Harry Potter : Nuevo Mundo [2]

Capítulo 376

El desayuno dominical en el Gran Comedor de Hogwarts siempre aportaba variedad a la dieta, y para aquellos que estaban demasiado inmersos en sus asuntos o estudios, estos mismos desayunos arreglarían el final repentino de la semana. Más carne, más bollería, más dulces. Los domingos siempre había más de todo, excepto para los estudiantes; en este día, muchos llegaron tarde al desayuno, pero los elfos domésticos, de todos modos, sirvieron a todos, incluso si este "todos" llegaría mucho más tarde.

En este, sin duda, un día maravilloso para muchos, absolutamente libre, satisfactorio, y debido al clima que también prometía ser soleado, solo sentí una leve tensión y disgusto por las personas que venían a desayunar en pleno. Daphne y Astoria también estaban aquí, pero estaban sentadas en medio de la mitad femenina de la Casa, aunque antes, como casi la mitad de los Slytherin, se comunicaban con compañeras del sexo opuesto.

"¿Qué estás pensando?" sin apartar su mirada afilada de los Slytherins, Hermione habló de repente, y cortando una salchicha con un cuchillo, hizo un profundo rasguño en el metal blando del plato.

"No sé."

Tal respuesta hizo que Hermione me mirara con una mirada ligeramente sorprendida.

"¿Estás descendiendo al nivel de algunos individuos?"

"No, es solo..." Giré el vaso de jugo en mis manos. "Ya sé cómo, qué y cuándo voy a hacer, y pensarlo una vez más es solo pensar demasiado".

"Por cierto, sí, ¿qué estás haciendo exactamente?"

Los estudiantes que se apiñaban en nuestra mesa gradualmente se sentaron cada vez más apretados, y ahora se vuelve problemático hablar sin testigos.

"Hola," un somnoliento Seamus asintió hacia nosotros, y Dean, quien apareció con él, estaba, como siempre, en un uniforme que le quedaba perfectamente y se veía alegre.

"Hola, chicos. Tenemos secretos aquí, así que..." Sonreí con culpabilidad, y los chicos solo asintieron comprensivamente. Más precisamente, solo Dean asintió y Seamus ignoró la frase, comenzando a clavar perezosamente un tenedor en la porción de comida que apareció: su cerebro necesita un poco de tiempo para que el olor y la vista de la comida desencadenen el proceso de pensamiento necesario.

Esforzándome un poco y poniendo un hechizo de privacidad alrededor mío y de Hermione sin varita, miré a la chica sentada a mi lado.

"El juicio. Ayer se inventó un caso, todo ese tipo de cosas..."

"¿Y qué vas a ganar con este juicio?"

"¿Ganar? No vamos a ganar nada allí, Miona. El punto es otro. Anunciar públicamente sus objetivos, su lealtad al Señor Oscuro, infundir dudas en la mente de las personas sobre su reputación. Públicamente, para que todo quede documentado. En Además, es un golpe preventivo para preservar tu reputación y un movimiento adelantado si de repente deciden exponerte a ti y a las chicas como culpables. El golpe mental se dará muy pronto, y el físico... después del juicio.

"¿Físico? ¿Aquí en Hogwarts?"

"No, no," negué con la cabeza. "No incriminaré al director de esa manera".

"Estoy contigo."

"Pero Mione..."

"Y no me disuadirás de hacerlo", me interrumpió. "Hace años que no me torturo para terminar escondiéndome a espaldas de los demás".

"Eso no me corresponde a mí decidir".

"¿Quién lo hará? Espera... le enviaré un mensaje de texto".

Seguimos terminando nuestro desayuno, y yo seguía mirando hacia la mesa de Slytherin, y más específicamente, a Daphne y Astoria. Fingían que todo estaba bien, pero actuaban un poco atípicos. No tan... Fácil, ¿verdad?

"Miona," me giré hacia la chica cuando todo lo que quedaba del desayuno era jugo en vasos. "¿Eres bueno con los encantos?"

"Aparentemente", pensó la niña, alisando un mechón de cabello rizado y arreglado. Mi parte de la biblioteca tenía más libros sobre encantamientos que tú.

"Aparentemente..." repetí, preguntándome qué necesitaba. "¿Hay hechizos proteicos del tipo señal con un activador por situación o frase o todos a la vez?"

"Hmm..." Hermione pensó por unos segundos. "Sí. He estado investigando varias variaciones de medios mágicos de comunicación en mi tiempo libre, y había uno como este entre ellos. ¿Para qué lo necesitas?"

"Hacer cuatro artefactos vinculados. Mi mentor me pidió que vigilara a las chicas, y sin una alarma de emergencia, es extremadamente problemático".

"Ya veo. Puedo hacerlo, pero solo con una varita. Hay muchas cosas incomprensibles en la estructura".

"Okey."

Después de pensar rápidamente en todas las ideas, llegué a una opción simple, lógica y obvia: los anillos. Inmediatamente transfiguró desde el aire cuatro anillos de acero con una cadena de runas grabadas para adaptarse al tamaño y la fuerza en el exterior. Se los entregué a Hermione, recibiendo una mirada de sorpresa.

"¿Ahora?"

"Y luego búscalos por todo el castillo".

"Eso también es cierto," Hermione asintió y, desapercibida por los presentes tanto en nuestra mesa como en la mesa principal, sacó una varita y comenzó a dibujar pequeños bucles sobre los anillos con ella, diciendo algo en voz baja. Medio minuto después, tenía cuatro anillos en mis manos, uno de los cuales estaba separado.

"Esto," Hermione señaló con su dedo el solitario anillo. "El principal. Recibirá señales de los otros tres, y puedes averiguar fácilmente de quién es".

"¿Cómo?"

"No estoy segura," Hermione se encogió de hombros, y los estudiantes ya comenzaban a salir lentamente del gran salón. "Ya lo sabrás".