Sé quién eres (L.S)

16

Jueves. Casa de Zayn

—Su almuerzo está listo, señor—

—Por favor, Louis. Llámame Zayn, aún me siento joven— dijo dramático el alfa, quitándose los lentes y levantándose de su escritorio.

Louis asintió un poco tímido.

Llevaba una semana trabajando para Zayn y el alfa era muy bueno con él, realmente muy amable, Zayn tenía 30 años pero literalmente se veía más joven que eso.

Él y su familia eran muy buenos, las hermanas del alfa lo trataban como uno más de la familia y la madre de este igual, todo para hacerlo sentir cómodo.

Tenía un cómodo turno de 10 a 14 solo para ser el chef y dejar la comida preparada para la cena. Luego, iría a la compañía a trabajar, etc.

Sus días se basaban en trabajar, no tenía tiempo para disfrutar realmente.

Habían pasado unos cuatro meses desde que había despertado, también muchos días desde que no tenía pensamientos suicidas.

Es decir…¿para qué morir si tenía la posibilidad de ver a sus sobrinos crecer?

¿Para qué morir si no podría tener días extremos de lluvia mientras intentaba ir al trabajo? También los días grises…que eran cálidos en su opinión, ver a las flores bien despiertas buscando los rayos del oculto sol entre las nubes, el pasto, las hojas y los animales, era estúpido pensar en morir cuando hay tantas cosas que apreciar de la vida. Amaba todo, bueno, menos los días soleados, odiaba estar ocultando su cuerpo de los dañinos rayos del sol. Ya no le parecía tentadora la idea de usar ropa corta o llamativa. En lo único que debía mejorar era en el ámbito de su autoestima.

Algunas veces, solo algunas, se dirigía hacia el cementerio a llevar una que otra nueva especie de flor encontrada en alguna florería de por allí. Llevando nada más que sus manos para poder dejar bien adornado el lugar donde su bella madre se encontraba, según él, se encontraba cuidando a su omega.

Se sentía vivo de alguna forma, no sabía qué rayos lo inspiraba, pero de una u otra forma, se sentía bien crecer mentalmente en el sentido de tener un poco de voluntad al vivir.

. 🦢 .

Al otro día. 11:00hs

El timbre sonó.

Las empleadas del alfa se encontraban en sus días libres los viernes, sábados y domingos. Él era el único que trabajaba toda la semana, pero, unas pocas horas al día.

Limpió sus manos llenas de harina y fue directo a recibir a la persona.

El timbre volvió a sonar, Louis suspiró. —¡Ya va!— mencionó colocando su trapo de cocina en el hombro y tomando el picaporte.

Abrió sus ojos aún más. Como si de una hermosa canción de piano se tratase, se le erizó la piel. Sus manos temblaban levemente ante tal interrupción, una…interesante interrupción.

—R-residencia Malik. ¿Qué se le ofrece?— preguntó imitando a la señora que siempre se encargaba de estas cosas, estaba mirando hacia abajo, podría dejar pasar a Harry ya que este es amigo de Zayn pero…sería muy delator el hecho de que sepa la relación de amistad que llevan ambos alfas cuando se supone que lleva una semana trabajando.

Las pupilas de Harry se dilataron sin que se dé cuenta de ello. Sus labios se entreabrieron levemente. El alfa miraba confundido al omega. —Hola…em…hola— suspiró perdido en esos azules ojos que evitaban su contacto visual, como si el chico ignorara su silueta.

“¿Será ciego?” pensó torpe, Harry.

“Idiota, cállate. Es él” dijo el alfa aún más confundido que Harry.