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Por fin había llegado el día de su graduación del instituto y, tal y como había prometido y esperado, Hoseok se iba a graduar con los máximos honores. Las altas expectativas y los castigos de sus padres eran la fuerza motriz que le empujaban a dar lo mejor de sí mismo, incluso cuando estaba abrumado consigo mismo, sus deberes y los exámenes.

El miedo de decepcionar a sus padres por segunda vez no le dejaba tomarse un descanso en todo el semestre, e incluso cuando había pequeños descansos concedidos a los alumnos, Hoseok los pasaba estudiando. Dejó de lado muchos extraescolares, así como la clase de baile que hacía a espaldas de sus padres, y esperaba que valiera la pena. El joven adolescente llevaba un par de minutos dando su último discurso delante de sus compañeros, profesores y padres, y aunque por la mañana había estado a punto de vomitar debido a sus incontrolables nervios, ver a su orgullosa hermana mayor y a su novio grabándole desde la multitud le motivó para terminar con una sonrisa.

Le temblaron los dedos al pasar la última página de su discurso escrito, mirando brevemente lo que había escrito antes de alzar la vista para mirar a la multitud, aunque con cierta dificultad, ya que lo único que podía ver eran las luces de los teléfonos grabando, y los faros en el techo del teatro que casi le cegaban.

—Una vez más, los felicito a todos y cada uno de ustedes por haber trabajado duro durante estos largos y estresantes años. Han sido insoportables y nos han hecho perder el sueño varias veces a lo largo del semestre, pero ahora ha llegado el momento de pasar al siguiente capítulo de nuestras vidas. Puede que algunos de nosotros vayamos directamente al campo laboral, otros continúen sus estudios o quizá formen una familia. Sea cual sea el camino que hayan elegido, les deseo lo mejor. Vivan sus vidas al máximo y acuérdense de dedicar tiempo a ustedes mismos, aunque les parezca egoísta. Ustedes también se merecen un descanso, gracias.

Los vítores y aplausos de la gente fueron ensordecedores. Continuaron con su ceremonia, recibieron sus diplomas y se levantaron de sus asientos escuchando a su director dirigirse a ellos por última vez.

— ¡Por favor, un aplauso para nuestros graduados!

Como en el momento justo, se lanzó confeti desde unas máquinas negras ocultas, y los graduados lanzaron su birrete al aire. Tras luchar por recoger su birrete azul oscuro, Hoseok salió del teatro mientras sonaba "Good Riddance" de Green Day por los enormes altavoces. En cuanto los estudiantes llenaron el vestíbulo, todos se mezclaron para tomarse las últimas fotos antes de irse de vacaciones. Hoseok había visto a sus padres y a su hermana al final de la abarrotada sala y prácticamente corrió hacia ellos, con una enorme sonrisa en la cara cuando se encontró con los ojos marrones de su madre orgullosa. Estaba a punto de reír de alegría al darse cuenta de que por fin había terminado el instituto, pero todo terminó abruptamente cuando su novia se detuvo frente a él. Se había quitado la toga y el birrete y ahora llevaba un vestido negro ajustado al cuerpo, sin hombros, que dejaba ver mucho escote. Le quedaba precioso, pero a él no le interesaba echarle un vistazo. Su diploma no aparecía por ninguna parte, y parecía que estaba lista para entrar a una fiesta y celebrarlo.

Estaba a punto de felicitarla, pero cerró la boca cuando la vio extender los brazos como si esperara un abrazo, invadiendo de repente su espacio personal. Su cuerpo se tensó en un pobre intento de defensa, y su mente se apagó.

Durante los cuatro largos e insoportables años de noviazgo con Wendy, nunca se habían besado, y ahora parecía que la chica quería dar ese pequeño paso adelante con él. Sus manos agarraron suavemente las calientes mejillas de Hoseok y lo acercaron unos centímetros para posar sus labios pintados sobre los de él. Los labios de la chica eran cálidos y suaves, y tenían un sabor muy dulce, como a caramelo. Había atrapado perfectamente su labio inferior, y aunque había oído a la gente decir lo mágicos que eran los primeros besos, el suyo fue una decepción total.

Blue is better than PinkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora