Harry Potter : Nuevo Mundo [2]

Capítulo 337

Cuando el viernes de la primera semana, en nuestra tienda de campaña en medio de la Habitación Secreta, decidí ayudar a la niña con pociones, me alejaron de ellas de manera muy estricta.

"No, no, no", la niña negó con la cabeza, alejándose de los dos calderos grandes en los que estaba preparando tres composiciones diferentes. Se veía bastante agresiva: cabello ligeramente despeinado, mangas arremangadas, una mirada severa.

"¿Por qué? Hago pociones bien".

"Lo hacemos por nosotros mismos", Hermione ajustó una pequeña horquilla encantada en su cabello, que no permitía que el cabello se cayera y entrara en la poción, y los vapores de la poción se asentaran en su cabello. "Aquí, necesitas preparar pociones «Perfectamente» y no «Beber si no hay nada que perder»." .

"No tienes una alta opinión de mis pociones".

"Es solo que puedo hacerlo perfectamente, entonces, ¿por qué perder el tiempo? Y después de leer tantos libros y manuales diferentes... Ya no soy el estudiante de primer año que sigue ciegamente la receta y, no sé... Cortar nueces, no aplastarlas. Sí, y la comprensión ha llegado últimamente. Tú, Max, te las arreglas para hacer combinaciones absurdas de runas en Aritmancia como si tuvieran que ser así".

"Es simple," me encogí de hombros.

"Así que es 'simple' para mí en pociones. Así que pasemos nuestro tiempo racionalmente".

En realidad, después de eso, no participé en el proceso de preparación de pociones, haciendo lo que hago bien. Al menos tengo suficiente conocimiento para las clases de pociones.

El sábado por la mañana, después del trote tradicional y otros ejercicios físicos, nos aseamos y nos fuimos de viaje a Hogsmeade con uniformes y batas escolares, donde se suponía que nos estaría esperando Lady Greengrass.

Salir del castillo, como siempre, fue bastante simple. Complejos hechizos de ocultamiento y disfraz, y ahora estamos cruzando con seguridad las puertas del castillo, y en unos minutos, llegamos al pueblo mismo con un paso pausado. El tiempo estaba, como todos los últimos días, bastante nublado y sombrío. Aún así, me gusta exactamente así, y la vista del Bosque Prohibido y las montañas circundantes, pintadas con vegetación en tonos de verde bastante oscuros, evoca una sensación de misticismo.

Los lugareños se ocupan de sus asuntos en este momento, y en la mayoría de los casos, según tengo entendido, es en el Ministerio. De hecho, pocas personas en Hogsmeade tienen tiendas porque solo son útiles en los días de viajes permitidos para los estudiantes. Pero eso no significa que en otros momentos no haya alumnos que puedan salir del castillo. Y vale la pena señalar que el Expreso de Hogwarts recorre toda Inglaterra fuera del horario escolar, transportando bienes y carga que son más fáciles y rentables de entregar de esa manera: algunos no se pueden reducir, otros no se pueden poner en la bolsa con Extension Charms, y algunos son demasiado grandes. Sucede todo junto. En general, es bastante común ver magos visitantes, pero en su mayoría están contentos con un café en la plataforma.

Íbamos de camino a las "Tres escobas", lo cual me alegró porque Delphine podría haber elegido el lugar más lejano que se encontraba en medio de la nada por el bien del secreto. El "Cabeza de Puerco", dirigido nada menos que por Aberforth Dumbledore. Sin embargo, esto rara vez se menciona en ninguna parte, así que fingiré que no sé nada. Pero, por ahora, dejemos de lado nuestros pensamientos sobre este gran y extraño edificio de piedra en las afueras.

Entramos en "Three Broomsticks", un pub agradablemente iluminado que ostentaba un acabado de madera simple pero bien mantenido en colores claros, y nos dirigimos hacia la mesa del fondo, que estaba ocupada por uno de los pocos clientes. Lady Greengrass estaba vestida con un vestido azul formal y una túnica azul marino con una capucha que ahora se había quitado, revelando una gruesa trenza de cabello casi blanco que colgaba sobre su hombro.

"Buenos días", dije con una sonrisa mientras nos acercábamos. Mi sentido de la magia me dijo que era Delphine, aunque algo cambió sutilmente en ella.

"Hola," Hermione hizo una reverencia respetuosa pero no profunda. Parece que le gustaba Delphine.

"Buenos días a ti también", sonrió Lady Greengrass y señaló las sillas vacías en la mesa. "Toma asiento..."