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—¡Sala 120 con respirador ya. Ya. Ya! ¡Paciente convulsionando! ¡Paciente de riesgo, paciente de riesgo!— gritó una enfermera llamando la atención de todos y yendo corriendo a lograr salvar o...dejar ir a uno de tantos pacientes en el lugar.

El flácido cuerpo hizo unas pequeñas convulsiones y un recorrido de electricidad propia le devolvió su vida.

—¡Está despertando, está despertando! Llamen a sus familiares cuanto antes— ordenó la experimentada omega hacia afuera en falsa alarma muchísimo más calmada y yendo enseguida a atender al paciente.

Louis se asustó al no ver nada aún, estaba triste a punto de llorar. Planeaba llorar hasta ahogarse en sus propias lágrimas.

—Joven Tomlinson...¿me oye?— preguntó la omega enfermera retirando el respirador al ver el ritmo cardíaco del paciente.

Louis solo se asustó y tanteó un poco a su vista, no lograba tocar nada hasta que sintió la mano de alguien ponerle un aparato en su dedo índice, asustándolo.

—Ho-hola...— mencionó tímido y perdido. Aún no lograba ver nada. Estaba seguro que iba a llorar, esta vez no de miedo. La voz de esa señora la había escuchado antes y lograba estar calmado con ella a su lado.

—¿Me escuchas? ¿puedes recordar tu nombre?— cuestionó desvendando el rostro del ojiazul.

—Si...si la escucho. Ahm...¿mi nombre es Lo-Louis Tomlinson?— preguntó con miedo a la respuesta.

La enfermera sonrió y suspiró —¡Oh felicidades Louis!...estoy tan pero tan aliviada, tu presión cardíaca sigue perfecta que es lo importante...dime, ¿te encuentras bien? ¿Recuerdas algo?— preguntó la omega. No sabía con exactitud que preguntarle al omega luego de despertar de un fuerte coma de casi seis años. Era el caso de estado vegetativo más largo que había tenido en todos sus años siendo enfermera.

Louis logró ver cuando le quitaron la venda e hizo una mueca por el dolor que sus ojos poseían.

—Oh...m-mucha luz...mucha luz— mencionó tapándose los ojos con cuidado, sus manos aún seguían débiles.

La omega sonrió y fue enseguida a buscar al alfa doctor, pero en la puerta, topándose con una rubia de ojos azules muy desesperada. —Señorita necesita autorizacio-...—

—¡Es mi hermano, mi omega favorito, por favor!— dijo la omega entrando a la fuerza y la enfermera solo suspiró. ¿Quién era ella para negarle el ver a su hermano después de mucho? Además, Lottie siempre venía a esta hora, era la única que tenía disponible para ver a su hermano.

—Traeré al doctor, no tardo y NO...toques a mi paciente— regañó la señora haciéndole una amenaza con sus saltones ojos marrones. Lottie solo asintió mientras esperaba a que se vaya para abrazar a Louis.

—Lottie...— dijo con una melancólica sonrisa aunque aún sin fuerzas el ojiazul.

La omega fue enseguida a abrazar a su hermano al instante.

—¡Hermano!— chilló agudo y fuerte logrando aturdirlo —No vuelvas a irte y dejarme sola...no vuelvas a salir jamás de casa...y-yo, yo...¡Oh Louis tengo mucho que contarte!— dijo chillando y soltando pesadas lágrimas.

Louis solo abrazó a su hermana y luego de que se abracen, sintió su rostro algo extraño.

Se tocó el rostro y toda su pálida piel se erizó, asustado, en shock, Lottie estremeciéndose por su reacción.

—Q-q-qué me pasó en la c-cara. ¿Q-qué es lo que tengo?...— preguntó y Lottie no sabía que hacer, iba a acercarse a él cuando el doctor y la enfermera con unas gasas volvieron a entrar.

Louis estaba en shock.


El doctor al ver que era lo que ocurría...carraspeó. —Señoritas...por favor, agradecería mucho que se retiren y me dejen solo con el paciente— pidió el alfa y ambas omegas asintieron, saliendo del lugar.

—¿Qué me hicieron? ¿qué me pasó?— preguntó débil llorando.

El alfa solo tomó la gasa que estaba en la cama y la remplazó por otra nueva junto con un...gel o crema especializado.

—Louis...llevas seis años en coma y-...—

—¡¿Seis años?! ¿¡qué dices!?— exclamó impresionado, parecía una eternidad más el tiempo que llevaba dormido. Ahora, olvidándose de todo lo que había batallado durante su coma.

El alfa solo hizo una mueca y asintió calmando al paciente. —Tranquilo...déjame terminar— ordenó ocultando a su enojón alfa y tener la mejor paciencia con el chico. —Solo...he visto que has notado lo de tu rostro...— dijo colocándole un gel por sus mejillas y comenzando a pasárselo algo brusco. Louis iba a hablar pero el doctor interrumpió. —Mira...creí que tu rostro quedaría así para siempre pero, aunque no lo creas y te sirva de apoyo...estoy seguro que podrás mejorar más, solo debes permanecer con gasas todo el día y ahora que al fin despertaste, tu recuperación será mucho mejor...volviendo a lo principal...¿cómo te sientes, qué tal estás?— preguntó sacando algunos aparatos lentamente que su cuerpo tenía. Sin duda el doctor no estaba muy de buenas.

Ambos comenzaron a hablar y el alfa comenzaba a anotar los síntomas de su paciente mientras este comía una ensalada con papas fritas que quedó del almuerzo para los demás. El alfa feliz por su paciente y felicitándolo por haber aguantado y logrado despertar al fin.

Existen teorías de las personas en las cuales según "Dios" o alguien desconocido les pone pruebas en estado vegetativo. Si la persona logra superarlos con dedicación y fortaleza, despertarán. La gente que logra pasarlo es muy fuerte mentalmente. El doctor era un fiel creyente de que eso, era verdad.

—Bien, Lottie...— llamó el alfa cerrando la puerta del cuarto del chico y hablando en privado con la omega. —Tu hermano permanecerá unos días aquí o hasta que probemos si aún puede caminar o no y algunas pruebas para conocer si todo está en orden...— dijo y la chica solo asintió, su omega estaba chillando de felicidad por su hermanito. —solo...he notado que, su aroma...aún está muy bajo, no-no sé con certeza que aroma posee y...no logro sentirle nada. ¿Estás segura de que él es un omega?— cuestionó el mayor con el ceño fruncido y llevando a recepción unos papeles para que ella los firme.

La omega reaccionó. —Oh...es-es verdad...no le he sentido su aroma. Creí que era producto de su estado de coma pero...si. Estoy segura de que él es un omega ¿por qué, qué podría pasar si no tiene aroma?— pregunta preocupada. —Bueno— interrumpió —cuando papá falleció...mi madre ha perdido un poco su aroma...y, ahora no creo que sea momento de contarle que su novio y nuestra madre...— suspiró, estaba hablando muy rápido. —ahm, ya sabes...¿podría ser eso?— cuestionó triste. —¿Podría ser su alfa causa de su pérdida de aroma?

El doctor suspiró y observó a la nada, pensando, jamás había tenido un caso así, o al menos no recordaba que se lo hayan enseñado en todos sus largos años de carrera. —Bueno...claro, quizás es solo eso. Si estás segura de ello en unos días recuperará su aroma natural a...—

Gomitas con naranja— agregó la chica y el alfa repitió el aroma pensativo.

—Bien...eso es todo. Ahora no te preocupes por él que estoy seguro que estará bien y pasará la noche seguro— dijo calmado y la omega asintió feliz.

—Bien. Bien. ¡Muchas gracias Eddie!— lo abrazó —gracias por aguantar todas mis visitas— dijo emocionada y el alfa solo sonrió tímido.



Mar. TS

Sé quién eres (L.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora