En un mundo donde la dictadura consiste en clasificarte por tu signo zodiacal se sale de control cuando unos jóvenes deciden "saltarse las normas"
//EN PROCESO.
¿Alguna vez has imaginado que el horóscopo fuera mas allá? Debido a diversos problemas...
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Tras pasado varios días teníamos un plan de varias etapas que había que completar para que saliera "perfecto". Había que ir en orden para que todo saliera bien.
La primera etapa era conseguir que Benxamin distrajera a la profesora Maya para conseguir su identificación. Por más que me negué rotundamente a participar en esta "etapa". Me encuentro ahora mismo escondida debajo de la mesa del escritorio de Maya, donde Benxamin la espera.
Me odio a mi misma por aceptar.
-Va a salir mal.- Susurro. Estoy totalmente agachada debajo de la mesa, me esta comenzando a doler las rodillas. Aunque nunca haya participado en estas cosas, gracias a las películas, siempre he visto que acaban todos muertos.
-Eres la única que cabía ahí de nosotros, cállate.- Murmura Benxamin también, sin mirarme. Está de pie enfrente de mí, con la vista directa a la puerta esperando a que entre Maya.
-No quiero estar aquí.- Me sale decir entre regañadientes.
No me parece justo que me estén utilizando de esta manera. No es mi problema que ambos sean demasiado anchos y corpulentos como para esconderse aquí debajo, también tienen un armario, o detrás de la puerta.
Justo en ese momento se escucha la puerta.
-Esperaba verte.- No consigo verla, solo escucho su voz y sus famosos tacones golpeando el suelo. -Esa amiga tuya, no me gusta.-
-¿Amiga?- Observo a Benxamin. Su expresión está relajada, como si no estuviera. ¿Ha estado ensayando?
-La que vomito. Hoy estuvo igual.- Me contengo las ganas de saltar a decirle que tengo nombre. -Siento que esta loca por ti, y sabes como me pongo cuando pasa eso.- De repente Benxamin se incorpora caminando un poco, y distingo la punta de los tacones de la profesora por una esquina de la mesa.
Mierda.
-No tienes que preocuparte.- Susurra junto con varios sonidos de besos. De pronto una prenda cae justo delante mío.
Una camiseta blanca de botones.
No se que le he hecho al karma para estar en esta situación, se que a veces he sido algo egoísta. Aquella vez solo le quite a Charlotte su plato de comida, pero porque pretendía tirarlo, no hace falta hacerme pasar este momento, por dios.
Me tapo la boca para evitar que me escuche la respiración. Los sonidos de besos siguen. Escuchar a alguien besarse sin verlos suena asqueroso, solo escuchas como una vaca mascando pasto.
Benxamin se mueve justo enfrente del escritorio, dejando que los tacones de la profesora cuelguen de la mesa. Ella está sobre la mesa.
Una de las piernas de Benxamin comienza a meterme pequeñas patadas, indicando que es el momento de que salga para agarrar la identificación.
Le pegó un golpe antes de salir gateando de debajo de la mesa. Gateo un poco más hasta encontrarme con una falda junto con unas bragas. ¿De verdad lo están haciendo mientras yo estoy ahí? Evito mirar a la pareja sabiendo esta información.
Rebuscó en la falda alguna tarjeta como específico Nico. "Una tarjeta blanca brillante, contiene su nombre y su fotografía"
-Benxa.- Susurra gimiendo la profesora. Apartó la vista un segundo hacia ellos encontrándome con la mirada de Benxamin a la vez que suelta pequeños besos en el desnudo cuello de la mujer.
Está completamente desnuda.
Me concreto en mi misión.
Bingo.
Levantó en alto la tarjeta junto con sus llaves de coche para comenzar a gatear hacia la salida, rezando porque no la haya cerrado con llave.
Quiero terminar este infierno.
Sin querer uno de mis pies choca con una pequeña estantería de libros. Rápidamente me giro para comprobar que no escucho nada, y desearía no haberlo hecho.
Se ven tan agusto, tan reales ambos. Benxamin agarra delicadamente a la profesora por la espalda, y ella envuelve sus piernas en su cintura. Cuando se besan, siento su necesidad desde aquí, esa pasión que les altera.
Salgo de la clase sin ser escuchada, estoy algo triste, sin ánimos. ¿Algún día llegaré a tener eso? Alguien con quien ser real.
Mi cara se choca contra una especie de muro, haciéndome retroceder.
-Cuidado.- El muro tiene voz.
Cuando levanto la mirada me encuentro a un chico bastante alto y delgado. Tiene el pelo completamente rojo oscuro, junto con una pequeña coleta que le sujeta el mullet.
-Disculpa, no te vi.- Susurro escondiendo las llaves y la tarjeta en el bolsillo de mi uniforme.
-¿Eres nueva?- Asiento con la cabeza ante su pregunta. No tiene ningún uniforme puesto, así que no distingo su "posición". -Welina.-
-¿Qué?-
-¿Te encuentras bien? Pareces asustada.-
-Si, si, disculpa, estoy algo distraída. Soy Freya, encantada.- El chico se me queda viendo algo extrañado antes de comenzar a reírse. ¿Es normal que la presencia de alguien te deje sin saber pensar?
-Welina, significa Bienvenida en Hawaiano.- Afirma con una sonrisa. ¿De dónde salió este hombre? -Pero un placer Freya, soy Nula.- Hasta su nombre es bonito.
-¿Tu también eres nuevo?- Pregunto también, solo para alargar la conversación, me gusta su acento.
-No, vine de visita nada más. Pero ya nos veremos más por aquí, espero.- Me muestra su última sonrisa antes de desaparecer por el pasillo.
Me quedo en el mismo sitio durante un rato, asimilando lo que acaba de pasar. ¿Una persona, de visita? ¿Aquí? ¿Un hawaiano? ¿Qué?
Camino hasta mi habitación, donde está Janeth despierta aun leyendo un libro.
-¿Sabias que el 80% de las personas son adictas al sexo?- Pregunta en voz alta, enseñando su libro de "anatomía" o algo parecido. Ignoro su pregunta, y me siento en mi cama. -¿Que paso?-
-Un hawaiano.-
*****
¡Hola! ¿Qué tal les esta pareciendo?
El capitulo de hoy es cortito, aunque hay personaje nuevo, espero que les guste.
Poco a poco nos vamos adentrando a verdaderamente "la historia" y como quiero enfocarla, tened paciencia.
Muchísimas gracias a los nuevos lectores y a los antiguos también, les quiero mucho.
