Blue is better than Pink

ch.5

Hoseok no vio porno esa noche.

Bueno, lo intentó.

Ya se había puesto cómodo en la cama con el móvil en la mano izquierda y su polla palpitante en la derecha, pero salió de la página cuando le vinieron recuerdos de su madre y su padre espiando su historial web.

¿Y si todavía estuvieran haciendo lo mismo?

Se fue a la cama sintiéndose muy avergonzado y molesto, pero cuando por fin se durmió, pensó que estaba bien.

Por desgracia para él, no era así.

Dio vueltas en la cama, levantando y bajando las rodillas, y la forma en que le palpitaba su polla era desesperante. Estaba batallando bastante para encontrar una forma de descansar tranquilamente. Hoseok gimió, enroscándose mientras apretaba sus sabanas.

Necesitaba tocarse, pero por alguna rara razón no podia. Tenía tantas ganas de ver algo caliente y dejarse correr sobre su abdomen, pero le ganaba la vergüenza.

Así que el chico desesperado fue a dormir incómodamente.

Hoseok sintió un gran peso en las piernas, que le impedía moverse, y gimió. Intentó ponerse de lado para estar cómodo, pero el sonido de una voz irreconocible le alertó, obligándole a abrir los ojos al instante. Los rayos del sol que se colaban por las persianas de su ventana le habían dificultado enfocarse en la persona que estaba a horcajadas sobre él. Todo lo que vio fue una silueta oscura, pero cuando su mano subió para cubrir el brillo, se dio cuenta de que era el chico guapo con el que se había topado.

—Por fin estás despierto, dormilón —Susurró el otro, pasándose una mano por el pelo oscuro, y Hoseok no pudo evitar que le encantara su voz suave y delicada.

Miró alrededor de su dormitorio, intentando encontrar pruebas de que aquello era, de hecho, realidad. Todo estaba como lo había dejado antes de dormirse la noche anterior.

—Tú...

El otro se inclinó y le puso ambas manos calientes en la cara, mirándole profundamente a los ojos y bajando lentamente hasta sus labios, — ¿Puedo besarte?

Aunque Hoseok tenía muchas preguntas sobre cómo y por qué estaba aquí aquel hombre tan guapo, al instante se quedó quieto y flácido en el abrazo del pelirrojo.

—S... Sí, por favor —dijo Hoseok un poco desesperado, y esperó ansioso a que el otro hombre conectara sus bocas. Se hizo esperar un poco, pero el otro atrapó suavemente su labio inferior entre los suyos, y Hoseok suspiró complacido, cerrando los ojos por completo. Se movieron suavemente el uno contra el otro, y Hoseok luchó por no dejar que un débil gemido saliera de su boca temblorosa cuando el pelirrojo se apartó.

—Tus labios son como la seda —Susurró el pelirrojo.

El corazón de Hoseok dio un vuelco, y le devolvió el beso con fervor, sin dejar que el otro lo abandonara. Era la primera vez que besaba a alguien con pasión y deseo. Con Wendy, siempre había sido solo un picoteo y listo, pero este hombre tenía unos labios tan exquisitos que Hoseok no iba a dejar de adorarlos con los suyos. Se sentía como un sueño hecho realidad. El guapo pelirrojo abrió las piernas y se acomodó encima de él. Sus endurecidas pollas se rozaban y Hoseok sentía que iba a explotar. Sus manos volaron hacia abajo para agarrarlo con fuerza por las caderas, guiándolo arriba y abajo con fervor mientras el otro se frotaba sobre él.

El pelirrojo gimió mientras se mordía los labios rojos y aumentaba el ritmo, dejando caer la cabeza hacia atrás, antes de dejar escapar un gemido entrecortado.

—Quiero follarte, Hoseok.

Hoseok abrió los ojos y vio lo hermoso que era el otro. Sus gruesos labios estaban brillantes por su saliva, y su respiración agitada era suficiente indicación de que estaba disfrutando de esto tanto como él.