En un futuro donde el destino de cada persona está determinado por su signo zodiacal, la sociedad vive bajo una rígida dictadura que los clasifica según la fecha de su nacimiento.
Tras una serie de crisis sociales, esta clasificación se presenta co...
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Un dolor se apodera de mi cuerpo repentinamente, justo en el pecho. En el corazón.
No niego que Janeth desde lo que pasó con Dylan ha estado actuando raro, muy al margen de nosotros pero pensé que solo necesitaba su tiempo. Quería estar algo sola. Cada vez que terminábamos un entrenamiento, ella se iba con la misma a saber donde.
No sé cómo reaccionar hasta esta situación. ¿Nos ha traicionado? ¿O es un plan? ¿O se aliaron? Recuerdo la ira que tenía Janeth cuando mataron a Josh, dudo que haya sido una especie de plan conjunto con Dylan. O a lo mejor si sabe actuar demasiado bien.
-Frey-Frey- Escucho la voz cerca de nosotros. Odio ese apodo con toda mi alma.
-No hagas nada.- Le susurro a Benxamin apretando su mano. Todos tenemos ganas de darle su merecido a Dylan pero ahora mismo, lo único que haría es que el plan fallara.
-¿Cómo estáis?- Pregunta el matón con esa sonrisa de superioridad. A su lado Janeth tiene la mirada bajada. ¿No es capaz ni de mirarnos?
Hay un silencio demasiado largo sin ninguna contestación.
-Esta bien, entiendo que no soy bienvenido.-Vuelve a hablar Dylan. -Frey-Frey me ha dicho un pajarito que ahora tienes novio nuevo. ¿No, Janeth?- Miro confundida a ambos. Nadie sabe lo que pasó con Benxamin.
-Será mejor que te vayas, Dylan.- Advierte Nico al ver la situación tensa. Él se da por vencido, levantando sus manos en son de paz para irse agarrando a Janeth de la cadera.
No tiene sentido alguno que esos dos estén juntos. No me oculto en ver que realmente me afecta esto, Janeth fue una de las primeras personas que confíe al llegar aquí junto con Josh.
Sentía que me querían, que estaban junto a mi.
La última canción suena en el ambiente, aún hay algunas personas entrando al salón, no he visto a nadie más conocido.
-¿Estás bien?- Benxamin se preocupa un momento por mi. -Desde que llegue has estado rara. ¿Quieres hablar?-
-No pensé que Janeth..-
-Escucha, no dejes que tu cabeza te haga sentir mal por eso, capaz ella también tiene otro plan.- Le miro a esos ojos verdosos que me hipnotizan. Él me da una pequeña sonrisa calmada.
-Lo de la otra noche...-Comienzo a decir, son tantas preguntas en mi cabeza que siento que voy a explotar.
-Si.. eh.- El ambiente cambia totalmente, me siento incómoda y se que él también. -Perdona. No debí hacer aquello...-
-¿No querías?- Pregunto confundida.
-¡Tú!- De repente detrás de Benxamin aparece Nula. Sus manos siguen atadas con la corbata, al parecer si fue lo suficientemente fuerte. Su pelo rojo revuelto, al igual que su ropa, pareciera que ha estado sudando muchísimo. -¡Eres una pedazo de...!
Las luces se apagan de golpe dejando todo a oscuras. El murmullo de la gente se comienza a escuchar.
Ya no hay vuelta atrás.
¿Sabéis ese momento donde decides confiar 100% en una persona? Que todos tus sentidos estén a su mano, que todo tu cuerpo esté a su servicio o que si él decide caer, tu caerás con él.
Me siento así corriendo entre la oscuridad.
Sé que Benxamin es quien sujeta mi mano, por el calor agradable que desprende su palma. El mismo calor que siempre desprende de su cuerpo, aunque haga frío.
No se como es capaz de ver en la oscuridad, pero yo no tengo esa habilidad. Mi cuerpo se mueve a su ritmo, detrás de él, esquivando objetos.
Me siento totalmente desorientada pero también estoy relajada. No es como en mis sueños, que estoy completamente sola, se que Benxamin está corriendo enfrente mío y que no me va a soltar en ningún momento hasta que salgamos de aquí.
-¡No se preocupen, estamos arreglando el fallo! ¡Mantengan la calma!- Se escucha a la profesora Maya entre la multitud. Su voz viene mucho más atrás de mi, seguramente ya habremos pasado las sillas.
-Vigilen todas las entradas, nunca hemos tenido ningún fallo.- Un escalofrío recorre mi espalda cuando la voz del director está tan cerca de mi. -Llamen a seguridad...- Su voz se va fundiendo junto con el murmullo en la sala a medida que nos alejamos.
-Nico, sube primero.- Una vez nos frenamos, escucho a Benxamin hablar.
-No veo nada.- Susurro para evitar que me escuchen los demás. No recibo respuesta, solo un pequeño apretón en la mano.
-Freya. Vas tú.- Su voz se dirige hacia mi, se que lo tengo justo enfrente. -Nico ya está arriba, cuidado.- Susurra igual que yo.
Confundida sigo sus indicaciones. Sus manos se apoderan de mi cadera, haciendo que deje de tocar el suelo.
-Estoy aquí, tranquila- Nico me sujeta por debajo de los hombros. Así deben sentirse los niños pequeños cuando los elevas del suelo de repente.
-Estas dentro de un conducto del aire. Suena mal, pero ve a cuatro.- Dice soltando una pequeña risa. Yo ruedo los ojos haciéndole caso.
¿Cómo es posible que estos dos vean perfectamente en la oscuridad? ¿Son linces?
-Me gustan estas vistas.- Escucho a Benxamin después de un golpe contra las paredes metálicas. Me doy cuenta que está detrás mío, y seguramente mi culo esté a centímetros de su cara.
-¿Como mierda ven a oscuras?- Digo frustrada.
-No hables alto, hay eco.- Me advierte Nico.- Ve hacia delante, voy anunciando las curvas.- Comienzo a gatear justo detrás de él. Confío plenamente en estos chicos, así que sigo sus indicaciones.
-Izquierda.-Susurra Nico.
Estuvimos gateando durante unos cinco minutos sin hablar, al menos yo que estaba concentrada en no chocarme contra las rendijas de metal. La claridad no tarda en aparecer, una de las luces de emergencia se cuela por una de las rendijas.
El laboratorio.
-Cierra todos los accesos a la medicación.- Unas voces se escuchan debajo de nosotros. -Esos mocosos son capaces de matarnos a todos.- No distingo quién es, nunca he escuchado su voz. Nos paramos para que Nico pueda asomarse a la rendija.
Aprovecho que distingo algo por las luces de emergencia para ver si Benxamin sigue detrás mío. Este me muestra una pequeña sonrisa. Está algo agobiado, seguramente por el poco espacio personal que tiene.
De repente veo unos ojos alumbrados detrás de Hades.
-Chicos.- Susurro. Los de debajo nuestro, se callan al instante que digo esas palabras.
Mierda.
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¡Hola! ¿Qué tal estáis? ¿Qué os esta pareciendo la historia? En los siguientes capítulos va a ir todo un poco rápido, espero que lo haya redactado bien para que no os perdáis.
