Harry Potter : Nuevo Mundo [2]

Capítulo 325

Llegamos al retrato de una Dama Gorda, a quien presenté a todos, sin olvidar dar la contraseña. Cuando entramos a la sala común, muchos estudiantes ni siquiera lo notaron, pero el resto miró con sorpresa de mí, el líder de los primeros años, a Ron sentado en la mesa, quien hablaba en voz alta sobre cómo "es genial ser un prefecto, ¿eh?" Le estaba diciendo esto a un Potter abatido, que miraba el tablero de ajedrez frente a él con una mirada sin sentido.

Llevé a los niños al centro de la sala común.

"Espere aquí, muchachos".

Los de primer año asintieron obedientemente con la cabeza, y me acerqué sigilosamente a Ron como una sombra inaudible. Copiando la voz y la entonación de Snape, hablé detrás de él:

"Señor Weasley".

Ron saltó pero no tenía prisa por darse la vuelta.

"Admito que tu nuca es un mejor interlocutor que tú mismo. Sin embargo, desafortunadamente, quería hacerte un par de preguntas".

Weasley lentamente comenzó a girarse, y había una sorpresa y aprensión en su rostro instantáneamente pálido. Pero cuando me vio, suspiró aliviado.

"Oh... Max... Maldición, me asustaste. ¿Por qué haces eso?"

Los Gryffindors se rieron y el mismo Weasley sonrió.

"Suena tan similar..."

"Sr. Weasley," no cambié mi tono. "Déjame preguntarte, ¿qué hay en el cuello de tu túnica?"

"¿Dónde?" Ron miró primero a uno y luego al otro collar. "¡Oh, esta es la placa de prefecto! ¿Te imaginas? Me nombraron prefecto. Nunca lo hubiera pensado. Si fuera Harry...»

"Ya es suficiente," Potter lo despidió. "Esto no es para mí."

"Prefecto, ¿eh?" Miré más de cerca la insignia.

"¡Bueno, sí!"

"Por favor acepte mis felicitaciones. Pero tengo otra pregunta. Mire el centro de la sala común. ¿Qué ve?"

"Um..." Ron miró detrás de mí. "Bueno, primeros años."

"¿Cómo terminaron aquí, Sr. Weasley?"

"Por favor, deja de hacer eso", dijo Ron, y luego lo golpeó. "La barba de Merlín... lo olvidé..."

"Eso es todo, Ron," hablé ya normalmente, "En estos tiempos difíciles para todos nosotros, no podemos darnos el lujo de ser descuidados y relajados. ¿Sabes a qué me refiero? Ahora eres el prefecto. No falles la confianza de Dumbledore.

"Maldita sea... Bueno, yo..."

"Ve, salúdalos, haz un discurso".

Dándome la vuelta, me dirigí a mi ya tradicional asiento en el sofá, pero antes de que pudiera alcanzarlo, Hermione y Lavender entraron a la sala común. La segunda tenía la insignia de prefecto prendida en su túnica. Hermione se apresuró a sentarse a mi lado en el sofá y me di cuenta de que Dean, Seamus y Parvati estaban sentados en una mesa al lado de nuestro sofá y jugando a las cartas.

"Bueno", apoyé la cabeza en el regazo de Hermione sentada a mi lado, "veo que te despidieron del cargo".

"No fue fácil, y parecía que la profesora estaba un poco decepcionada conmigo. Estaba segura de que yo era el candidato perfecto. También querían nombrarte, pero la lechuza volvía una y otra vez con la insignia, y el profesor decidió nombrar a Ronald".

"Eso es bueno. No quiero hacer esto todos los días".

Nos quedamos en silencio por un rato.

"Supongo", Hermione estaba casi imperceptiblemente avergonzada, "debería disculparme. Después de todo, pensamos que podríamos pasar al menos un par de semanas del verano sin ir a la escuela".

"Está bien", cerré los ojos, "los padres son más importantes. Por cierto, ¿qué fue lo que finalmente los convenció de dejarte ir?"

"Bueno... Invoqué a Fiendfyre".

Mis ojos se abrieron solos por la noticia inesperada, y pude ver a una Hermione realmente avergonzada.

"Hay algo que no me estás diciendo".

Hermione se mordió el labio, tratando de ocultar su sonrisa.

"Tenía la forma de una nutria... No tienes idea de lo aterradoramente cómico que se vio el enjambre de nutrias de fuego contra el fondo de imágenes distorsionadas de Fiendfyre..."

"Tienes una extraña idea de la comicidad".

Hermione me empujó ligeramente en el costado con su puño.

"Parece", no pude evitar sonreír ahora. "Te estoy influenciando mal".

"Quién sabe... Quién sabe..."