1

2.2K 96 15
                                    

—¡Cariño, baja ya! ¡tu madre me matará si no te llevo temprano!— gritó el alfa al final de las escaleras, entrando a contactos en su teléfono a punto de llamar a su suegra para avisarle que ya le llevaba a su niño

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡Cariño, baja ya! ¡tu madre me matará si no te llevo temprano!— gritó el alfa al final de las escaleras, entrando a contactos en su teléfono a punto de llamar a su suegra para avisarle que ya le llevaba a su niño.

El ojiazul bajó las escaleras desanimado y abrazó a su alfa, este confundido correspondiendo la común pero muy tierna muestra de afecto de su omega.

—¿Qué pasa amor?— cuestionó el rizado guardando su teléfono y tomando de los descubiertos muslos a su lobito. —¿Estás bien?— preguntó alzándolo.

Louis negó —No quiero irme— confesó con su rostro escondido el pálido cuello de su alfa, Harry suspiró con una sonrisa enamorada.

Comenzó a caminar con su omega en brazos hacia la puerta y saliendo de la casa con él, cerrando con llave. —Bebé debo llevarte, sabes como es el trato con tu madre— rió hablándole al oído y al ver que había gente pasando por la vereda de su casa. Tapando lo mejor posible el cuerpito de su omega, reprimiendo gruñidos.

Dejó a su novio en la vereda para subirlo a su auto cuando este se negó.

—Pero alfa…— rogó con ese tono de niño pequeño que volvía a Harry totalmente loco.

—Lou…nos veremos durante la semana y el viernes vendrás conmigo nuevamente— negoció el alfa abriendo la puerta.

—No. Yo quiero pasar mi celo contigo— dijo triste. Su celo empezaba durante la semana y no podrían verse.

Harry sonrió complacido por lo necesitado que se veía su ardiente omega. Lo que más deseaba era pasar todos los días de su vida cuidándolo, mimándolo y dándole la vida de sus sueños.

Pero mientras el pequeño sea menor de edad debía respetar las reglas de su madre.

“Solo pasarán el fin de semana juntos. Nada de cachorros a temprana edad, nada del LAZO y mucho menos, nada de drogarse ni hacer cosas ilegales juntos ¿entendido?” Condicionó firme Jay, la madre de Louis. Ambos asintieron frenéticos, había sido muy difícil convencerla, pero al haber conocido mejor a Harry, aceptó el trato de ambos jóvenes.

—Bebé no volveré a anudarte…fue muy peligroso la otra vez, además, te dolió mucho y lo que menos quiero es hacerte daño— murmuró medio empujando delicado al ojiazul dentro del auto y colocándole el cinturón de seguridad.

Louis solo lo miró mal y se cruzó de brazos en su lugar. Convencer a Harry de algo era lo más difícil del mundo si se trataba de romper las reglas.

.

Louis y Harry se conocieron a la edad de 15 y 18 años.

En el primer momento en el que Louis llegó a la escuela y ciudad. Su condición era la más sorprendente en ese entonces.

Él era un omega, uno de los pocos varones omegas del colegio y de la pequeña ciudad. Ser un omega varón era algo que costosamente se estaba normalizando en el mundo. Todos estaban sorprendidos por ello y algunos alfas…más que todos.

Sé quién eres (L.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora