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Louis se encontraba solo tras la ida de Ed de su casa.

Estaba aún en shock.

¿Cómo era posible?

 Aún no comprendía los grotescos giros que su vida daba y él no tenía tiempo ni de marearse. No ahora. No nunca.

¿Qué pasaría con él? En la compañía no aceptan omegas. ¿Qué pensaría Collin cuando le diga que en verdad no es un beta como él?

Su ceño se fruncía visiblemente mientras pensaba qué hacer ahora que estaba volviendo a la normalidad, su meta era volver a ser quien fue alguna vez.

No poder te hace sentir terrible, pero lograrlo de igual forma te termina de hacer sentir vacío.

Un sonido conocido en su teléfono le hizo sacar de sus pensamientos, su tono de ringtone en el teléfono.

—Hola Lou. ¿Cómo estás?— la conocida voz de su mejor amigo detrás de la línea le hizo sonreír levemente.

—Hola, Ni— sonrió.






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—No puedo hacer tal cosa, señora. No puedo dar información de un paciente sin su consentimiento ni red sanguínea de usted que me pueda guiar, me gustaría que le pregunte a Louis antes de pedir su legajo— dijo algo confundido. Recién acababa de ver al omega, era raro que esta señora desconocida quiera saber de él.

Anne asintió. —Entiendo pero…bueno, sabrá. E-él…— pasó saliva costosamente por su garganta. —Él era mi yerno— dijo y Ed simplemente bajó sus lentes levemente hasta el borde de su perfecta nariz, a punto de llamar a seguridad hasta que la omega empezó a sacar con mucha tranquilidad, algo de su bolso. —Mire…ahí estoy yo, mi hijo y Louis. Luego Louis y mi hijo, juntos— dijo comenzando a sacar más por si aún cabía duda alguna. Ed abrió sus ojos sorprendido, era verdad…

—No pido que me ceda toda su información así como así, entiendo que solo protege su trabajo pero…solo quiero saber que ha pasado con él después de tanto tiempo— pidió cabiz baja con un aura y esencia a tristeza notable en el aire. Ed suspiró.

—¿Usted piensa que él…?—

“Él falleció”

Anne asintió con los ojos tristes.

Ed suspiró, levantando el teléfono de su oficina, la omega creía que iba a ser expulsada.

—Registros de pacientes en EV los últimos seis años. Por favor, oficina 111— avisó a su asistente y colgó. ¿Qué debería hacer? No podía ocultarlo.

Se removió incómodo en su lugar. —No logro comprender su interés repentino por él, disculpe mi desconfianza— se cruzó de brazos en su lugar, Anne juntó sus fotografías de la mesa. Debería confesar si quería una respuesta concreta.





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Día después. 1 de septiembre.

Muchos sirvientes acomodando todo mientras preparaban unos platillos especiales de pescado para la fiesta con temática del medio oriente.

La boca se les hacía agua a más de uno, Louis estaba debatiendo entre probar un pequeño bocadillo sigilosamente o…probar un bocadillo, ¡Nunca había probado tal alimento!

Había tomado uno con cuidado y mirado a su alrededor con precaución, comiéndolo de un solo bocado. Era realmente sublime.

—Tomlinson— llamó serio su jefe detrás suyo. El omega tragó enseguida y volteándose con cuidado al notar la postura tan rígida de Nick, quien negaba con la cabeza en desaprobación.

Sé quién eres (L.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora