Blue is better than Pink

ch.13

Hoseok no creía que tendría que hablarle a Wendy por un largo tiempo, pero como siempre, estaba equivocado. Sus padres no tardaron en mandarle miles de mensajes y llamarle para darle un sermón sobre lo que había pasado con Wendy, así que para evitar problemas con ellos, y posiblemente tenerlos como visita en su dormitorio accedió a reunirse con la mujer chiflada en una cafetería cercana a la biblioteca de la universidad.

Las cosas que tenía que hacer para tener a todos felices lo estaban fastidiando.

Lo último que Hoseok necesitaba era que sus padres fueran a buscarlo y empezaran a interrogarlo como si fuera una especie de convicto. Aunque querían que se reconciliara con la otra mujer, Hoseok pensaba que hoy era el día perfecto para terminar su relación con ella.

Despedirse de Jimin había sido especialmente difícil esa mañana.

Hoseok no quería dejar su compañía y el calor de la cama, y el pelirrojo no quería que se fuera, pero le prometió que iría con él al evento de Seulgi para que pudieran pasar más tiempo juntos.

La cafetería en la que coincidieron la joven pareja estaba ocupada con otros estudiantes universitarios que entraban a tomar su café diario o se acomodaban en una de las mesas para comer. Wendy, desafortunadamente, ya le estaba esperando. El olor a café hizo que Hoseok soltara un suspiro complacido, nada podía superar ese olor por la mañana, que mal que no vino aquí para comer. Mientras recorría lentamente las mesas, divisó rápidamente a su novia en el extremo opuesto del restaurante.

Llevaba una chaqueta negra y unos cómodos pantalones grises, algo poco relajado comparado con lo que llevaba él.

Caminó hacia ella, y con cada paso se le hacía un nudo en el estómago.

Hoy debería ser el día en que rompieran, ya no quería seguir con ella. Si se quedaba, el mismo ciclo tóxico repetitivo continuaría, torturándolo sin fin. Terminar esto era para su propio bien, y de nadie más.

—Hoseok, ¿cómo has estado? —preguntó Wendy mientras se levantaba de su asiento, con sus grandes ojos llenos de preocupación. El otro hombre se sintió un poco incómodo abrazándola después de hacer lo que había hecho con Jimin la noche anterior, pero trató de dejarlo a un lado.

No necesitaba pensar en eso ahora.

Cuando se sentaron, Hoseok forzó una sonrisa, mirando a la mesa negra en vez de a los ojos de la chica.

—Estoy bien, sólo necesitaba recuperar el aliento después de lo que pasó.

Wendy parecía desconfiada, pero si quería decir algo, no lo hizo. Ella simplemente asintió y apretó los labios, evitando sus ojos por completo ahora.

—Quiero pedirte disculpas.

Esto despertó el interés de Hoseok.

—Sé que mi reacción de aquella noche fue horrible, y estoy siendo muy sincera cuando te digo que no era mi intención. No quiero que pienses que soy una perra, porque no es eso lo que soy. Me pasé de la raya y lo siento —le tendió las manos y Hoseok se las cogió, sin querer arruinar el momento.

No porque la creyera, sino porque no quería que se molestara en público y lo avergonzara al decir cosas personales.

—Hemos pasado por tanto juntos, y lo he estado jodiendo desde que llegamos aquí. Lo siento mucho, Hoseok. Por favor, no pienses mal de mí... Puedo ser mejor.

Ella lo miró con esperanza y Hoseok forzó una sonrisa, sintiéndose presionado a mantener la paz.

—Prométeme que no volverás a reaccionar así, por favor.

Ella se acercó y Hoseok retrocedió, poniendo las manos sobre su regazo.

Se sentía tan mal hacer esto.

¡¿Por qué no podía decir las palabras?!

Wendy, vamos a romper.

¡No era tan difícil!

¿Verdad?

¡Solo dilo!

Hoseok se tragó un nudo en la garganta y la miró, receloso de su reacción.

— ¿Has pensado en romper conmigo? —La pregunta sonó extraña a sus oídos, y la visión de Wendy devolviéndole la mirada horrorizada le dijo lo suficiente. Seguía queriendo quedarse con él.

La mujer negó con la cabeza, — ¡No! En absoluto, ¿por qué piensas eso?

Hoseok se encogió de hombros, rascándose la nuca, —La verdad es que no lo sé. Sólo pensé que estarías cansada de lidiar con el poco afecto que te doy, nuestras peleas, la desconfianza que hay entre nosotros. Esto no parece una bonita relación, Wendy. Estoy cansado de esto.

Él la miró a los ojos y ella volvió a negar con la cabeza, casi con cara de loca y una pequeña sonrisa formándose en sus labios, —Hoseok, todo eso se puede arreglar. Nada de lo que has dicho no tiene solución. Somos un equipo, tú y yo, y podemos superar cualquier paso difícil en nuestra relación si nos mantenemos unidos. Romper nunca debería ser una opción para nosotros.

El otro hombre sintió que la esperanza de liberarse alguna vez de ella se desvanecía, y suspiró, sintiéndose un completo cobarde por ser incapaz de poner fin a las cosas ahora. Wendy había vuelto a ganar, y Hoseok había perdido por otra vez consecutiva.

— ¿Y si quiero dejar las cosas contigo en el pasado? —murmuró Hoseok, más para sí mismo que para ella.

Wendy frunció el ceño, negando con la cabeza — ¿Disculpa?

—He pensado en romper contigo. La verdad es que no creo...

El tono de voz de Wendy se tornó grave, —Ya te dije que romper no es una opción para nosotros. Sólo estamos lidiando con algunas cosas difíciles últimamente, es normal que las parejas de años pasen por eso.

Hoseok se quedó sentado, imaginándose su futuro casándose con ella, teniendo hijos y muriendo miserablemente sin saber lo que podia haber hecho con Jimin.

— ¿Estoy perdonada? —preguntó de repente Wendy, buscándole los ojos, y Hoseok bajó la vista hacia su mesa vacía.

No quería mirarlos, no quería seguir aquí.

—Sí —dijo, igual que había dicho muchas veces antes. No es que la sinceridad importara ahora, Wendy siempre le ganaría. Hoseok apretó los labios, odiando el hecho de estar procediendo con la misma toxicidad que antes.

Sabía que volverían a tener sus discusiones, sus momentos soportables en los que Wendy actuaba con normalidad, y peleas en las que uno de los dos se alejaba del otro. Hoseok ya no podía hacer esto, pero nunca encontró en sí mismo la forma de terminar lo que fuera que tuvieran.

Cuando se marcharon y caminaron hacia los apartamentos, la chica se aseguró de no soltar nunca su mano más grande.

Wendy miró a su novio con una sonrisa brillante, y cuando vio sus ojos bajar para verla sintió que su corazón se agitara, como la primera vez que se conocieron. Hoseok la había enamorado durante mucho tiempo en su primer año de instituto, así que cuando se hicieron amigos íntimos, se sintió extremadamente feliz. Cuando le pidió salir y el acepto, sintió como si tuviera todo su futuro asegurado. Seguiría su carrera y tendría al mejor hombre como novio y, si Dios lo permitía, marido.

Mientras seguían caminando, volvió a mirar a Hoseok y le preguntó, — ¿Podrás ir a mi actuación del sábado?

Hoseok pareció estupefacto ante la pregunta, pero asintió, —Sí, allí estaré.

Y así Wendy se relajó, sintiéndose feliz de que todo pudiera volver poco a poco a la normalidad.