A medida que noviembre terminaba lentamente, Hoseok sentía como si pudiera caer muerto en cualquier momento. Los trabajos de sus clases se dificultaban y los exámenes finales ya estaban programados para las dos primeras semanas de diciembre. El chico usó sus próximas semanas ajetreadas como excusa para evitar visitar a Wendy, y se sorprendió de que había funcionado, por no mencionar que ella estaba ocupada practicando para su baile.
En la mañana, ella le había preguntado si quería salir a desayunar, pero él se negó, alegando que tenía que estudiar para un examen todo el día, y ella le deseó suerte. Habían pasado tres semanas desde lo sucedido, y Hoseok finalmente encontró el valor para salir por su bien. Estar aquí encerrado en su apartamento no era saludable, en especial si se la pasaba angustiado por lo que le paso, aunque es válido cómo se sentía. Hoseok ya no quería pensar en eso.
Así que mientras Wendy practicaba en una sala de baile con sus colegas, él estaba en un lugar tranquilo con la mejor persona que había conocido.
Los pájaros cantaban alrededor de ellos y Hoseok suspiró, sintiéndose relajado. Aquí no había preocupaciones, ni una novia celosa intentando acostarse con él.
Él iba a estar bien.
Hoseok estaba tumbado sobre una suave manta roja que había traído, disfrutando de la fría brisa de noviembre mientras apoyaba la cabeza en su propio brazo extendido. Aunque el día era frío, el sol brillante de la mañana lo hacía soportable para él. No se estaba congelando ni sintiendo calor, el día estaba simplemente perfecto. El viento sopló y las hojas moribundas de los árboles caían al sacate con un leve crujido. Los ojos castaños de Hoseok miraron los altos árboles, observando el inmenso campo de hierba y los bancos vacíos que rodeaban el parque.
Era raro que no hubiera más gente disfrutando de un día precioso.
Miró a su lado y vio que Jimin le estaba mirando, su pelo rojo se movía suavemente con la suave brisa, —Tengo un poco de frío.
Habían elegido tumbarse en un lugar al azar del parque después de que Hoseok le contara los innumerables exámenes que tenía que hacer en las siguientes dos semanas, guardándose para sí lo que había pasado con Wendy. Eso era demasiado humillante como para compartirlo, y él creía que Jimin era un gran tipo, pero tampoco quería confiarle algo como eso.
— ¿Estás bien? —preguntó Jimin, poniendo fin al silencio entre ellos y colocando ambas manos detrás de su cabeza, mirando al hombre bonito que estaba embelesado en los intrincados remolinos de la corteza del viejo árbol que los protegía de los rayos del sol.
—Pareces triste —añadió, y Hoseok trató de ignorar su mirada, su corazón dando un vuelco que lo tomó por sorpresa.
¿Cómo podía leerle con facilidad cuando era la tercera vez que se veían?
Parecía imposible, pero Jimin parecía entender que algo malo había pasado.
—Estoy bien, solo estoy preocupado, estresado, y un poco triste, pero estoy bien —murmuró Hoseok sintiendo que sus manos empezaban a temblar. Las hizo en puños y suspiro, tratando de lucir normal. Jimin le dedicó una pequeña sonrisa. No había señales de burla, parecía que le creía.
—Me estoy dando cuenta. ¿Desde cuándo te sientes así?
Hoseok sonrió, intentando hacer ver al otro que estaba bien.
—No te preocupes Jimin, es algo reciente y aleatorio. Creo que con el tiempo estaré mejor.
Jimin seguía mirándole, esta vez su sonrisa desvanecía, casi como si estuviera intentando descubrir sus secretos personales, y Hoseok se atrevió a devolverle la mirada. Arqueó una ceja y se movió un mechón de pelo castaño que le había caído justo sobre el ojo.
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Blue is better than Pink
FanfictionJung Hoseok tuvo una vida social pobre a comparación de otros niños de su edad. No se le permitía jugar con ellos, o jugar a los videojuegos. Lo único que podia hacer el chico era estudiar para mantener la posición número uno en el instituto. Cuando...