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A la vez que me preparo para salir, los ronquidos de Janeth inundan la habitación

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A la vez que me preparo para salir, los ronquidos de Janeth inundan la habitación. Solamente son las siete, pero estaba tan cansada que cuando toco la cama por segunda vez, el sueño se adueñó de ella.

Mis manos recorren mi pelo, formando una coleta, perfeccionándola con ayuda del espejo. Nunca me había fijado en el parecido que tengo con mi padre, aunque tengo la misma piel lisa de mi madre y mis ojos forman una perfecta armonía entre la mezcla de ambos.

-Freya.-Josh me susurra para evitar despertar a Janeth -Ten cuidado ahí afuera.- Se nota algo asustado. No puedo evitar volver a pensar en su espalda marcada. No me imagino el dolor que tuvo que sentir. Sin decirle nada, le doy un abrazo, dándome cuenta que emite un aroma a champú de limón.

-No te preocupes. Descansa, buenas noches.- Cierro la puerta detrás de mí, de manera que no suene mucho. En el mismo pasillo me encuentro a otras dos chicas saliendo de sus habitaciones, tienen el uniforme negro.

-Hola.- Saludo, pero ambas pasan delante mío sin mirarme.

-Los salvajes no hablan con novatos.- Me asusto al escuchar una voz tan cerca mío. Benxamin está a escasos centímetros de mi cuerpo. -¿Me dejas pasar?-

-Janeth está durmiendo.- Le comento sin apartarme.

- Es mi habitación también.- Un pequeño empujón le abre paso a la habitación, dejándome en mitad del pasillo.

¿En serio? Seré idiota.

Comienzo a caminar hasta mi nueva clase. El lugar en la oscuridad es bastante aterrador, las luces iluminan bastante pero si ves a lo lejos, solo encuentras una oscuridad algo turbia.

Vacilo un momento antes de entrar a la sala pero no por mucho. Gracias a la enorme cristalera puedo apreciar que la noche está en su esplendor, dejando que las estrellas sean las protagonistas brillando.

-Pero mira quien sigue aquí, Frey-Frey.- Ignoro su comentario, pero se acerca rápidamente. -¿Sabes que me apetece últimamente?- Sus labios rozan mi oreja, haciendo que gire la cabeza un poco. No me gusta el contacto con este ser, me produce una vibra extraña. -Quiero escucharte gemir tan fuerte que piensen que te estoy matando. - Me susurra. Sin querer mi rostro forma una mueca de asco, pero sigo sin decir nada.

-¡Atentos!- Aparece la profesora. Esta vez viste con un chándal, que también parece bastante caro de color rosa con purpurina. -Vamos a comenzar con una prueba de ejercicio, para que los nuevos se acostumbren a nuestro ritmo. - No perdemos el tiempo, y salimos para llegar a un campo de césped enorme, podrías correr durante horas que no llegarías al final. -¡Carrera de primeros! - Grita.

-¿Carrera de primeros?- Pregunto en voz alta sin querer.

-Carreras por pareja.- La voz de Nico hace que me sorprenda. Últimamente estoy asustadiza, debe haber sido culpa de Janeth, por haberme metido miedo de este lugar. -Debemos llegar a la meta antes que las primeras seis parejas, o si no, seremos descalificados, y eso significa correr toda la noche sin parar a descansar, conejita-

-¿Correr atados?-

-No. Es un juego de estrategia. Debes impedir que los otros lleguen a la meta, desde que uno de nosotros cruce, hemos ganado.-

-¿De nosotros?-

-No me voy a poner con Benny, es un gruñón.- Me sonríe. -¿O tenias ya pareja?-

-No, no, quiero estar contigo.- Me doy cuenta de lo mal que sonó. -Quiero decir, de hacer pareja.- Rectifico. -En el juego.- Vuelvo a rectificar. La risa de Nico es algo contagiosa, así que no evitó también reírme nerviosa. -¿Quién es Benny?- Me atrevo a preguntar. Si voy a pasar bastante tiempo con estas personas, al menos comenzar a identificarlas por su nombre.

-No pensé que fueras tan cortita, conejita. Es mi hermano, Benxamin. - Me quedo mirándolo confundida, ¿Son hermanos? No se parecen en absolutamente nada.

-¡Prepárense, iré a poner la meta!- Grita la profesora, interrumpiendo la conversación con Nico. Veo como la mujer se sube en un carrito de golf. ¿Qué tan lejos va a poner la meta?

-Escucha conejita, tienes que ser ágil, no rápida. Si te concentras en llegar primero, te asfixiaras y quedarás atrás. En este juego no hay normas, tu corre hasta la meta, iré detrás de ti.- Dice Nico algo serio. Puedo apreciar su competitividad, pero eso me gusta. No quiero dar vueltas al campo hasta que amanezca.

-¿No hay normas?-

-¡A sus posiciones!- Grita la profesora Maya al llegar. Que velocidad. -¡La meta está todo recto, más fácil imposible! - Me preparo junto a Nico, que tiene una posición de salir corriendo detrás de un hueso en cualquier momento.

Me fijo como todos se colocan en sus posiciones, justo cuando la profesora da la señal para salir corriendo.

Varios se adelantan rápido, otros se quedan trotando y otros corren a mi mismo ritmo. Me concentro en lo que me dijo Nico, no ser rápida.

Comienzo a correr algo despacio pero al ver la meta a lo lejos incrementó un poco más la velocidad.

De pronto en mi vista, aparecen Dylan y cuatro chicos más haciendo una cadena humana evitando que la gente pase. Hay golpes, gritos y quejidos, hasta alguna patada vi. ¿A esto se refería con que no hay normas?

-No te pares.- Nico ha estado a mi ritmo todo este tiempo. Ni me había percatado de sus pisadas. -Los aparto.- Hago caso a sus palabras incluso reduzco la velocidad para darle ventaja, la meta aún está lejos.

Observo cómo corre hacia ellos, rompiendo la cadena y cayendo al suelo. Su risa suena bastante alto, antes de seguir corriendo. ¿Se está divirtiendo en serio?

Esquivo a las personas. La meta queda cada vez más cerca pero mis piernas comienzan a doler, al igual que mi tobillo. De todas formas no me rindo.

-Ya queda poco conejita. Me adelanto.- Dice Nico al ver que ya me cuesta respirar más de lo normal.

Benxamin nos adelanta a bastante velocidad junto con Nico. A ambos los pierdo de vista detrás de la meta.

Justo cuando estoy apunto de llegar, mis piernas me fallan, haciéndome caer al suelo de golpe. Intento ponerme de pie pero me tiembla el cuerpo. Creo que he llegado a mi punto límite.

A lo lejos veo a Nico saltando de alegría, supongo que hemos pasado a tiempo.

Cuando me dispongo a ponerme de pie, un grito capta mi atención.

Me fijo en una chica que esquiva los golpes de Dylan. Él está sobre ella lanzando puñetazos cerca de su cara. No dudo ni un segundo, en intentar llegar hacia ella, escucho la voz de Benxamin de fondo pero la ignoro.

Este chico piensa que puede ser el dueño de la clase, cuando no es así. Me ha tratado como si fuera un saco de carne, sin sentimientos. Esto debe terminarse ya, y poner en su lugar a este tipo. Mis piernas aun tiemblan, y duelen pero eso no impide que con una mueca de dolor me dirija hacia ellos.

-¡Déjala!- Grito.

La chica extendía su mano para agarrar la mía, pero Dylan se adelantó, pasando su mano por delante de su cuello.

De un momento a otro, el césped estaba recubierto de un rojo intenso.

Ella se ahogaba delante mío. 

*****

Buenas, ¿Qué tal estáis? Espero que muy bien <3 

Quería anunciar una muy buena noticia, y es que dentro de poco es mi cumpleaños, y he decidido publicar dos capítulos a la vez, ya que la historia estoy algo adelantada, como una especie de maratón. 

Si queréis. ¿Qué opinan? Os leo <3






Juego de títeres -Cleo SkylionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora