mi cabeza, no entendía porque me sentía así... tan alejado de todo.

Siempre había estado así, alejado de todo y todos, pero ahora lo sentía más real.

Sabía que me había quedado solo, pero no pensaba.

No quería pensar.

¿Dónde está Bonnie?

¿Por qué me dejó solo?

¿Por qué todos me dejan solo?

Me la pasé horas, más de las que sabía contar, viendo al cielo. Dormía de día, salía de noche, viendo al cielo. Esperando que alguien me hiciera compañía.

Ya no me importaba quedarme aquí, ya no me importaba si nadie me quería.

Estaba solo

Pero aún así...

Extrañaba los cuidados de Bonnie.

Extrañaba su... compañía. Extrañaba su paciencia al enseñarme cosas, aún deseaba que me enseñara a leer, quería salir, quería buscarlo, pero no sabía cómo ni dónde.

Y poco a poco este sentimiento que me pesaba en el pecho se convirtió en algo que me quemaba, esa sensación la conocía.

Quemaba, demasiado, y me hacía querer llorar y gritar.

¿Estaba enfermo, acaso?

¿Por qué sentía que me quemaba si no había fuego?

Bonnie.

No podía procesar lo que mis ojos estaban viendo. ¿Por qué Freddy estaba ahí? ¿Por qué hay vino? Tenía cientos de preguntas que ni siquiera podía procesar todo, creo que la mejor forma de describir cómo me estaba sintiendo en ese momento es: en shock total.
Y al parecer no era el único, pues Freddy también estaba callado y con un rostro de sorprendido.

—Bonnie largo de aquí.—

me dijo Owynn, pero lo ignoré.

—N-no me iré hasta saber qué estaban haciendo ustedes dos.—
reproché aguantándome mis ganas de llorar.

—Ahg, mierda, no empieces con tus dramas ahora. Sabes perfectamente que detesto que te pongas asi.—
— ¡Pues-pues no me pondría a-así si fueras más comprensivo conmigo!—
—¿Otra vez con esas mierdas? Dios, eres tan irritante.—
—Pues si tan irritante soy ¿por qué tenias tanta insistencia en traerme de regreso? ¿Por qué siempre estás detrás de mi si me vas a tratar cómo una mierda?—
grité esta vez con mis ojos lagrimosos, mi vista se nublaba, no debia llorar, no podia permitirme la humillación de llorar así. No frente a Owynn.

— Ya cálmate Bonnie.—
—¡No! ¡Quiero una explicación!—
—La explicación es que no te queda hacerme esos reclamos cuando ni siquiera somos novios aún.—
—Pero es que no te entiendo, no entiendo porque me insistes tanto si al final actúas cómo si no te importara—
respondí llorando
—Por-por favor cálmense...—
intervino Freddy. Al escuchar su voz yo lo miré molesto.
—Explícame que mierda haces en la casa de mi novio.—
— Lo haré pero primero tienes que calmarte...—
—¡Dejen de decirme que me calme! ¿Por qué no puede ninguno de los dos ponerse en mi lugar?—
A este punto, ya era un mar de lágrimas, estaba empezando a sacar todo lo que no había dicho en estos meses.

—De acuerdo, hablemos, pero afuera, ¿si? No hagamos una escena en la casa de Owynn...—

pidió Freddy, pero me molestó tanto, DEMASIADO la forma en que dijo el nombre de Owynn. ¿Por qué en ese tono? ¿Qué mierda me perdí?
Accedí a salir con Freddy de la casa del escorpión, si esa era la condición para saber que sucedía lo haría entonces. Owynn se quedó adentro a petición de Freddy. ¿Desde cuándo él sigue órdenes de alguien? ¿Desde cuándo hace algo que le piden? ¿Qué pasó? ¿Qué le hizo a mi novio?

The ToyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora